Felipe SÁNCHEZ JIMÉNEZ
DISPARATE
El destape del PRI de un candidato presidencial que no es de este partido, hizo entrar en pánico al tabasqueño AMLO que desde hace 18 años es sempiterno candidato presidencial, primero por el PRD y ahora por el MORENA.
La exitosa carrera de José Antonio Meade, en la función pública donde ha sido titular de cuatro Secretarías de Estado (dos veces en la SHCP) en gobiernos del PAN y del PRI, le da una imagen de político de gran experiencia. El baldón de la corrupción sobre el PRI no lo alcanza. Estas dos particularidades elevan sus expectativas.
La sola presencia de Meade vino a dislocar la campaña que López Obrador ha mantenido durante tres sexenios. Luego del destape, las encuestas sobre preferencia electoral, acercan a los dos contendientes.
La reacción de AMLO raya en lo disparatado. La “barbaridad” que significa su propuesta de amnistiar a los líderes del crimen organizado, en un fardo que le está pesando demasiado.
Así como el senador panista, Ernesto Cordero, resaltó que el político tabasqueño está dando muestras muy claras del país que se imagina, donde no haya justicia para las víctimas, la reacción negativa se generaliza. En su gira por territorio oaxaqueño AMLO está llena de vicisitudes derivados de sus pronunciamientos desatinados.
En un mitin en Matías Romero, con sus aliados de la CNTE, reiteró su intención de sacar de la cárcel a los capos de la droga y del crimen organizado. En Juchitán, entre gritos contra la presidenta municipal Gloria Sánchez, símbolo de la descomposición de la COCEI, el tabasqueño descubre que tantos años en campaña terminaron por desgastar la figura de la “honestidad valiente”.
Fue muy perturbado el comportamiento de sus seguidores, ya no tan numerosos. Se gritaban lindezas o de plano llegaron a las manos unos y otros, atajándose para no ocupar el estrado al lado del “mesías”.
Al ver disminuido su poder de convocatoria y descubrir que sus mejores tiempos pasaron, trajo la añoranza que lo hizo buscar culpables: “ellos, los de arriba están equivocados y tratan de poner al pueblo en mi contra, cuando nosotros solo vamos a cambiar la estrategia, ya no se va a seguir utilizando la fuerza para querer enfrentar al crimen, que es un problema que se originó por el abandono del pueblo”.
Para distensar la situación en Juchitán donde no dejaron hablar a la edil Gloria Sánchez, recurrió a su lenguaje coloquial: “no se puede enfrentar la violencia con la violencia, no se puede apagar el fuego con el fuego, no es ojo por ojo diente por diente, porque nos vamos a quedar todos, o ciegos, o tuertos o chimuelos”.
AURA MALIGNA
Con este halo llegó AMLO, el dueño del partido MORENA, a tierras chapulineras. El halo maligno lo acompaña desde que expresó esa chifladura de que para que cese la violencia en este país, “cuando sea Presidente voy a amnistiar” a los varones del narcotráfico ¿qué significa esto? Abrir las cárceles para que los cerebros de la delincuencia organizada, recuperen su libertad. No importa que hayan secuestrado, asesinado, inducido a jóvenes y niños a la drogadicción, corrompido a gobernantes y cometido mil atrocidades.
Así como el tabasqueño López Obrador ha limpiado con el manto de su partido, a todos los políticos acusados de corrupción y abusos, quiere hacer lo mismo con los narcotraficantes.
La sociedad oaxaqueña, preparada como nunca políticamente, para hacer frente al engaño y los abusos de la clase política, casi le da con la puerta en las narices. Si las mismas fuerzas castrenses de este país reprenden al tabasqueño por atreverse a proponer perdón a los narcos porque “eso permitiría al Estado Mexicano ser parte del crimen organizado”, la gente del pueblo no podría reaccionar diferente.
El primer desaire fue en Juchitán. El mitin de “bienvenida” no fue nada grato. Cuando la presidenta municipal, la coceista-perredista Gloria Sánchez, empezaba a leer la salutación, los abucheos, gritos de traidora corrupta, no cesaron. López Obrador hizo mutis y aguantó las rechiflas de la disminuida asistencia. En su recorrido por Matías Romero, Juchitán y Tehuantepec, fue más que notorio el desaire de sus correligionarios, los “maistros” del cartel 22. Aquellas multitudes del magisterio nunca las vio. Eso sí, cuidaron ayer no bloquear ningún tramo de la ruta que recorrió su patrono.
EL MENOS PEOR
El grotesco manoseo de Germán Espinoza, desde el PRI, por un lado. Y por el otro, de nostálgicos del poder como doña Titis Rodríguez y Ulises Ruiz, terminaron por envilecer el proceso de la elección de la dirigencia del Sindicato de Burócratas del gobierno del estado.
Donde caminan los contendientes, de uno y otro grupo, se ven los signos de $$ y de las amenazas.
Varios empleados consultados me dicen que ni a cuál ir de los competidores. Joel Castillo tiene el sello de avaricioso sin límite, insiste en engrosar su legión de aviadoras. Felipe Cruz Pinacho y su manipulador Juan Rafael, quieren seguir en el enriquecimiento ilícito con la venta de plazas.
El despliegue de poder económico de las planillas verde y negra, habla del tamaño de la influencia de los padrinazgos. Habla también de los fines aviesos que persiguen sus mecenas. Quien controle el sindicato de trabajadores del gobierno del estado, tendrá en sus manos un arma política poderosa para negociar posiciones de poder. Es la eterna lucha de uno por dominar al otro. Los dirigentes y sus manipuladores saben su juego. En medio están los chupatintas, utilizados como borregos. A eso se debe que en la campaña, aunque sea sucia, nadie regatea dinero.
En uno de los salones de mayor lujo en Ixcotel, en el inicio de la campaña de la planilla negra, Joel Castillo invitó a un desayuno. Asistieron cientos de empleados para conocer el proyecto “Súmate” que es la plataforma con que lanzarían al candidato motejado “El Potro”. Además del derroche económico aún se dieron el lujo de decir que todos los burócratas que no asistieran a trabajar ni se preocuparan. Que el director de Recursos Humanos del gobierno del estado, les justificaría su inasistencia.
Ambas planillas compiten también en despilfarros.
La planilla verde, la encabeza Ignacio Castro
Como presagio de los trastornos con que se conduce en este momento la campaña electoral, la planilla roja pasó a ser negra. Color tan enigmático fue idea de Joel Castillo. Fue registrada con Julián Estrada “El Potro”, a la cabeza. Pensando en ganar puso en la cartera de finanzas, a su pareja Guadalupe, una audaz dama que desde hace 3 años cobra sin trabajar en el TSJ. Justifica su ausencia por ser “asistente” de Joel Castillo quien también desde hace unos 15 años es “aviador”.
Para la secretaría de organización propuso al “Wili” Toledo Piñón, eterno delegado sindical en la Fiscalía General y saqueador de las despensas para los damnificados de los sismos.
En las otras carteras propone a otros de su misma calaña. Oscar González Martínez, candidato para la cartera de prevención social, es “aviador” del Registro Civil, desde hace seis años. Para secretaria de deportes, propuso a Gabriela Álvarez quien cobraba sin trabajar en el Registro
Público de la Propiedad y desde hace 3 meses su plaza de “aviadora” está en la Secretaría de Administración. Esta dama es hermana de Avelino, miembro de la actual directiva sindical. A este le reconocen su temeridad pues fue el que hizo estallar los petardos para boicotear la última asamblea de delegados.
Estas eran las cuentas alegres que hacía Joel Castillo para seguir enchufado en las transas y privilegios sindicales, pero sus mañas no le alcanzaron.
La dupla de los pelones, Rosas y Pinacho, descubrieron que “El Potro” no reunía los requisitos por haber sido cesado una temporada. La comisión electoral les pidió reemplazar a “El Potro”. No lo hicieron y, convencidos de que en Oaxaca, todo se logra con marchas y plantones, la noche del lunes tomaron las oficinas y retuvieron a los árbitros de la elección. Dicen que en la madrugada, Joel negoció y aceptó poner a un tal Juan Alcántara, otro de sus títeres.
Sospechan que algo muy peliagudo ha de haber negociado Castillo porque a las 3 de la madrugada empezó a enviar mensajes pidiendo que todos sus seguidores respetaran su decisión. Para justificarse escribió: “no olvidemos que en un equipo como el nuestro, el objetivo fundamental es nuestra razón de ser, a veces los elementos que componen al grupo deben ser relevados solo para efectos de lograr lo que queremos…”.
De esta manera bajó a “El Potro”. Lo que no calcularon en la planilla negra es que Castillo lesa jugó el dedo en la boca. Cuando les comunicaron la inviabilidad de “El Potro” debieron haber subido como candidato a la Secretaría General, a uno de la misma planilla. Hoy lo hizo con un externo lo que no está contemplado en los requisitos.
La trampa parece ser así: habiendo negociado Joel Castillo para su bolsillo, mete a su planilla en una negra ilegalidad para que quede anulada. Así deja el camino libre para que la planilla verde gane ¿esto qué significa? que Pinacho y el pelón Rosas, fortalecerán su cacicazgo. Falta ver cómo reacciona la base.
CHUPATINTAS (III)
La pugna tan encarnizada por el relevo de la dirigencia sindical de los burócratas, tiene un explicación. El actual dirigente Felipe Cruz Pinacho y su tripulador, el dirigente priista, Juan Rafael Rosas, están vendiendo su alma al diablo. Saben que la más leve investigación los puede llevar a la cárcel.
El multimillonario negocio que significó la “venta nocturna” de más de 200 plazas (a 250 mil pesos cada una), está contaminando la elección de la dirigencia del sindicato de burócratas del gobierno del estado.
Aunque este gobierno guarda total hermetismo sobre el gran tráfico de plazas burocráticas (unos 500 millones de pesos), dicen que el más leve escudriño podría terminar por embarrar a más de cuatro.
Hay evidencias de que Felipe Cruz Pinacho y su tripulador Juan Rafael Rosas en complicidad con el anterior Secretario de Administración, Alberto Vargas Varela y su director de recursos humanos José Juan Pérez Maya, fueron los grandes beneficiarios. En las propias oficinas de este último, se hacían las operaciones de compra-venta de plazas, en los últimos días del “Gabinato”.
Los que saben del tema me dicen que si bien los que compraron su empleo no quieren hablar, hay algunos que entregaron el dinero y no les cumplieron. Son los que decidieron hacer la denuncia penal. Esto es lo que les quita el sueño.
SSO CON CÁNCER TERMINAL
La gran corrupción que sembraron en la Secretaría de Salud en los dos últimos sexenios, terminaron por hacer de esta institución un onagro.
Unos 18 mil trabajadores han construido una burocracia que de tan obesa tiene aterrado al mismo gobierno. La gran corrupción entre funcionarios y líderes sindicales llegó a su clímax con el asesinato del director administrativo Rafael Pérez Gavilán cuando se aprestaba a destapar la cloaca. Es la hora en que nada se sabe de las investigaciones sobre este crimen.
Con el paro de casi una semana que hicieron los de la subsección 07 que encabeza Alberto Vázquez Sangermán, quedó claro que unos 18 mil trabajadores, la mayoría de ellos burócratas y muchos sin tarea específica (igual que en la sección 22 del SNTE) se engullen casi todo el presupuesto que debería servir para salvar las vidas de los oaxaqueños más pobres.
Para paliar momentáneamente la presión sindical, el gobernador autorizó 3.2 millones de pesos para comprar medicamentos. Esto es una especie de mejoral para tratar de curar el cáncer en estado terminal que padece la SSO.
