Francisco GARFIAS/Excélsior
Miguel Ángel Osorio y Luis Videgaray alzaron la ceja al enterarse de que el dedo del presidente Enrique Peña Nieto, priista número uno, apuntaba hacia Manlio Fabio Beltrones para suceder a César Camacho en la oficina principal del edificio de Insurgentes Norte.
Los titulares de Gobernación y de Hacienda son considerados como los principales damnificados por una decisión que gustó a la militancia y que, además, ha sido bien recibida por buena parte de la comentocracia.
No es para menos. Beltrones es un político muy completo. Su nueva posición alcanza para transformarse en plataforma, para construir una candidatura presidencial en el 2018.
Ya lo vimos con Roberto Madrazo en 2005-2006.
A Manlio le han preguntado si quiere ser candidato a la presidencia de la República en el 2018. Acaricia la idea, desde el 2012.
Estatutariamente no tiene impedimento para aspirar al cargo, pero le dijo aCiro Gómez Leyva que no va a ser árbitro y jugador a la vez.
El mensaje que deja es que no va a usar la presidencia del partido para promover su agenda personal. Hasta ahora, ha sido hombre de palabra. Lo reconocen los opositores que lo han tratado.
Y este reportero lo ha comprobado personalmente.
Pero no nos chupamos del dedo. Sabemos que la tentación allí está. No hay una figura del PRI que destaque para el 2018. A Osorio se le escapó El Chapo.
Videgaray no ve la suya con una economía que no crece lo que se requiere, pero, además es el que cobra impuestos.
Los gobernadores del tricolor nomás no pintan. A Rodrigo Medina y a Aristóteles Sandoval los hundió la complacencia con la desmedida ambición de sus progenitores. El queretano José Calzada perdió la elección en su estado. De Javier Duarte mejor ni hablamos. Rubén Moreira carga el apellido. Roberto Borge no tiene proyección. Eruviel Ávila no puede enderezar el Estado de Mexico. Fernando Toranzo no existe; a Fernando Ortega nadie lo conoce, y así le podríamos seguir….
“La caballada está flaca”, diría el cacique guerrerense, Rubén Figueroa”.
En esas condiciones, yo no dormiría tranquilo con Manlio allí, aunque repita que no se va a distraer con el 2018.
Miguel Basáñez como embajador de México en Estados Unidos es una mala noticia para José Antonio Meade. El académico, quien desde hace 12 años vive en Boston, no estaba en el radar del canciller.
La lectura que dentro del gobierno federal le dan a esta sorpresiva designación es que el presidente Peña quiere que el futuro embajador de Washington reporte directamente a Los Pinos, sin pasar, primero, por el titular de la SRE.
Basáñez, académico y encuestador, es integrante del grupo mexiquense al que pertenece Enrique Peña. Fue secretario particular de Alfredo del Mazo González en sus tiempos como titular de Energía.
No tiene experiencia diplomática, ni las conexiones requeridas para tener éxito en esa misión diplomática, la más importante para el país.
Por lo demás, nadie se explica por qué esa representación está acéfala desde que Eduardo Medina Mora fue llamado para ser ministro de la Suprema Corte, hace más de medio año.
El nombramiento del bisoño Basáñez se explicaría por su pertenencia al grupo mexiquense. Ese sería el principal mérito. Una bofetada a gente que tiene la experiencia y el know how como es Jorge Montaño, actual embajador de Mexico en la ONU.
Jeb Bush llamo “bufón, payaso y ojete” a Donald Trump. Lo suscribimos al 100.
Todavía, hace poco, el asunto reapareció en los medios de comunicación. El diputado federal del PRD, Fernando Belaunzarán, lo llevó el miércoles a la tribuna de la Comisión Permanente.
“Carlos Loret de Mola dice que el 70% de los muertos de Tanhuato (fueron 42) tenía el tiro de gracia en la nuca”, recordó el legislador.
Los muertos habrían pertenecido al Cártel Jalisco Nueva Generación y se habrían refugiado en ese lugar, después de haber derribado un helicóptero del Ejército.
Pensamos en otro Tlatlaya, pero en la PGR nos aseguran que no. “Ni tiros en la nuca, ni ejecuciones sumarias”, subrayan.
Alegan que el peritaje no lo hizo la Federación, como afirma el reportero, sino el gobierno de Michoacán. “No se parece ni en una coma a lo que se publicó”, recalcan.
Se declaran convencidos de que alguien “cruzó” al reportero “para desprestigiar a la autoridad”. ¿Lo cree?
Dunia Ludlow es una joven priista que enfrenta un reto difícil: vencer inercias y lograr que el TEDF le corrija la plana al Consejo General del IEDF que, dice ella, la dejó fuera de las listas B plurinominales a la ALDF, por una cuestión de género, a pesar de que obtuvo mayor votación que la fórmula masculina que sí entró.
“Fui indebidamente desplazada por una fórmula del sexo masculino que obtuvo una votación y un porcentaje menor que el mío”, asegura.
Nos mandó todo un expediente. No alcanza el espacio para incluirlo. La última palabra la tiene TEDF. El Día D para Dunia es el próximo 15 de agosto.