Maestros, normalistas y transportistas ponen en jaque a la capital con bloqueos, plantones, enfrentamientos y destrozos. El gobierno estatal responde con tibieza a los actos de provocación que desafían el Estado de Derecho. Hay hartazgo entre los oaxaqueños por tanto desorden
Luis Ramírez
Oaxaca está convertida en una tierra sin ley.
Los actos vandálicos de la Sección 22 del SNTE, las movilizaciones de normalistas y la violencia desatada por transportistas durante la última semana, muestran la anarquía y la impunidad que imperan en el estado.
“¡Ya estamos hasta la madre con este tipo de acciones reprobables!!”, es una frase en la que el coordinador de la fracción del PRI en el Congreso local, Alejandro Avilés Álvarez resume el hartazgo de los oaxaqueños ante tanto desorden.
El jueves, en un abierto desafío al Estado de Derecho, un contingente de maestros de la Sección 22 del SNTE, provenientes de la región del Istmo, irrumpieron violentamente en la sede del Partido Revolucionario Institucional y en las oficinas de gestión social de los legisladores priistas, Samuel Gurrión Matías y Eviel Pérez Magaña, donde causaron destrozos, rompieron ventanales, saquearon la papelería y quemaron mobiliario.
Encabezados por el Secretario de Organización de la Sección 22 del SNTE, Francisco Manuel Villalobos Ricárdez, los profesores, quienes relevaron a sus compañeros de los sectores de la Costa, marcharon del zócalo a las oficinas del Comité Directivo Estatal del PRI, ubicadas Santa Rosa Panzacola.
En el lugar, los manifestantes, impactaron una camioneta en el portón de las instalaciones y de esa manera ingresaron a la sede del Revolucionario Institucional en donde destrozaron ventanales, saquearon la papelería y el mobiliario y pintarrajearon paredes.
Después, en marcha de “pies cansados”, se dirigieron a la colonia Reforma a las oficinas de gestión del diputado federal Samuel Gurrión Matías, en donde destrozaron los ventanales y rompieron las puertas para ingresar y saquear papelería y mobiliario que amontonaron sobre las calles de Belisario Domínguez y Amapolas.
Los manifestantes llegaron hasta la azotea de la Casa de Gestión de donde bajaron un enorme espectacular que más tarde incendiaron en la calle, junto con sillas, escritorios y papelería.
Posteriormente, en las oficinas de Gestión del Senador Eviel Pérez Magaña, en la esquina de Jazmines y Álamos en la misma Colonia Reforma, los mentores también saquearon papelería y mobiliario que arrojaron a la calle, luego de pintarrajear las instalaciones.
El secretario de Organización de la Sección 22 del SNTE, Francisco Manuel Villalobos Ricárdez, sentenció que estas acciones son la “respuesta del magisterio democrático a la traición de los diputados priistas al haber aprobado la Reforma Educativa, que ahora se pretende imponer en Oaxaca”.
El viernes, los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) tomaron la caseta de cobro de San Pablo Huitzo y por la noche la Asamblea Estatal del magisterio analizaba realizar acciones más radicales contra la Reforma Educativa y trasladarlas a la Ciudad de México.
Oaxaca, fue una de las cuatro entidades que no armonizaron en tiempo y forma su normatividad con la reforma constitucional en materia educativa, por lo que el Ejecutivo Federal presentó una controversia en contra del Gobernador del Estado y el Congreso local, por la omisión total de lo dispuesto en la reforma constitucional.
Durante dos semanas consecutivas, los maestros de la Sección 22 del SNTE han impedido la realización de la sesión ordinaria del Congreso local, en la que entre otros puntos debe analizar y aprobar la nueva Ley Estatal de Educación para que luego sea armonizada con la reforma constitucional en la materia.
“Estamos hasta la madre”
Las reacciones por la escalada violenta del magisterio en contra de las oficinas del PRI no se hicieron esperar.
El Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional expresó su más enérgica condena a los actos de violencia y vandalismo de los que fue objeto su sede estatal en Oaxaca, así como las oficinas del senador Eviel Pérez Magaña y del diputado Samuel Gurrión Matías.
La dirigencia priista exigió a las autoridades de Oaxaca una pronta investigación de los hechos para deslindar responsabilidades y castigar a los responsables.
El presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura del Estado, Alejandro Avilés sostuvo que los oaxaqueños “ya estamos hasta la madre de este tipo de acciones reprobables” y aclaró que no es con violencia como se construyen los acuerdos.
Consideró que los maestros están dando “patadas de ahogado” sobre un asunto que no tiene vuelta de hoja, porque la Ley Estatal de Educación de Oaxaca, se tiene que armonizar y todos están conscientes que en éstos hechos “no se gana otra cosa más que un punto malo” contra la sociedad oaxaqueña.
Aseguró que el pueblo ya está en el hartazgo de que el magisterio tome carreteras, se apodere de calles y cruceros en la ciudad, bloquee tiendas departamentales, tome casetas de cobro para liberar el peaje y destruya el patrimonio de los oaxaqueños.
El propio gobernador Gabino Cué, principal aliado del magisterio oaxaqueño, a través de un comunicado expresó su más enérgica condena a “los hechos de violencia y transgresión del estado de derecho” desplegado por un grupo de trabajadores al servicio de la educación, sobre todo cuando el gobierno mantiene una mesa de diálogo con los integrantes de la Comisión Política de la Sección 22 del SNTE.
Por su parte, el diputado local del PAN, Gerardo García Henestrosa pidió a los afectados por los disturbios del magisterio hacer valer la ley para que se castigue a los responsables.
Más violencia
Las pugnas entre la Confederación Nacional de Trabajadores de México y el Consejo Nacional de la Productividad (CNP), se recrudecieron el martes cuando integrantes de ambos grupos se enfrentaron a golpes, pedradas y garrotazos en las inmediaciones del crucero a San Andrés Huayapa. El saldo: decenas de heridos leves, camiones tipo volteo destruidos y uno incendiado.
Los hechos ocurrieron por la tarde, luego que por la mañana, camioneros de la CTM se concentraron en diversos puntos de la ciudad para demandar justicia, colocando mantas para exigir cárcel para William García Méndez y para el dirigente de la CNP, Gilberto Luis Martínez, acusados de la muerte de Giovani Delfino Cano García de 25 años de edad, quien fue asesinado a balazos durante un enfrentamiento entre simpatizantes de la CTM y de la CNP, el pasado 30 de enero en inmediaciones de Plaza del Valle, en los trabajos de construcción de la tienda departamental Home Depot.
Pasado del medio día, taxistas de la CNP armados de palos y piedras llegaron al lugar donde se encontraban los cetemistas y de manera violenta quitaron algunas de las mantas que ahí mismo quemaron, la agresión fue respondida por los camioneros de la CTM que lograron repeler a los cenepistas.
Los cetemistas acusan al senador del PRD, Benjamín Robles Montoya de proteger a los hermanos Luis Martínez y evitar la ejecución de órdenes de aprehensión en contra de los dirigentes de la CNP.
A la violencia de los transportistas se sumaron durante la semana las movilizaciones de estudiantes y maestros de la Escuela Normal Superior Federal de Oaxaca (ENSFO), quienes durante más de tres días desquiciaron diversos puntos de la ciudad con bloqueos para exigir respuesta a sus demandas, entre las que destacan la autorización de plazas automáticas y el reconocimiento a sus estudios.