Roberto López Rosado
Después de dos años, el presidente Enrique Peña Nieto, por fin visitó Oaxaca. Nuca se informó y menos se explicó la razón o razones por las que no había venido. Una de ellas, era le presencia del magisterio disidente. Es por ello que lo hizo blindado en las instalaciones de la Marina.
En esta su primera gira de trabajo, Peña Nieto anunció una inversión por 10 mil millones de dólares, según dijo, para detonar el Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec. El anunció suena bien. El gobernador Gabino Cué Monteagudo, afirmó que 2015 será un año de consolidación, toda vez que se culminarán importantes obras de infraestructura estratégica que contribuirán en forma contundente al despegue económico de Oaxaca. Insisto, el anuncio suena bien porque a decir del gobernador, se concluirían las carreteras que unirán a la Ciudad de Oaxaca con la región de la Costa y el Istmo de Tehuantepec; la modernización de la supercarretera transístmica Acayucan – La Ventosa; además del inicio de las obras del aeropuerto de Ciudad Ixtepec, para habilitarlo como terminal aérea de uso comercial y militar.
Ante el Ejecutivo Federal, Gabino Cué dijo: “En Oaxaca estamos listos y dispuestos a sumarnos a esta iniciativa de gran significado para la reactivación económica de estas zonas estratégicas de nuestro México”. Desde luego que todos los y las oaxaqueñas queremos el despegue económico del Estado, una entidad olvidada, explotada y saqueada década tras década.
Hace unos meses escribí un artículo que titulé “Voltear al Sur”. Ahí, destacaba estadísticas de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (Coneval), en el sur de México, donde se concentran los municipios con el mayor porcentaje de la población que viven con menos de 2 mil pesos al mes.
Precisaba que en 2010, de acuerdo con cifras del CONEVAL, a nivel nacional, la población en pobreza fue de 52.1 millones de personas y 12.8 millones en pobreza extrema, lo que representó respectivamente el 46.3 y 11.4 por ciento del total de la población, y detallaba que Oaxaca, con respecto de las 32 entidades, ocupó el tercer lugar en porcentaje de población en pobreza y de población en pobreza extrema. Por lo tanto, se ubica dentro de las cinco entidades con mayor pobreza en el país.
Demandaba que entidades como Oaxaca, Chipas, Guerrero, Estado de México y Veracruz, necesitan de apoyos financieros y de promoción, que se conviertan en una gran zona productiva donde es primordial que lleguen capitales, que se invierta en estas entidades tan necesitadas.
Sí, efectivamente, Oaxaca requiere de apoyos financieros y de promoción. En Oaxaca hay grandes empresarios que deben ser tomados en cuenta para que participen de los beneficios y no sólo los grandes consorcios nacionales y extranjeros que si bien son empresas especializadas y con los equipos necesarios para la realización de las obras que se anuncian, es importante que las empresas de nuestro Estado, deben ser tomadas en cuenta.
Sin embargo un aspecto es fundamental, los primeros beneficiados deben ser las y los oaxaqueños. No queremos que lleguen empresas a aprovecharse muchas veces de la ignorancia y de la necesidad de nuestro pueblo. No queremos, no permitiremos que lleguen a explotarlos, a ofrecer salarios de hambre, sin seguridad social como en los tiempos de lista de raya. No. Bienvenida la inversión para nuestro Estado y la zona sur del país, pero este anuncio debe contemplar al mismo tiempo, acabar con la pobreza y la pobreza extrema; llevar agua y electricidad, caminos a las comunidades, consultorios y hospitales, escuelas, deportivos; centros de recreación y comedores comunitarios. Los “compromisos” deben cumplirse cabalmente.
Quienes tenemos alguna responsabilidad en el Congreso de la Unión, y no sólo desde ahí, sino un compromiso político y social, debemos estar pendiente de que el beneficio llegue a la población; que a quienes se les empleen sean contratados en las mejores condiciones económicas y de seguridad social, que no sean explotados, ni ellos, ni que se aprovechen de sus tierras bajo el pretexto que servirán “para el bien Oaxaca”. No, no lo vamos a permitir, lo vamos a denunciar cuando así sea.
Ya lo decía en aquella entrega: “No requerimos de discursos mesiánicos, de piezas oratorias salvadoras para ocupar las primeras planas de los diarios o las cabezas de los noticiarios radiofónicos o televisivos. No necesitamos que el ‘Primer Mandatario’ se vista de Huichol, Tarahumara, Chamula o norteño para quedar complacidos. Es necesario que en verdad el Estado mexicano cumpla con la deuda histórica que tiene no sólo con los pueblos indígenas, sino con la población más necesitada”. Es tiempo –plateaba-, de voltear ya al sur”. Qué bueno que se ha dado el paso. Esperemos que sea para bien de Oaxaca y su población. Estaremos vigilantes que así sea.
Del autor
Es profesor en educación primaria por la Escuela Normal Experimental de Cempoaltépetl, Oaxaca. Tiene la Licenciatura en Contaduría por el Instituto Tecnológico del Istmo. Fue presidente municipal de Juchitán de Zaragoza y actualmente es diputado federal del PRD por Oaxaca.
