Dar clases a distancia, en Oaxaca, es un método poco viable. Guadalupe Jiménez Neri, director de la secundaria de San Andrés Copala, donde sólo el 10 por ciento del alumnado tiene una computadora, está preocupado por la laguna de conocimiento con el que vivirán los estudiantes que egresarán de las escuelas públicas
“No podemos mandar un cuestionario, que los chamacos lo contesten, lo impriman, le tomen foto y lo manden. Eso no sirve”
Guadalupe Jiménez Neri, director de la secundaria de San Andrés Copala
Yolanda PEACH
A Guadalupe la educación a distancia le parece una falacia. En Oaxaca de por sí está lastimada, y en las comunidades es donde más duele.
La contingencia sanitaria por el Covid-19 es un asunto para el que nadie estaba preparado.
Guadalupe Jiménez Neri, director de la Escuela Secundaria Técnica 241, en San Andrés Copala, Mixtepec, en la costa oaxaqueña, no vio viable, desde el inicio, implementar este método de educación.
“No se puede, lo único que se está haciendo es mantener ocupados a los estudiantes, proponer actividades”.
Al iniciar la Jornada Nacional de Sana Distancia, la localidad, perteneciente a San Pedro Mixtepec, decidió cerrar el acceso, por lo que, los maestros, se vieron obligados a salir. “No he podido entrar desde entonces”.
RESCATE DE LA TRADICIÓN
Guadalupe inició hace 24 años con la labor docente. Al inicio lo enviaron a Santiago Comaltepec, donde comenzó dando clases de educación artística, después, de español.
Más tarde fue nombrado subdirector de una secundaria y hace 10 años, director de la secundaria de Santiago Amoltepec. Tiene cuatro años al frente de la Escuela Secundaria Técnica 241, donde ha logrado concretar varios proyectos para beneficio de la comunidad.
Destaca una tarea escolar, que terminó por volverse herencia para la humanidad, al quedar plasmada en un libro: “Sabores de Copala” impresa por la editorial El Cuajilote.
En una clase, habían preparado algunas recetas originarias de la localidad. “Se trató de platillos que incluso, algunos alumnos en su vida habían probado. ¡Todos exquisitos! Nace así la idea de preservar esta tradición”.
Al indagar se da cuenta que se trata de recetas que ya no se preparan en Copala, sólo lo saben hacer las abuelitas y decide rescatar esta tradición culinaria.
Una vez planteado en el Colectivo Escolar, se reúnen con los padres de familia y los convencen de la importancia de estos platillos. El siguiente paso fue una muestra gastronómica en el marco de la festividad del pueblo que se preservó los años siguientes.
“Muchos señores vuelven a recordar el guiso de la mamá, porque ya se había abandonado la comida tradicional, ya no la preparaban en casa”.
Iniciaron la investigación, que con los meses se ahondó. Se dividieron tareas. “Se respetó la tradición oral, como no lo contaban las abuelas (…) respetar los regionalismos que se usan en la comunidad, el uso del lenguaje, ser respetuosos”.
Cuando la comunidad se dio cuenta de la importancia de la herencia cultural, es que deciden plasmarlo en un libro.
Al inicio los pobladores no lo asimilaban como un acierto, sino como un asunto de que te estás robando su identidad, al contrario, es fomentarla (…) Son muy celosos de su tradición, no han asimilado esa parte de la pérdida de identidad. Se preserva la tradición oral de la comunidad y además estamos abordando platillos que se estaban perdiendo”.
DESVENTAJAS EN COMUNIDADES
San Andrés Copala es una localidad donde al menos la mitad de los pobladores trabaja en Puerto Escondido, en el sector turístico, principalmente los hoteles. Otros se dedican al cultivo de la tierra, ya que el clima es hermoso.
Entre sus desventajas, es que tiene muy mala señal, tanto para el teléfono, como para el internet. Es muy lenta y se interrumpe. Se tiene que buscar zonas donde puedas conectarte.
“Calculo que sólo el 10 por ciento del alumnado tendrá computadora en casa, y de éstos, sólo el 30 por ciento, tiene internet”.
Por otra parte, está el asunto de las impresiones. En San Andrés Copala sólo existen dos lugares, uno particular y la otra la agencia. “Cuando se requiere este tipo de trabajos, los alumnos tienen que trasladarse hasta Puerto Escondido para poder imprimir”.
Son pequeños grupos de alumnos los que tienen teléfonos móviles, “se les envían tareas vía WhatsApp y se corren la voz entre ellos”.
Sin embargo, son trabajos que no podrán ser revisados, ya que tendrían que salir de la comunidad si es que quieren imprimirlo.
“En este asunto de tareas no revisamos nada. No tienen acceso a internet. Solamente les mandamos trabajo, pero los vamos a recibir hasta que los veamos”.
CICLO ESCOLAR A SALVO
El director adelantó que el ciclo escolar terminará satisfactoriamente. “Tenemos elementos para poder evaluar y seguir, llevábamos al menos el 60 por ciento de avance”.
Admitió que más no se puede hacer. “No podemos mandar un cuestionario, que los chamacos lo contesten, lo impriman, le tomen foto y lo manden. Eso no sirve”.
Confió que desde un inicio no vio viable el estarles dando clases a distancia. “Nuestro sistema educativo no está preparado para eso. No sólo en Copala, sino en todo Oaxaca”.
Explicó que, con estas tareas, definitivamente no alcanzarán un conocimiento significativo porque no se puede explicar o disipar dudas.
“Vamos a buscar las herramientas necesarias para acreditar el ciclo, en cuanto al conocimiento, se podrá arreglar con los de primero y segundo, la estrategia será ponerlos al corriente. Incluso con los de nuevo ingreso, que vienen de sexto de primaria, con ellos se retomarán los contenidos que no se vieron. El problema son los jóvenes que se van, porque se tendrá que vivir con cierta laguna de conocimiento”.
SIN PÁNICO POR COVID
Respecto a la Cuarentena, contó que, cuando se implementaron estas medidas, su papá se enfermó, “no de Covid, por supuesto, pero estuvo internado un mes en el IMSS, así que estuvimos con él”.
Una vez dado de alta, lo llevaron a San Andrés Zautla, de donde es originario. “Estamos sobrellevando esta situación, permanecemos en casa y nos estamos adaptando a llevar la cuarentena. Se está recuperando, pero la situación de su enfermedad reciente, nos obliga a cuidarnos más, sin salir”.
Sabe que todas las actividades se pararon, “como no soy tan alarmista, trato de que no me afecte mucho, de llevarla tranquila, sin pánico”.
Su puesto en la escuela, lo obliga a estar pendiente de la localidad. “Sé que dejaron de ir las urban para allá. Está cerca San Pedro Mixtepec y Puerto Escondido”.
No imagina qué estará pasando con los alumnos en estos tiempos, ya que el método que implementaron las autoridades educativas no le pareció viable.
“Es una falacia, realmente no se logran los objetivos, los papás están haciendo los trabajos (…) es mediático ese asunto de la educación a distancia”.
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