El fotógrafo señala que la fotografía debería ser un puente que sirva para acercar a la gente y no para alejarla
Christian JIMÉNEZ
En su más reciente visita en la Ciudad de Oaxaca, el fotógrafo norteamericano John Sevigny compartió en una conferencia titulada “Tres ‘ismos´de la fotografía”, sus impresiones personales sobre el oficio de la fotografía al que él ha preferido tratar “como a cualquier otro arte”.
En entrevista, y luego de impartir el conversatorio en uno de los vagones del Museo del Ferrocarril, Sevigny se mostró complacido con la respuesta de los asistentes, con quienes compartió algunas de sus experiencias en la fotografía.
El fotógrafo originario de Miami, quien llegó a México desde hace varias décadas, señaló que al fotografía debería ser un puente que sirva para acercar a la gente y no para alejarla, aunque reconoció que muchos fotógrafos se “esconden” tras los lentes y se empoderan por portar cámaras.
“Yo no estoy de acuerdo con que se asocie a la fotografía con términos agresivos como los de la caza, es muy común hablar de disparos cuando refieres a la fotografía, gran parte de la culpa la tiene la televisión, que se ha ocupado de poner a los fotógrafos como si fueran cazadores”.
Las imágenes, para Sevigny, desde esa perspectiva no son más que cuadros fríos que le quitan humanidad a sus protagonistas. Es también una cuestión de educación social, dijo, la fotografía debería convertirse en algo más humano. “Estamos atrapados en un esquema de fotografía muy seria, hay que buscar mostrar el corazón”.
La otra cara de la moneda
Sevigny también fue periodista, durante su incursión en la prensa, comenta que se sentía como encerrado en un mundo rutinario, aunque la fotografía periodística también es una forma de arte, luego de 10 años abandonó el periodismo para aventurarse a hacer fotografía de arte.
“Lo que me gusta del arte es que es muy libre, puedes hacer lo que tú quieras”, señaló al asegurar que a punto de cumplir sus 15 años como fotógrafo formal, no se arrepiente de haber tomado el camino del arte aunque en algunas ocasiones ha estado a punto de tirar la toalla.
“Mi más reciente crisis la tuve hace dos semanas… pero me duró dos o tres días”, dijo luego de recordar que ha recorrido distintos lugares de México y Sudamérica en busca de impresiones fotográficas que muestren tanto su esencia como de la gente que fotografía.
Uno de sus trabajos más sobresalientes, relata, fue la serie Ladie’s Bar, que efectuó durante su estancia por varios meses en Guadalajara. La serie consiste en un grupo de fotografías que muestran a mujeres en cantinas, sin embargo, en inicio la idea le pareció aburrida, por lo que decidió involucrarse en el ambiente hasta lograr hacer fotografías de mujeres alcohólicas, ficheras y prostitutas.
En Guadalajara, Sevigny hizo una especie de etnografía participante en los bares y cantinas durante la noche, mientras que durante el día impartía clases de inglés de manera formal para poder financiar su trabajo fotográfico, la serie, comenta, trata de mostrar la realidad, y la inició bajo la idea de hacer un trabajo realista.
Muchas han sido las críticas sobre la serie que muestra a las mujeres en su faceta cotidiana, muchas de ellas sentadas en la silla peculiar de las cantinas, mientras que otras son acercamientos, resalta una de un tatuaje de la Santa Muerte en la pierna de una fichera, foto que ha sido la favorita de quienes conocen la obra del fotógrafo.
Recorriendo América
En próximos días, Sevigny volverá a explorar el fotoperiodismo pues asistirá a las elecciones presidenciales en El Salvador, por encomienda de un diario, sin embargo, antes de llegar a su destino, decidió arribar a la Ciudad de Oaxaca para compartir sus conocimientos con quienes asistieran a su taller.
Aunque manifestó su gusto por la ciudad, el fotógrafo admitió que Oaxaca es un lugar “muy cargado”, marcado por sus conflictos campesinos y sociales, de los que fue testigo durante su estancia en el estado en 2001 y 2002, así como en el movimiento de 2006.
Sevigny también vivió por un año en Juchitán, donde tuvo oportunidad de hacer algunas fotos que en el futuro posiblemente formen parte de su segundo libro. Al respecto abundó que no descarta el editar un nuevo libro, sin embargo, es difícil puesto que actualmente ninguna editorial publica libros que no aseguren grandes ganancias.
Para este año también prepara un conversatorio en el Museo Marte, en El Salvador, así como una exposición en Los Ángeles y la Costa de California, a la que acudirá por primera vez.
Con la modestia que lo caracteriza, John Sevigny aseguró que es difícil vivir de un oficio como la fotografía, pues lleva en sí mismo muchos sacrificios, sin embargo, cada uno de ellos vale la pena, pues una foto dice cosas que las palabras no pueden expresar.