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Sin credibilidad y dividida, la Iglesia que deja Chávez Botello

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Protagonista de uno de los pasajes más oscuros del catolicismo oaxaqueño, José Luis Chávez Botello dejó definitivamente, el pasado 25 de abril, la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, a la que llegó hace 14 años y medio, el ocho de noviembre de 2003. Chávez se fue, al parecer, sin ninguna indagatoria judicial en su contra, a pesar de las múltiples acusaciones por brindar protección a curas pederastas y de orquestar campañas de represión en contra de quienes osaron revelar la verdad que impera detrás de la Iglesia oaxaqueña

  

Texto: David MÉNDEZ

Fotos: Esteban CHINCOYA

 

Entre polémica, acusado no sólo de ocultar casos de pederastia cometidos por sacerdotes sino de haber brindado protección a al menos dos de los  imputados –uno sentenciado y otro prófugo de la justicia–, lo que sumió a la Iglesia Católica de la entidad en una crisis de credibilidad y división, José Luis Chávez Botello dejó oficialmente la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca el pasado 25 de abril, luego de 14 años y cinco meses al frente de ella.

Chávez Botello se desempeñó como Arzobispo hasta el 10 de febrero de 2018, día en que El Vaticano aceptó su renuncia al cargo, presentada en 2016; luego, a la espera del nombramiento del nuevo titular, fungió como administrador apostólico.

Intolerante a los cuestionamientos, tal y como fue durante sus últimos años al frente del gobierno de la Provincia Eclesiástica de Antequera, Chávez se fue impidiendo que el nuncio Apostólico –representante del Papa en México–, Franco Coppola, hablara a detalle sobre la crisis de violencia que sacude actualmente al país y que entre sus antecedentes recientes resalta el asesinato de tres estudiantes de Jalisco y la disolución de sus cuerpos en ácido para borrar cualquier rastro de ellos, así como la desaparición de cinco jóvenes más oriundos de Tlaxcala, cuyos vehículos fueron localizados incinerados sobre la carretera Temascal-La Granja, en los límites de Oaxaca y Veracruz.

Cuando Coppola, italiano radicado en México desde hace casi dos años, respondía a Real Politik en torno a los planteamientos sobre la amnistía a criminales hechos por el candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, Chávez Botello hizo un gesto de desaprobación y soltó un “ya, ya”, que propició que los tres guaruras que custodiaban a ambos personajes se abalanzaran en contra del reportero para detenerlo, mientras las autoridades católicas subían presurosas al vehículo que las alejaría del auditorio Guelaguetza, donde se había realizado una “celebración eucarística”.

 

***

 

Aquel festejo religioso, al que asistieron alrededor de 9 mil personas, fue organizado, justamente, al mediodía del miércoles 25 de abril para darle la bienvenida como nuevo Arzobispo a Pedro Vázquez Villalobos, quien a partir de ese día y durante los próximos ocho años –cuando cumpla 75 años y deba retirarse, como lo hizo su antecesor–, se desempeñará como jerarca de la Arquidiócesis de Antequera, a la que pertenecen las diócesis de Puerto Escondido, Tuxtepec, Tehuantepec y las prelaturas de Huautla de Jiménez y de Mixes (con sede en San Pedro y San Pablo Ayutla), que abarcan las parroquias erigidas en siete de las ocho regiones de la entidad (Huajuapan de León pertenece a la Arquidiócesis de Puebla).

En su primer discurso enviado a los fieles, el ex obispo de Puerto Escondido admitió que la Iglesia oaxaqueña ha fallado, que se encuentra “desfigurada”, pero, al mismo tiempo,  “blindó” el actuar de Chávez Botello, al que calificó como “siervo bueno y fiel”, al que le pidió recibir el “cariño” y “gratitud” de todos los católicos.

 

 La Iglesia exonera a Chávez

 

Horas antes, en las instalaciones de la Catedral de Oaxaca, sede de la Arquidiócesis, Vásquez, en una conferencia de prensa realizada tras haber asumido de manera oficial el cargo, había sido más claro: “No creo que (Chávez Botello) haya encubierto los casos de pederastia; creo que los trató como debía de tratar todos esos casos”.

Y luego intentó desmarcarse de su antecesor: “(Habrá) cero tolerancia (a la pederastia durante mi gestión), y yo le pido a Dios que ninguno de nosotros ministros, que ninguno de los fieles, cometamos estos delitos”.

No se pronunció, sin embargo, sobre si apoyaría alguna indagatoria judicial en contra del anterior Arzobispo.

Lo que sí hizo el nuevo líder católico, de 67 años y también nacido en Jalisco, fue matizar las denuncias que existen en contra de los integrantes de la Iglesia: “Porque se señala a los sacerdotes como si fueran los únicos, pero, a veces, en nuestra familia están los más grandes pederastas: el padre de familia, el hermano”.

Durante el encuentro oficial con los medios de comunicación no hizo más pronunciamientos al respecto, y, horas después, al término del festejo realizado en el auditorio Guelaguetza, se negó a hablar con Real Politik.

“Ahora no”, soltó, luego de ser abordado y siguió su marcha a paso veloz hasta salir del inmueble y abordar un vehículo, siempre custodiado por un escolta.

 

Encubrimientos y represión, el legado

 

Chávez Botello, quien presentó su renuncia ante El Vaticano el ocho de febrero de 2016, después de cumplir la edad para su retiro, enfrentó durante los últimos dos años de su gestión diversos escándalos por casos de pederastia, recordó la revista Proceso.

Entre ellos destacan el del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández, condenado a 16 años de prisión por corrupción de menores, y el del vicario Episcopal de Pastoral de la Arquidiócesis de Antequera, Carlos Franco Pérez Méndez, calificado como “mano derecha” del ex arzobispo, quien fue aprehendido por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) el 15 de julio de 2016 por el delito de abuso sexual agravado en contra del catequista Lenin Moisés López Jiménez.

Tres días después de la detención del Vicario, el Juez Cuarto de lo Penal otorgó a favor del indiciado un auto de libertad, bajo el argumento de que no existían elementos para ser sometido a juicio; sin embargo, siete meses después, en febrero de 2017, el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca (TSJE) revocó la resolución y ordenó su reaprehensión, tras considerar que existían elementos para que fuera sometido a un proceso penal.

Desde entonces, el hombre, cuya influencia en la Iglesia era equiparable con la de un Obispo Diocesano, permanece prófugo.

 

Pasaje oscuro del catolicismo

 

Luego de que la acusación contra Carlos Franco Pérez se hizo pública, el coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Alejandro Solalinde Guerra, se pronunció a favor de la familia del menor y acusó a Chávez Botello de proteger al inculpado.

En julio de 2016, tras la detención de Pérez, Solalinde demandó la renuncia del entonces Arzobispo por haber incurrido en el delito de encubrimiento.

“El papa Francisco ordenó a Obispos encubridores de pederastas  que renunciaran. Usted encubrió a su vicario, Carlos Franco. Renuncie! (sic)”, publicó el 15 de julio en la red social de Twitter, el también activista y defensor de migrantes.

“El Jueves Santo (de 2016) Carlos Franco, vicario de Pastoral de Oaxaca, abusó sexualmente de un hijo de dirigentes católicos. El Arzobispo, lo encubrió”, remarcó posteriormente, quien en 2017 fuera postulado al Premio Nobel de la Paz.

En su momento, José Luis Chávez dijo desconocer por qué Solalinde pedía su renuncia y argumentó que todos los integrantes de la Iglesia debían caminar “en la verdad”.

Sobre el caso que involucra al ex vicario, argumentó que podría tratarse de una “cortina de humo”, para tapar escándalos del gobierno.

 

Más casos

 

Pero Solalinde no fue el único que acusó a Chávez de dar protección a abusadores sexuales y violadores de menores, pues el sacerdote de la parroquia de San Francisco Telixtlahuaca, Miguel Ángel Morelos García, uno de los primeros en denunciar públicamente  el caso de Gerardo Silvestre Hernández, el párroco detenido en 2013 y sentenciado en enero de 2017 a 16 años de prisión al comprobarse su participación en el delito doloso de corrupción de menores en su modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos, denunció en reiteradas ocasiones que la Arquidiócesis intentó separarlo de su cargo como represalia por sus acciones en contra de los ultrajes clericales.

Incluso, la población de Telixtlahuaca tuvo que salir en diversas ocasiones en defensa de Morelos, cuando las autoridades católicas intentaron desalojarlo de la parroquia. Finalmente, el sacerdote murió el 27 de diciembre de 2017, sin ser removido.

Los que no pudieron contrarrestar  el embate del entonces Arzobispo fueron los párrocos de las iglesias de Cristo Rey, Apolonio Merino Hernández, y de Santiago Camotlán, Ángel Noguera Nieto, quienes fueron separados del sacerdocio en 2015 –de acuerdo con sus denuncias—también por haber ventilado públicamente los abusos sexuales que cometía Silvestre Hernández.

Al igual que Miguel Ángel Morelos, Apolonio Merino y Ángel Noguera exigieron castigo en contra de los responsables de violaciones clericales y el fincamiento de responsabilidades contra su ex jerarca por encubrir esos hechos.

Las movilizaciones llegaron a tal grado que sacerdotes, víctimas y familiares de éstas demandaron que José Luis Chávez Botello ofreciera una disculpa pública a nombre de la Iglesia por los agravios cometidos en contra de la sociedad. Ésta, sin embargo, nunca llegó.

 

Olvidan pederastia, recriminan

pobreza y evaden inseguridad

 

Tras sortear el tema de la pederastia ante los medios de comunicación, el nuevo arzobispo, Pedro Vásquez, respaldado por el nuncio, Franco Coppola, recriminaron la miseria y pobreza que predominan en la entidad, así como la inestabilidad social, que han “herido” tanto a Oaxaca como a la Virgen de la Soledad, su patrona.

Ante los fieles, que esperaban impacientes en el auditorio Guelaguetza el primer mensaje del representante del catolicismo, Vásquez lanzó una crítica en contra de las autoridades, a las que cuestionó si habían decidido seguir al “mal”.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat; su esposa, Ivette Moran, y el titular del Poder Judicial, Raúl Bolaños Cacho Guzmán, acudieron al acto y escucharon el sermón.

“Nuestras autoridades, sean federales, estatales o municipales, deben actuar con misericordia. Nuestro pueblo sufre la pobreza viviendo en una tierra rica ¿Qué ha pasado?, ¿qué está pasando? ¿Por qué muchos de nuestros hermanos viven en la pobreza y muchos más en la miseria?”, dijo ante los asistentes.

“Al pensar en nuestros pueblos, se piensa también en las autoridades: ¿Qué hacen? ¿Cómo ejercen su autoridad?… Al mirar el sufrimiento, la pobreza y el desencanto de nuestro pueblo, quiero hacer una pregunta a quiénes son autoridades: ¿Cómo han vivido? ¿Han hecho a un lado la bondad que Dios ha puesto en sus corazones y ha entrado a vivir en ustedes la maldad?…”, reprochó.

Después de ello, pidió a los funcionarios ser “buenos administradores” porque la distribución equitativa de los bienes cambiará el “rostro triste” de quienes sufren pobreza y miseria.

 

***

Según información de la Secretaría de Finanzas de Oaxaca, durante los últimos 14 años, el gasto ejercido directamente por los últimos tres gobernadores, sin la intermediación del gobierno federal, asciende a por lo menos 641 mil 916 millones de pesos, lo que equivale a casi la totalidad de los ingresos petroleros obtenidos por México entre 2016 y 2017.

Sin embargo, a pesar de los multimillonarios presupuestos con que han contado las autoridades de Oaxaca, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que el número de pobres en el estado aumentó de 2 millones 310 mil personas, en 2008, a 2 millones 847 mil en, 2016; es decir, 537 mil ciudadanos más en esa condición.

Los Indicadores de Bienestar del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportaron que la informalidad laboral –personas que trabajan sin prestaciones de ley o que no son reconocidas como empleados– pasó de 79.39 por ciento, en 2007, a 82.02, en 2016, mientras que la tasa de condiciones críticas de ocupación –personas que necesitan trabajar más tiempo debido a que sus ingresos no les son suficientes para subsistir—subió de 17.1 a 21 por ciento, en el mismo periodo.

Por inercia, la desigualdad también aumentó: el coeficiente de Gini pasó de .509, en 2010, a 0.513, en 2016. Los componentes anteriores derivaron en que esta entidad, en 2016, haya reportado el peor índice de satisfacción con la vida del país, con 75 por ciento.

“…La iglesia debe tener esta voz, acercarse a los muchos que están dolidos, heridos”, dijo, en su intervención, el Nuncio Apostólico.

“Don Pedro Vásquez, el Papa sueña con una Iglesia que sea familia y le confía esta iglesia de Antequera-Oaxaca, una iglesia tan herida, tan dolida, que sufre tanto… La Virgen de Guadalupe, como la Virgen de la Soledad, está dolida y necesita compañía; cercanía…”, continuó.

 

México, sumido en

crisis de inseguridad

 

En la Catedral Metropolitana, Franco Coppola había calificado como “insoportable” e “inaceptable” la violencia que se suscita actualmente tanto en Oaxaca como en todo el país.

Consultado por la prensa sobre los casos de los estudiantes jaliscienses Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos, desparecidos el pasado 19 de marzo y que fueron asesinados y disueltos en ácido en una finca por presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, escisión del Cartel  Milenio, comentó: “Mi opinión yo la dije desde mi llegada hace un año y medio, en septiembre, la violencia que se vive es insoportable e inaceptable por el pueblo mexicano, tan cristiano, tan católico.

“Es un desafío para las autoridades no llegar a matarse y es algo que concede la educación”.

“(Más que) condenar, tenemos que interrogarnos y hacer mucho más en la formación. Todos, a todos los niveles, el Estado, la Iglesia, la sociedad civil, en formación de respeto de uno a otro”.

Hora más tardes, a su salida del auditorio Guelaguetza, este medio lo abordó:

–El nuevo Arzobispo y usted coincidieron que Oaxaca está herida

–Claro, es evidente; me parece.

–¿Hay una crisis de seguridad en el país?

–Es evidente, pero tampoco son cosas fáciles de resolver.

–Hay quienes dicen que una amnistía sería benéfica, ¿qué opina?

–No, no es papel de la Iglesia, eso.

–¿Lo vería bien?

Cuando se disponía a responder, los guardias de seguridad se abalanzaron contra el reportero, por lo que el embajador de El Vaticano optó por enmudecer y subir al vehículo que lo esperaba tanto a él, como a José Luis Chávez Botello, quien solo miró.

Minutos después, también el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos evitó responder.

–Mencionaba que Oaxaca está dañada.

–Ahorita no puedo.

–¿Cómo se puede restablecer la paz?, soltó el reportero mientras caminaba detrás de él

–Trabajaremos, trabajaremos.

Su semblante fue distinto al que minutos antes había mantenido frente a los feligreses, ante los que reconoció que la Iglesia ha fallado.

“Dice el apóstol Pedro: ‘El enemigo, el diablo, como león rugiente, anda buscando a quién devorar. Cuando se piensa en el caminar de la Iglesia, se piensa en los obispos y sacerdotes. Nuestro pueblo se fija cómo vivimos, qué hacemos, cuál es nuestro testimonio… así se califica a la iglesia.

“Bien o mal, con dolor reconocemos que hemos fallado y el rostro de la Iglesia de Cristo se ha desfigurado”.

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