La ambición más grande de la oaxaqueña Xhunashi Caballero es representar a México en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y volver con una presea; la pandemia mundial tiene en pausa este anhelo para el que se ha preparado desde hace 15 años
“Empezaron a cancelar eventos. Seguimos entrenando cuando inició la cuarentena, a principios de abril anunciaron que se proponían los Juegos Olímpicos (…) en ese momento sentí mucha tristeza porque hemos entrenado por muchos años esperando ese momento”
Xhunashi Guadalupe Caballero Santiago
Yolanda PEACH
Xhunashi, como todos los karatecas en el mundo, tiene la oportunidad, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, de estar en ese escenario ya cercano cuando el Covid-19 invade el mundo y cambia los planes.
Una experiencia única, ya que este arte marcial no está considerado en los Juegos Olímpicos de París 2024
Confinada en su natal Ciudad Ixtepec, continúa con sus entrenamientos, al mismo tiempo, ha invitado a la población a unirse para llevar una vida más sana.
A LAS OLIMPIADAS
El sueño de todo karateka fue anunciado en el 2016. Se publica la incorporación de cinco nuevos deportes a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, béisbol, surf, escalada deportiva, patineta y karate. Este último en su debut.
Aprueban evaluar dos disciplinas: kata en categoría individual, una prueba femenina y otra masculina en el que competirían 10 participantes, así como kumite (combate), con tres pesos por sexo.
Xhunashi Guadalupe Caballero Santiago se acerca a esta disciplina deportiva a los 12 años. “Siempre me gustaron los deportes de combate”.
Estudiaba la primaria en el internado “General Santos Degollado” de tiempo completo. Karate fue la única opción para practicar algún deporte.
A los 16 años deja Ciudad Ixtepec en busca de consolidar su sueño y convertirse en una karateka profesional.
A la par de convertirse en una atleta de alto rendimiento, estudia la licenciatura en Educación Física en la Ciudad de México.
Forma parte de la primera generación del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), dedicado a formar a deportistas de élite mundial.
Tres veces medallista en los Juegos Panamericanos, gana plata en Guadalajara en el 2011, plata en Toronto Canadá en 2015 y bronce en Lima Perú, en el 2019.
Medalla de bronce en Turquía 2014 y en la Copa Intercontinental 2014; de plata en Equipos Centroamericanos 2013 y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 Veracruz.
Medalla de oro en la Copa Norteamérica 2013 y 2014.
Meditaba su retiro cuando se anuncia que incluyen karate en Tokio 2020. “Trabajé con toda el alma para clasificar. Es un proceso nuevo en la historia”.
La Federación Mexicana de Karate pone en práctica muchos controles para saber quién iba a ir. “Nos midieron entre la selección, participamos en competencias nacionales (…) fue muy difícil la selección”. Se eligen ocho karatekas y los concentran en las instalaciones Villas Tlalpan de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte para prepararlos en la competencia.
En marzo fue la competencia nacional, el siguiente paso, viajar a París al Preolímpico Mundial programado del 8 al 19 de mayo pasado para obtener la plaza.
CAMBIO DE ENTRENAMIENTO
La pandemia del Covid-19 la encontró mientras trabajaba al máximo. Una labor intensa con sus entrenadores y la psicóloga.
“Empezaron a cancelar eventos. Seguíamos entrenando cuando inició la cuarentena, a principios de abril anunciaron que se posponían los Juegos Olímpicos (…) en ese momento sentí mucha tristeza porque hemos entrenado por muchos años esperando ese momento”.
La noticia fue dura para la karateka con 15 años como deportista de alto rendimiento. “Cerrábamos filas. Un proceso de varios meses de concentración. La situación es difícil, no sólo para los deportistas, en general para toda la sociedad”.
Vuelve a la capital oaxaqueña y continúa sus entrenamientos. Al entrar la ciudad en confinamiento total, regresa a Ciudad Ixtepec.
“Asimilé pronto que tenemos que cuidarnos, a la familia. La salud es primero y viendo lo positivo, tenemos más tiempo de preparación”.
Con su familia, adapta un gimnasio al aire libre. Tiene un dojo en su casa y continúa con el entrenamiento a tope.
“El trabajo es completamente diferente. Mi preparación cambió totalmente. Tengo que cuidar el sobrepeso, no tengo tanto oss ni peleas, intento dar más para regresar lo más integra que se pueda para pelear y pelear. Tengo tiempo suficiente para ejercitar lo práctico y lo técnico”.
La especialista en los 61 kilogramos, modalidad kumite, entrena diario, como si todo fuera normal, mañana y tarde. Tiene todo el equipo y sólo le falta pareja para combates, “me ayudan en casa”.
“Los entrenadores me mandan las rutinas. Me enfoco más en la fuerza y entreno más duro”.
El confinamiento no se le dificulta, “prácticamente así vivimos, en el Conade entrenamos mañana, tarde y noche, ahora con más restricciones, sigo ejercitándome todo el tiempo sin salir”.
DEPORTE PARA TODOS
Xhunashi decide compartir con los mexicanos un estilo de vida más saludable por medio del ejercicio, con lo que se contribuye a fortalecer las defensas y hacer frente al Covid-19.
A través de su página de Facebook da clases virtuales de fitness, salsa, acondicionamiento y karate en el dojo.
“Clases de karate, fitness. Mi equipo de trabajo, mi fisioterapeuta y hasta mi familia. Transmitimos diario. Son clases muy sencillas. La idea surge para que, al mismo tiempo que hacemos algo por nosotros, ayudamos a los demás”.
Convencida de disfrutar el presente, ya que con las acciones diarias se determina el futuro, invitó a activarse, “a ser consciente de que estamos vivos, a cuidarnos, que la motivación sean los seres que más amamos”.
La Jornada Nacional de Sana Distancia y el confinamiento “me ha dado la oportunidad de estar con mi familia, de reencontrarme con ellos”.
Al irse en la adolescencia a buscar su sueño en la Ciudad de México, se vuelve contado el tiempo para convivir en casa.
“Nunca se cansen de perseguir sus sueños, de dar el máximo en cada día, de aprender de nuestros errores, de ser valientes ante los obstáculos que se nos presenten”.
La karateka, de 30 años de edad, tiene el firme propósito de devolver lo que le ha dado su disciplina “a mi carrera profesional y mi vida deportiva, le agradezco mucho (…) me ayudado a superarme y a enfrentar los problemas”.
Espera con paciencia el tiempo para regresar a la normalidad, “volver a entrenar en forma, sé que no es un buen momento, pero no es bueno que estemos con este temor”.
El karate esperó por años llegar a esta competencia, los Juegos Olímpicos. “Es una oportunidad de trabajar más, no bajar la guardia y sobre todo que nos quedemos en casa con la certeza e ilusión de ir a Tokyo”.
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