Roberto Vizcaíno / Mensaje Político
Tras la puerta del poder
Prácticamente todos los coordinadores parlamentarios en el Senado y la Cámara de Diputados coincidieron en exigir que, si existen reportes de inteligencia del Estado que vinculen a legisladores federales o locales al crimen organizado o al narcotráfico, estos deben ser investigados y castigados en caso de confirmarse esa relación.
Lo anterior se señaló tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados luego de que varios medios dieran a conocer que informes de órganos de Inteligencia gubernamentales, habían encontrado a siete diputados de Morelos, con presunta relación con criminales.
En este caso estarían, se dijo, el petista Alfonso Miranda Gallegos, el tricolor Matías Nazario Morales, el ex priista Manuel Martínez Garrigós, Rosalinda Mazari, el priista Juan Carlos Rivera Hernández, el panista Javier Bolaños y el verde Ángel García Yáñez.
El caso más grave y con mayores antecedentes es el del diputado morelense del PT, Miranda Gallegos quien de entrada es tío de Santiago Mazari Miranda, alias “El Carrete”, y reconocido líder de del grupo delincuencial Los Rojos, enemigos de Los Guerreros Unidos.
El Congreso de Morelos lo integran 30 legisladores.
El petista Miranda Gallegos carga con averiguaciones y señalamientos desde que fue alcalde de Amacuzac, entre 2009 y 2012. Durante su gestión, en 2010, se dio un enfrentamiento entre el Ejército y la Policía Federal con una banda local con un saldo de tres muertos.
Luego del enfrentamiento el alcalde denunció abusos de los militares a quienes acusó de haber cometido allanamientos en casas particulares y haber torturado a algunos habitantes.
Un año más tarde el Ejército persiguió a “El Carrete” por varias calles e inmuebles de Amacuzac, quien sorpresivamente se les escapó.
Luego se sabría que el delincuente se resguardó en casa de Flavia Domínguez Mariche, de 71 años, quien tuvo que darle apoyo bajo amenaza de muerte.
Pero El Carrete al huir le dejó una bolsa con alhajas las mismas que fueron reclamadas dos días después a Flavia por el hoy diputado petista Alfonso Miranda Gallegos y uno de sus hermanos.
Todo ello consta en el expediente PIO1/569/2012. Luego de que Flavia hizo su denuncia, desapareció.
Una vez elegido su sucesor en la alcaldía de Amacuzac, Alfonso Miranda fue denunciado por su sucesor, Noé Reynoso Nava por amenazas y agresiones.
En su denuncia SCO1/14157120, Reynoso Nava narra que varios hombres armados y encapuchados llegaron a su casa para advertirle que no se metiera con Alfonso Miranda.
A inicios de 2014, Tania Valentina Rodríguez, dirigente del PT en Morelos, confirmó que el diputado Alfonso Miranda había sido suspendido de sus derechos partidarios para enfrentar un proceso interno bajo la denuncia de corrupción de cuando era alcalde.
Impune en todos estos casos, Miranda organizó una fiesta el 23 de enero de 2014 al interior del Congreso estatal a donde llegó con un grupo norteño que le tocó y cantó todo el tiempo narcocorridos.
Como un reto a quienes lo señalan por sus vínculos con su sobrino “El Carrete” y otros grupos delincuenciales, Miranda cubrió no hace mucho la fianza del ex policía Pedro Ramos Hernández, quien ha sido acusado junto con 23 delincuentes por cometer secuestros.
Apenas en septiembre pasado, el Congreso del Estado desechó la petición del fiscal Rodrigo Dorantes Salgado, presentada en julio, para retirar el fuero constitucional al diputado petista.
Hay más
Sin embargo el caso del diputado petista Miranda Gallegos no es ni por mucho el único caso de legisladores morelenses vinculados al narco o a la delincuencia organizada.
Tal es el caso del panista Javier Bolaños Aguilar a quien se vincula con actos de corrupción como titular de la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente en la administración del exgobernador blanquiazul Sergio Estrada Cajigal, quien tuvo una relación sentimental con una hija del jefe narco Juan José Esparragoza, “El Azul”.
El ahora diputado panista Bolaños no pudo comprobar cerca de 200 millones de pesos los cuales, dicen algunos, fueron a alimentar negocios de él y de Estrada Cajigal.
Otros casos son los de los diputados Matías Nazario Morales, Juan Carlos Rivera Hernández y Manuel Martínez Garrigós, a quienes se vincula con delitos de fraude.
Al diputado del verde Ángel García Yáñez se le vincula con actos de extorsión como presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso morelense.
Finalmente se habla que la diputada Rosalina Mazari Espín, tía de “El Carrete” tiene a través de éste relaciones con algunos grupos delincuenciales.
Hasta el Gober
En este contexto el gobernador perredista de Morelos, Graco Ramírez tuvo que reconocer que a él se le acercaron durante su campaña para pedirle conversar con capos de la delincuencia organizada morelense.
“No acepté”, afirmó Graco, sin tener más confirmación que su propia palabra.
Confrontados a esta realidad, el coordinador de los senadores del PRI, el yucateco Emilio Gamboa dijo que en estos casos como en lo que pudieran aparecer, no existe otro camino que la investigación judicial y el castigo penal.
Reconoció que el caso de los diputados de Morelos se discutió dentro del grupo de senadores del PRI, pero se dejó ahí porque ninguno de ellos pudo aportar mayores datos.
En el mismo sentido se pronunció el coordinador de los senadores del PAN, el colimense Jorge Luis Preciado