Felipe SÁNCHEZ JIMÉNEZ
PERJURIO
ENTRE la crisis nacional del PRD derivado de sus complicidades criminales en el caso de Ayotzinapa y la desaparición de los 43 normalistas, la dirigencia estatal que preside CAROL ALTAMIRANO toma una decisión que significa algo así como una bocanada de aire para su partido en Oaxaca. Sin atreverse a la expulsión formal, cierra las puertas definitivamente a “los chendo”.
LOS hermanos Rosendo (chendo) y Félix Serrano están empezando a pagar muy cara la traición y el oportunismo al interior del PRD. Estos políticos istmeños que en la cúspide del poder que les permitió el partido amarillo, cometieron felonía al aliarse con el Partido Encuentro Social (PES), hoy están, como dicen, picoteados por los gallos y zurrados por las gallinas.
EXTRAVIADOS por tanto poder y dinero que les permitió su partido, los chendo y toda su parentela, también beneficiarias del PRD, olvidaron el valor de la lealtad, la eficacia y militancia partidista y cometieron perjurio al hacer contra campaña cuando los perredistas aclamaban candidato a JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS en el distrito de Tehuantepec.
Y COMO dicen que “el que traiciona una vez, traiciona siempre”, parece que la maldición persigue a “los chendo”. En el PES no tuvieron éxito por lo que, maniobreros como son, intentaron brincar al MORENA pero en este partido se toparon con otro más socarrón. AMLO ordenó cerrarles las puertas definitivamente. Los acusan de supuesta calumnia y difamación y hasta hicieron un montaje para castigar “violaciones graves a nuestra normatividad toda vez que, de configurarse, lesionarían el interés general de nuestro partido político así como las obligaciones que los militantes de MORENA tienen al conducirse dignamente como miembros de nuestro partido en toda actividad pública y de servicio a la colectividad”.
CON este argumento la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del MORENA decidió: “suspensión temporal de derechos partidarios de Daniel Méndez Sosa y Rosendo Serrano Toledo, en tanto la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA dicte resolución en el presente asunto, lo anterior por considerar que de los hechos narrados se pueden presumir violaciones graves a nuestra normatividad”.
COROLARIO
DADO que en política hay señales y símbolos, signos y presagios, el cadalso sobre “los chendo” tiene lectura muy clara: Los que insistan en resucitar el proyecto “un senador chilango traído de Michoacán para gobernar Oaxaca”, no tienen buen futuro político.
NO hay que olvidar que el senador chilango BENJAMÍN ROBLES MONTOYA se empecinó en bloquear la candidatura perredista de JOSE ANTONIO ESTEFAN GARFIAS. Utilizó a “los chendo” con la idea de dinamitar, al costo que fuera, la posibilidad de que este ganara la diputación federal. El recelo del senador chilango es axiomático. Al ganar la curul, ESTEFAN se ubica en la ruta aliancista PAN-PRD (en caso de que se repita) por la candidatura a gobernador. Esta posibilidad hizo más tortuosa la personalidad del senador chilango traído de Michoacán que, finalmente, volvió a perder y, en su fracaso, arrastra a “los chendo” que ahora se quedan sin partido.
PERSISTENTE
EL proyecto del senador chilango para gobernador no es nuevo. Cobró fuerza al formar el FOSCUP con “el niño de oro” JESÚS ROMERO a la cabeza. Por órdenes de ROBLES MONTOYA integró a nueve tribus del PRD para arrebatar el control de este partido a los de la UCD que encabezan Rey Morales Sánchez y Raymundo Carmona.
LA influencia del senador chilango en sus tiempos de poderoso “vicegobernador” hizo que buena parte de las tribus amarillas se sumaran a la precampaña para que Jesús Romero López llegara a la dirigencia estatal del PRD. Como líder del FOSCUP (Frente de Organizaciones Sociales, Campesinas, Urbanas, Pesqueras y del Transporte) dispuso sin límite de recursos del gobierno. El propio Robles lo llevó a distintas regiones para entregar despensas y recursos del erario público. Su idea era convencer a todos que el líder del PRD oaxaqueño tenía que ser “el niño de oro”.
PARA confirmar que son lobos de la misma loma, hay que recordar que hace tres años, el diputado federal, Rosendo Serrano Toledo, destapó con mucha anticipación a Jesús Romero como “inminente” presidente estatal del PRD pero CAROL se les atravesó. El plan naufragó y los principales actores están con un pie fuera del PRD…y ya se les está cumpliendo.
CON ESTOS…
PARA peor fortuna de los adictos al senador chilango, el nuevo dirigente nacional del PRD, Agustín BASAVE, en su primer discurso, ofreció echar de su partido a los corruptos. En caso de que le permitan ejecutar el plan limpieza, habría una purga fenomenal. Serían lanzadas todas esas lacritas amarillas que, más que prestigio, significan pesado lastre.
DESUBREN los amarillos que, en el caso de Oaxaca, el efecto Peje trajo al PRD más demérito que merecimiento por el comportamiento cavernícola de algunos de sus diputados como HUGO JARQUÍN. Aún padecen el fenomenal show del “verrugas” que superó la vergüenza mundial. Exhibió a los diputados perredistas en el pináculo del descrédito en cadena nacional, en todos los medios locales y de todo el país.
JARQUÍN, un diputado perredista que en día de elecciones, con ley seca, exhibe su poquedad, totalmente borracho, intenta hilar incoherencias frente a las cámaras. Vaya, tamaño de vergüenza. Lo raro de todo esto es que hasta el momento ningún dirigente nacional, local o municipal, se atreve a poner en su boca asunto tan espinoso ¿acaso su secretario general es tan bárbaro que nadie se atreve a sentarlo en el banquillo de los acusados?
EN esta columna hemos citado puntualmente el comportamiento y la calidad bestial que le da el fuero a HUGO JARQUÍN. Los perredistas se sorprenden del tamaño de los abusos de este perredista que, paradójicamente, cuanto más hunde en la vergüenza a su partido, más poderoso se hace con miles de concesiones que le da el gobierno “del cambio”, con la invasión de parques, jardines y tantos abusos, como el hecho de pasear una recua de percherones en la Alameda central. Ah, y ahora amenaza con volver a ser candidato a presidente municipal de la capital.
