Oaxaca ancló el amor de Ramesh Chawla, reconocido chef internacional. Mini Taj, su restaurante de comida hindú, zozobra sin hundirse, a la espera de que termine la contingencia por el Covid-19
“El sueño que tuve con mi esposa es que mi hijo, cuando tenga 18 años sea un buen chef, que aprenda de cocina y tenga una mejor vida”
Ramesh Chawla
Chef internacional
Yolanda PEACH
Incertidumbre. Idioma y cultura nunca habían sido obstáculo para Ramesh Chawla hasta ahora.
Chef máster internacional, está al frente de Mini Taj, un restaurante de comida hindú en la Plaza Bugambilias, en el centro de la ciudad de Oaxaca.
“Ya casi no tengo nada nunca (clientes)”, confiesa, afligido porque las deudas se acumulan.
Perseverante, decidió no colgar el delantal durante el confinamiento a que obligó la Jornada Nacional de Sana Distancia ante la pandemia del coronavirus Covid-19, pero no ha sido nada fácil.
UN RECORRER INTERNACIONAL
Su vida ha sido un peregrinar, siempre enriquecedor. Nació en la India y ha viajado por países de varios continentes.
Hijo de dos chefs, incursiona en el mundo de la cocina desde niño, a los 7 años de edad. Sus papás le enseñaron el arte culinario de la India.
Se profesionalizó. Estudió gastronomía internacional y después una maestría.
Sus dedicaciones por la cocina aunado a sus dotes culinarios pronto dan resultado. Su trabajo para una cadena internacional lo llevan a viajar por varios países, primero de Asia y después de Europa. Conoció Arabia Saudita, Quebec, Estados Unidos y después, México.
“Un hotel. Nunca sabía cuándo ni a dónde me iban a mandar”.
Aprendió a dominar todas las cocinas. “Domino al 100 por ciento la cocina hindú, la cocina china, la cocina japonesa, la italiana, la francesa, thai y también sé un poco de cocina griega”.
EL AMOR LO TRAE A OAXACA
Llegó a México por trabajo. Al terminar su contrato laboral ya se había enamorado.
Al preguntarse si volvería a la India o se quedaría en México, se decide por el amor de su vida. Se casa con Andrea y con ella vivió siete años de amor.
Deciden vivir en Oaxaca cuando ella se embaraza.
El inicio fue difícil. No encontraba trabajo, pese a tener la cédula profesional que avalaba su maestría y experiencia.
“Busqué en varios lugares trabajo y no encontré. Amo mi trabajo y entré a un restaurante de comida japonesa, pero no me pagaban lo suficiente”.
Al platicarlo con su esposa, ésta le sugiere abrir su propio restaurante. Al inicio lo abren en la cochera de su casa y llevaban la comida a domicilio.
La dueña de un restaurante con la que trabajó, “su hermana de corazón”, le sugiere que abra un restaurante de comida hindú y le ofreció ayudarlo, así nace Mini Taj hace cinco años.
Las técnicas que ha perfeccionado y su sazón, pronto le dan renombre para los visitantes extranjeros y turistas que vienen a conocer Oaxaca.
Son muchos los extranjeros, los que llegaban a saborear sus platillos. Su dominio del inglés, que es lo que habla la mayoría de los visitantes, le permite explicar cada platillo.
También oaxaqueños han visitado el lugar. Hace más de dos años el gobernador de Oaxaca visitó Mini Taj. Le dijo que ahí se disfrutaba mejor la comida hindú. “El gobernador Alejandro Murat también ha venido a probar mi comida un par de veces. Vino con su familia y todos probaron los platillos, incluso tengo fotos con ellos”.
Otra personalidad que ha visitado Mini Taj es la cantante Lila Downs, “ella ha sido una de mis mejores clientas, ha venido cuatro o cinco veces y sus opiniones han sido de las mejores que me han dado”.
La oportunidad en Oaxaca de probar la comida hindú preparada de la manera tradicional y conocer de esta cultura, es una ventaja que aprovechaban paseantes para adentrarse en los sabores de esta cultura milenaria.
ENCLAVADO EN OAXACA
Una de las pruebas más duras en su vida la enfrentó en Oaxaca, al morir su gran amor, en noviembre de 2017.
“La extraño. Todos los días su recuerdo me acompaña. Me da fuerza para seguir adelante”
Se quedó a cargo de su hijo y decide no claudicar, establecer sus raíces en Oaxaca en honor a ella. Enseñarle a su pequeño todas sus artes. Luchar por conservar Mini Taj.
“El sueño que tuve con mi esposa es que mi hijo, cuando tenga 18 años sea un buen chef, que aprenda de cocina y tenga una mejor vida”.
El pequeño, de 8 años de edad, ya aprendió a cocinar lo básico, como cordero, pollo, thali, naan y samosas.
Considerado uno de los mejores chefs en México, en ocasiones, llaman a Ramesh de otros estados. Ya sea porque necesiten una cena especial o, incluso, para dar algún curso.
Se cocinaba algo grande respecto a esta faceta cuando el coronavirus del Covid-19 llegó a México. Se tuvieron que pausar los planes.
La indicación del municipio fue clara. Sólo podrían permanecer abiertos a puerta cerrada, en la modalidad de servicio a domicilio.
Se estableció de inmediato, la forma en que debían trabajar. Extremar al máximo el manejo de los alimentos.
“Los pedidos los llevo personalmente. Tengo una motocicleta y manejo hasta el lugar de entrega”.
Publicó una invitación para realizar los pedidos a domicilio. Exhortó a seguir las normas de seguridad sanitaria y cumplir los lineamientos indicados por las autoridades en la cuarentena.
Con otros empresarios, se unió a una iniciativa para donar despensas. “Un momento de reflexión y conciencia colectiva, más solidaridad, más humildad, más respeto y más empatía”, valores de los oaxaqueños, que, pese a las adversidades, siempre salen adelante.
Facilitó el pago a través de transferencias, pagos por Oxxo, tarjeta de crédito o débito. Introdujo paquetes y promociones. La última semana también se afilió al servicio Voixty.
Los días de cuarentena obligatoria y la prohibición del servicio al público comenzó a alargarse.
“Casi ya no tengo nada… nunca”, confesó.
Acumuló tres meses sin poder pagar la renta. “He tenido semanas en las que sólo vendo 200 o 300 pesos”.
Pese a que la comida hindú es exquisita, los oaxaqueños no son muy dados a probar cosas diferentes, de otras culturas. La comida a domicilio la siguen asociando a comida rápida.
Si se trata de nuevas experiencias culinarias, prefieren ir al restaurante, hablar con el chef, que les explique de qué se trata y les haga recomendaciones.
Ramesh admitió que no le es posible atender en ese aspecto vía telefónica. No domina al 100 por ciento el idioma castellano y es difícil que le entiendan o comprender lo que le preguntan.
La nueva ampliación del tiempo de confinamiento le preocupa. Sabe que la salud es primordial y que muchos oaxaqueños decidieran retomar su vida cotidiana sin importar los riesgos le inquieta más. En tanto, solo resiste.
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