Han recorrido las mesas de La Tuta hombres del poder económico, político y hasta periodístico…
Joel Hernández Santiago
@joelhsantiago
Pues sí. “Éramos muchos, y parió la abuela” que se dice. Ahora tocó a periodistas estar con Servando Gómez, “La Tuta”, y les tocó, también que su encuentro fuera ‘filtrado’ a la Cadena MVS para ser exhibido urbi et orbi… ¿Por qué? ¿Para qué?…
Con más frecuencia de lo normal, por estos días en México muchos acumulan poder y gloria por la vía corta del enriquecimiento ilícito (ya por la vía de la delincuencia organizada o por la vía de la función pública o empresarial). Y con más frecuencia de lo normal, son estos poderosos los que deciden caminos sin ley, que dijera Graham Greene y que recorren quienes están dispuestos a mendingar migajas de ese poder y de ese dinero, para ser parte de una gloria oculta y no precisamente celestial.
Así que Servando Gómez es uno de los hombres más poderosos del país y uno de los más buscados.
El gobierno federal, el estatal y los municipales de Michoacán, dicen que lo buscan por cielo mar y tierra para que pague sus cuentas con la ley, por delitos que tienen que ver con el crimen organizado y más hazañas que se le atribuyen. Dicen que no lo encuentran, pero que “ya mero”.
Muchos otros lo buscan para estar con él, para hablarle y decirle que quieren su ayuda, que quieren su protección, que quieren parte de su imperio y que quieren parte de su poder para ser o estar. Y lo encuentran fácilmente.
Así, han recorrido las mesas de La Tuta hombres del poder económico, político o periodístico: empresarios, presidentes municipales, ex presidentes municipales, secretario de gobierno que fue gobernador, un hijo de gobernador, policías, legisladores… y los que se acumulen y de los que sabremos gracias a la magia de la comunicación.
Esa magia de la comunicación de la que no se quiere sustraer, incluso, el hombre más buscado y más encontrado de México. Quiere verse colocado en la cresta de una popularidad mediática que incremente su presencia y su imagen. Y para eso se supone que pidió el consejo de periodistas que saben de lo mediático y que saben de información y de imagen…
Pero ¿por qué habría de querer mayor presencia mediática quien de por sí ya la tiene y ya está colocado en esa cresta, aun cuando esa imagen no sea precisamente ejemplar y sí temible? ¿Qué es lo que quiere transmitir Servando Gómez a los mexicanos?
Algo sí nos está mostrando: El retrato de un buen número de ciudadanos ejemplares que ocultan corrupción en sus portafolios. De sorpresa en sorpresa, La Tuta nos ha exhibido a algunos de quiénes se han acercado a él. Y lo hace porque quiere demostrar que no hay nada químicamente puro en el sistema de vida mexicano. Exhibe a quienes traicionan la confianza ciudadana, pero al mismo tiempo traiciona a quienes confiaron en él… Es un juego de la fortuna, terrible y peligroso.
Los videos que conocemos fueron tomados por gente al servicio de Servando Gómez. Y los distribuyen con su anuencia de forma estratégica en tiempo y en lugar apropiado, según su criterio.
“Señora Aristegui (Carmen). Le mandamos un regalito contra sus amigos de Televisa hace unos días. No ha sacado nada. Este material va a salir. Esperamos que sea por su programa”, decía el paquete en el que presuntamente llegó el video del encuentro entre el corresponsal de Televisa en Michoacán, Eliseo Caballero y José Luis Díaz Pérez, dueño y director de la agencia de noticias Esquema. Naturalmente, quienes lo enviaron conocen el conflicto entre la empresa de televisión y la periodista más escuchada del país.
El cometido se cumplió y surgió el escándalo mediático en donde La Tuta se posiciona y descompone a quienes presuntamente lo aconsejaron. Error. Evidentemente este personaje sabe más de medios, que quienes se propondrían mostrarle el camino.
Lo misterioso del caso es que con estos mensajes, La Tuta toca fibras sensibles en el sistema político, social y empresarial de México. Esta vez caló a Televisa, la que de inmediato dio de baja a Eliseo Caballero y se reservó los procedimientos judiciales que vengan al caso. Pero el golpe está dado.
Exhibe, asimismo, la debilidad del sistema de seguridad mexicano y de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que encabeza Alfredo Castillo Cervantes y que se supone que debería poner orden en Michoacán y poner en el imperio de la ley a quien no está en ley. Todos, o casi todos, pueden ver a La Tuta, menos él. ¿O ya se han visto? En fin.
Feo panorama este. Piezas de nuestro cuerpo social enfermas. Naturalmente, los procedimientos de investigación habrán de definir inocencia o culpabilidad de estos encuentros cercanos con el tercer tipo, pero mientras son peras o son manzanas, el sistema político mexicano está muy mal parado en eso que se llama seguridad pública, armonía y paz social.