San Bartolomé Quialana y San Lucas Quiavini, dos pueblos expulsores de mano de obra, que desde hace casi medio siglo han mantenido su economía gracias a las remesas que envían los paisanos que se fueron al norte, enfrentan un futuro incierto ante el endurecimiento de la política migratoria del gobierno estadounidense; aunque en estas comunidades aún se observan calles fantasmas …