Cumplir con las principales medidas para evitar la propagación del COVID-19 —la sana distancia y el aislamiento voluntario— por lo menos este fin de semana fue difícil.
Decenas de turistas llegaron a las playas, bares y discotecas, y los locales tampoco se quedaron en casa: salieron a atenderlos, pues la mayoría vive del turismo.
Los turistas del centro del país adelantaron las vacaciones que no son tales, como han insistido las autoridades, pero ante tal afluencia turística no cerraron los negocios.