Enrique ARANDA/Excéslior
Incontenible, como es, el deterioro de la imagen y la pérdida de credibilidad de los partidos políticos, todos, ante la sociedad, suscita hoy la irrupción de no pocas manifestaciones de asociaciones y/o personajes de la vida pública que, particularmente a través de redes sociales, intentan incidir en el proceso electoral en marcha y, más, en el votante con miras a inducir una más responsable participación y emisión del sufragio el próximo junio.
Ayer, con el explícito propósito de contrarrestar “el fracaso rotundo de la nueva normatividad electoral en materia de campañas…” que, en la práctica, no ha hecho más que favorecer la spotización (política), la transmisión de miles, millones de anuncios partidistas sin mayor contenido que ataques, demandas y/o señalamientos que nada aportan. Ciudad Posible, organización civil encabezada por el exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, durante el calderonato, puso en marcha una campaña orientada a identificar a candidatos a jefes delegacionales y legisladores locales comprometidos (o no) con el desarrollo de políticas que favorezcan la sustentabilidad del Distrito Federal.
Hablamos, se expuso, de promover alternativas para que la ciudadanía exija a quienes aspiran a gobernarla o a representarla que hagan explícito compromiso de impulsar la denominada “agenda ambiental”, un selecto grupo de temas transcendentales que, a largo plazo, garanticen la sustentabilidad de la Ciudad de México, su viabilidad… temas que, vale decir, hoy por hoy brillan por su ausencia en las campañas de los candidatos de todos los partidos políticos a puestos de elección.
En concreto, habría que decir, la campaña de Ciudad Posible aspira a conseguir el compromiso de los candidatos —#CandidatoSostenible— en lo que se refiere a un mejor manejo de la energía en la capital del país que, huelga recordar, es la metrópoli más rezagada en lo que refiere al uso de energías renovables, puesto que “no existe aquí ninguna agenda de energía renovable ni del jefe de Gobierno ni de una (inexistente) Secretaría de Energía…”; en lo relativo a la definición de una política más moderna en cuanto a distribución de gas, puesto que el DF es, aún hoy, la única metrópoli —entre las más desarrolladas de occidente— que todavía mueve el gas en cilindros y en llenado de tanques de gas a través de pipas, cuando todas las ciudades tienen ya sistemas de redes modernos y seguros para la distribución de gas natural y, entre otras cosas, poco o nada se “absorbe, capta” de la energía de la basura, todo el gas que se desprende de ella…
…más lo relativo al primero y más preocupante de todos los temas ambientales: el riesgo de desabasto de agua por la sobreexplotación del acuífero, la (escandalosa) pérdida de agua en redes, el cero tratamiento y mantenimiento o reúso en esta ciudad que es la más importante y poblada del país.
La inexistencia de estos temas en la agenda de candidatos, se diría entonces, convierte a éstos en #CandidatosInsostenibles o, déjeme decirlo así, encandidatos inelegibles. ¿O no? (Twitter: @DFCiudadPosible; Facebook: /CiudadPosible; www.ciudadposibledf.org).
