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Historias en tiempos del coronavirus: Boda en suspenso

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La esperada fecha para sellar su historia con el amor de su vida se interrumpió abruptamente. Ya estaba preparado todo, el banquete, los invitados, pero llegó la pandemia y Anna Karenina tuvo que lidiar con todo. Cancelaciones, pagos sin reembolso y sueños detenidos

 

Yolanda PEACH

 

Una boda de ensueño. La vida de Anna Karenina se volvió lo más parecido a un cuento de hadas. Los preparativos iniciaron un año antes y seis meses atrás se enviaron las invitaciones para los que vendrían de fuera. Faltaban cuatro semanas cuando todo empezó a derrumbarse.

 

AMOR DE PELÍCULA

 

Ana Karenina es una joven profesionista. Ingeniera ambiental. Su labor impecable la ha llevado a trabajar con municipios en obras de infraestructura.

Hace tres años vivía en la Ciudad de México. Asistió a un casting en la casa productora de un amigo y conoció a un modelo. Lo había visto antes en una revista. Una publicidad de Calvin Klein que la había cautivado.

Al poco rato ya eran amigos por Facebook. El guapo modelo argentino es hijo de un eminente médico científico reconocido mundialmente.

En agosto del 2007 inició el romance. Un año y medio después Max le propuso matrimonio.

“Asistimos al concierto de un grupo muy famoso en la Ciudad de México. Max citó a varios de sus amigos y a su familia. Creí que iríamos a comer entre amigos para celebrar el Día del Amor y la Amistad. Repentinamente se paró de la mesa y me pidió matrimonio”.

Escogieron Oaxaca y una fecha muy significativa para casarse. Las ceremonias religiosa y civil serían los días 3 y 4 de abril del 2020. Luna de miel en Singapur.

Una boda oaxaqueña por todo lo alto. Calenda, flores, dulces regionales. Se escogió la hacienda, la terraza, el banquete, el pastel, la música, regalos para los invitados, la comida al día siguiente. Cada detalle fue seleccionado con suma exquisitez.

Sería una boda judía. El rabino vendría de Estados Unidos al igual que algunos invitados, otros viajarían desde Argentina y algunos más vendrían de Europa. Familiares y amigos aprovecharon la invitación a tiempo para hacer reservaciones. Hoteles, vuelo y planear su estadía en Oaxaca. Unas vacaciones armadas. La temporada en que escuelas y otros sectores suspenden actividades.

“Una fecha en la que no se atravesaba nada. Antes de la Pascua, muy cerca de la Semana Santa. La idea de los invitados era viajar a México y conocer Oaxaca. Muchos llegarían el miércoles antes de la boda, de ahí se irían unos a Huatulco, otros a Puerto Escondido”.

 

SE CANCELA TODO

 

Un mes antes uno de los sitios contratados los contactó para cancelar. Al iniciar la Jornada Nacional de Sana Distancia ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, una de las primeras disposiciones fue evitar eventos masivos. “Dijeron que iban a cerrar todo y no permitirán reuniones de más de 100 personas (…) El último en llamar fue el encargado de la terraza donde sería la boda civil”.

Se tuvo que cancelar todo. “Me tocó la parte difícil. Posponer, cancelar, el reembolso. Me cambió todo”.

Algunos proveedores no quisieron devolver el dinero, otros sólo la mitad. “Con algunos lo que puede hacer es el cambio de fecha. Dijeron que los precios que me dieron se respetan siempre y cuando la boda sea este año”.

Muchas cosas se echaron a perder. “Los de los dulces regionales no quisieron cambiar la fecha ni devolver el dinero. Nos los entregaron en la fecha pactada. No podíamos comernos tanto dulce”.

Lo más angustiante fue la situación de los invitados que viajaban desde el extranjero.

“Muchos reservaron en hoteles desde seis meses antes para que se mantuviera la tarifa. Los hoteles muy responsables les reembolsaron el pago. Los que compraron mediante Booking ya no les regresaron el dinero y los hoteles no pueden intervenir en este sistema. Las aerolíneas tampoco regresaron el dinero de las reservaciones de los vuelos”.

 

VIVIR CON INCERTIDUMBRE

 

No sólo se canceló su boda. Sus proyectos profesionales, por el rubro en el que trabajan, también se suspendieron. “Se paró el trabajo de los dos. Nuestra casa parece bodega. Ambos vivimos mucho estrés. Estábamos con tanto miedo”.

Todavía no saben cuándo podrán casarse. Tentativamente en octubre. Algunas aerolíneas que contrataron los invitados sólo les pospondrán los vuelos si se realiza este año.

“Experimento muchos sentimientos encontrados. Independientemente de la boda, económicamente es una pérdida enorme”.

Las múltiples publicaciones alarmistas y tristes sobre la pandemia también impactan. “No sabemos con certeza qué va a pasar. Es bastante preocupante. La depresión y la ansiedad te hunden. No sólo es lo emocional, también lo económico”.

Llegaron a pensar en ya no casarse. Tal vez sólo ir al Registro Civil y hacer el trámite. Al final, deben hacer cuentas, comprar cosas nuevas. Reajustar precios con la banquetería. “Lo demás vendrá saliendo. Ahora es una carga mucho más grande. Ver qué se pudo salvar, que no, que se tiene que comprar de nuevo (…) los que venían de otros países, cuántos van a poder comprar un vuelo que les acomode”.

El día que se realizaría la boda hicieron una pequeña ceremonia judía. Los dos solos para que no se perdiera esa fecha. Contactaron al rabino vía internet.

“Nuestros planes siempre fueron establecernos en Oaxaca, mi tierra natal. Acá están mis proyectos”.

 

INSEGURIDAD TOTAL

 

La vida de Anna Karenina tuvo un vuelco importante. Los municipios para los que trabajaba decidieron no invertir, por ahora, en los proyectos que planeaban.

“Al tener que hacer los distintos trámites me encontré con que las calles están tan solas que ya no sabes si te va a agarrar la policía o el delincuente. Me siento más insegura como mujer”.

Sabe que esta situación afectó a muchos sectores. Varios se quedaron sin trabajo y sin sustento.

“Me quedaré con una anécdota, tal vez amarga por ahora, pero hay personas que se quedaron sin trabajo, otras que luchan con una enfermedad. (…) No seamos egoístas con ellos, pensemos tantito más en la gente que no tiene empresas o que no se les va a pagar durante esta cuarentena”.

Esperaba llena de amor y emoción esa fecha especial. Aunque al inicio triste, valora lo que tiene. Estar con su amado. “Nuestro amor está latente. Mi vida es hermosa y a su lado será aún más radiante”.

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