Gobierno omiso ante huestes normalistas
Van tras la pista de Ricardo Rojo o Rogelio Vargas Garfias
Va en serio el juicio político contra Alberto Esteva
Felipe SÁNCHEZ JIMÉNEZ
Tolerancia excesiva
LA TARDE del miércoles pasado, los visitantes y comerciantes de la zona comercial Plaza del Valle, vivieron el infierno. El jueves padecieron lo mismo viajeros retenidos violentamente en la terminal ADO. Todos bajo el amago de las hordas de “normalistas” que asaltaron, destruyeron, pintarrajearon, amenazaron, dentro de los mismos negocios que son propiedad privada.
ANTE un gobierno omiso, los activistas más temerarios del cartel 22, se hastiaron con sus extremas expresiones de repudio, desdeño, encono, intolerancia, sectarismo e intransigencia. Hasta cometieron pillaje de alto riesgo: robaron combustible en la gasolinera FONAPAS propiedad del gobierno del estado.
HE dicho aquí que la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad. Entonces, resulta criminal que GABINO CUE se sustraiga de la obligación primordial del gobernante: garantizar seguridad para la convivencia social de su pueblo. En estos momentos en que su secretario de seguridad está entrampado en sus excesos, parece que el gobierno “del cambio” ha olvidado lo esencial: el Estado es el único que debe tener el monopolio de la fuerza y la seguridad. Pero los hechos lo que indican es que el poder fáctico del cartel 22 lo está supliendo.
A ESO podemos atribuir la bestial impunidad con que delinquen las huestes normalistas. Aunque tapados de la cara, son rostros juveniles sedientos de violencia, muy convencidos de su derecho a ser “maestros” sin estudiar. Han abrevado puntualmente las lecciones de certidumbre dogmática, enseñanza esencial de los “maestros” de la CNTE en las Normales.
El mensaje que deja la excesiva tolerancia ante el pillaje de los normalistas, es que en Oaxaca hay un gobierno sumiso.
NO me imagino de que tamaño sean los compromisos, políticos y económicos, que selló el gobierno “del cambio” con el cartel 22 durante la campaña electoral del 2010. Da la impresión de que son acuerdos inconmensurables. De lo contrario el gobernador no estuviera arriesgando tanto su administración, ni permitiría que lo pusieran de rodillas.
¿Y los que votaron?
DICEN los doctos que “la exclusiva es de quien la trabaja”, en referencia a las reglas de la ética periodística, pero hay quienes se agandallan las primicias aprovechando su doble papel de político y editor. Lo hacen porque tienen acceso a información privilegiada como la que leíamos en el periódico azul y que revela la orgía de negocios y más negocios entre los diputados de la LXII Legislatura del estado. Obvio, los que en este nuevo piñatazo de administraciones municipales no resultaron beneficiados (MC), filtran detalles de la rebatiña.
GRACIAS a tales infidencias, nos enteramos la manera tan avarienta en que los diputados se reparten, cual botín, las administraciones municipales. Hacen uso desaseado de su fuero para quitar o poner gobiernos municipales.
Las mentiras del Rojo
LA CONSEJA popular que reza: “el miedo no anda en burro”, resalta en uno de los libelos del patriarca de la UTE, el profe ROGELIO VARGAS GARFIAS disfrazado de Ricardo Rojo.
RESULTA que cuando ALFONSO GÓMEZ SANDOVAL responsable de la conducción de la política interna de este convulsionado estado, anunció que “la Procuraduría de Justicia está elaborando peritajes sobre los daños que fueron muy grandes, según informes proporcionados por el titular del IEEPO, Antonio Iturribarría Bolaños”.
Anunció también que “las indagatorias detallarán el monto de los daños, identidad de los agresores y en consecuencia, se ejercitarán las acciones penales correspondientes” (a ver si es cierto).
Laberinto
COMO si no bastaran los conflictos políticos tan confusos que tienen postrado a Oaxaca, el secretario de Seguridad ALBERTO ESTEVA hace fama a su reputación de “loco” y, con sus acciones, mete a su amigo, el gobernador GABINO CUE, en tremendo galimatías político cuyo desenlace es de pronóstico reservado. Diputados consultados por este columnista, aseguran que “el juicio político contra Esteva, va en serio”.
EN EL último medio siglo, en el ámbito político, no he oído ni leído, ni siquiera como advertencia, “juicio político” contra algún secretario de estado o algún alto funcionario público.
Extraviado
EL TESTIGO de una charla en las altas esferas del poder, con base en lo que escuchó, me confirma que el comportamiento de ALBERTO ESTEVA se puede circunscribir en esa máxima política que dicta que “el poder transforma. Atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”.
CUENTA: en el momento más álgido de la noche del pasado viernes siete, cuando un grupo de diputados del PRI encabezados por ALEJANDRO AVILÉS, exigía al secretario general de gobierno, ALFONSO GÓMEZ SANDOVAL, que frenara los abusos del secretario de Seguridad, uno de los legisladores le pidió: por favor, allí está el teléfono, hable con ESTEVA. “Usted dice que no ordenó el uso de la policía, el secretario dice lo contrario”.
EL coordinador de la fracción tricolor habló con ESTEVA para invitarlo a dialogar en la Secretaría de Gobierno. La respuesta del SSPO fue amenazante: “ustedes como diputados, cumplan, yo estoy cumpliendo con mi deber…”. Fue un intercambio entre dos fajadores de la política. Avilés le respondió: “ten cuidado, te responsabilizamos de los actos de represión y de intimidación. Aquí estás amenazando a los diputados, no están con los niños, mujeres y ancianos que golpeaste”.
