Distinguido jurista y prestigiado docente, fue agente del Ministerio Público de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y consultor de la Procuraduría General de la República; como catedrático recibió la medalla “Ignacio Manuel Altamirano, y como periodista dirigió la Revista del Sur y los Cuadernos de Oaxaca, dos publicaciones que editaban los oaxaqueños residentes en la Ciudad de México
Carlos CERVANTES
El licenciado Gonzalo Hernández Zanabria fue un oaxaqueño distinguido que dejó recuerdos positivos de su existencia, su actividad principal la llevó a cabo en la ciudad de México, por lo que pasó a ser de los “oaxaqueños ausentes” pero sin olvidarse del solar nativo. Un jurista distinguido que junto con otros paisanos formaron la Sociedad de ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado la cual adquirió lo que quedaba del Hospicio de la Vega, lugar que fue acondicionado y donde actualmente tiene su asiento el Archivo Municipal de Oaxaca de Juárez. Se le llamó “el Balzac Oaxaqueño” y vivió poco más de un siglo.
El Hospicio de la Vega
y Archivo Municipal
Habrá que recordar que en la manzana comprendida entre las calles de Margarita Maza, Calzada Héroes de Chapultepec y Heliodoro Díaz Quintas, frente al hospital del IMSS, existió desde principios del siglo pasado (en 1908) el Hospicio de La Vega, para albergar a niños expósitos (así decía a los huérfanos) para lo cual fue construida en medio del predio una casona al estilo porfiriano que servía para dormitorios, comedor, baños y demás servicios, mientras que alrededor había plantados árboles frutales y plantas de ornado. En la década de los setentas el gobierno del estado vendió todo ese predio y se instalaron comercios y viviendas de lujo con salida hacia las calles circundantes. El edificio principal quedó durante un buen tiempo sin uso, hasta que la sociedad de ex alumnos lo compró y lo donó para asiento del Archivo Municipal.
La sociedad de ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado se formalizó en el año de 1941 con la participación de notables oaxaqueños. El primer presidente fue el licenciado Francisco Parada Gay y secretario el Lic. Gonzalo Hernández Zanabria. El último presidente lo fue el Lic. Manuel R. Palacios hasta el año de 1991 en que se disolvió, por lo que procedió a la venta de un terreno en la ciudad de México donde se proyectaba establecer la “Casa Oaxaca”. Con ese dinero fue adquirido el inmueble del antiguo hospicio.
Recibió la medalla “Ignacio Manuel Altamirano
Hernández Zanabria, muy joven emigró hacia la ciudad de México en 1931 con motivo del terremoto que tanto perjudicó a nuestra capital. Allá concluyó sus estudios de licenciado en derecho en la UNAM en 1936 y prosiguió con el postgrado en sociología que impartía don Alfonso Caso. Fueron sus condiscípulos varios jóvenes que llegarían a ser notables como Jorge Octavio Acevedo, Rodolfo Brena Torres, Rodolfo Sandoval y otros.
De acuerdo con lo que leemos en uno de los libros de la autoría de la maestra Arcelia Yañiz don Gonzalo abrazó la docencia en diversas instituciones, por lo que, en reconocimiento a sus méritos durante cincuenta años, en 1996 le fue entregada la medalla “Ignacio Manuel Altamirano”, por el director del Instituto Politécnico Nacional, siendo durante muchos años consejero de dicha institución.
Funcionario de la PGR
Sin embargo, también tuvo un brillante desempeño como asesor jurídico y consultor de la Procuraduría General de la Republica, especialista en Derecho Civil y Penal. Un jurista celoso de que se cumpliera la ley y de una personalidad discreta pese a sus innegables conocimientos legales y amplia cultura, pero no anduvo a la búsqueda de puestos políticos. Fue también agente del Ministerio Público adscrito a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En 1947 casó con la señorita Gisela Zamora, quien llegó a ser su compañera de vida. En el enlace civil fue testigo el Lic. Fernando Ramírez de Aguilar, el periodista oaxaqueño que utilizaba el pseudónimo de Jacobo Dalevuelta.
Sociedad de ex alumnos del Instituto
En la década de los treinta ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado radicados en la ciudad de México acordaron formar una sociedad, siendo hasta el inicio de los cuarenta cuando emprendieron actividades formalmente con la participación de abogados que ocupaban cargos oficiales como don Alfonso Francisco Ramírez, Alfonso Pérez Gasga y otros, aun cuando posteriormente se unieron más oaxaqueños distinguidos como Jacobo Dalevuelta, Sadot Ramírez, el Ing. Alfredo Álvarez Vasconcelos, el poeta Manuel Calderón y otros.
Por otra parte, Hernández Zanabria fue el alma de dos publicaciones que editaban los oaxaqueños en la ciudad de México: la Revista Sur y los Cuadernos de Oaxaca donde escribieron destacados ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, quienes no solamente abordaban temas del terruño sino de México y del mundo. Se recuerda que don Guillermo Reimers Fenochio, llegó a llamar a don Gonzalo “El Balzac Oaxaqueño”.
Articulista en publicaciones de Oaxaca
Nosotros conocimos al Lic. Hernández Zanabria durante varios de sus viajes a esta ciudad de Oaxaca pues era colaborador de la Revista Oaxaca en México ya desaparecida, que dirigía el periodista Néstor Sánchez. La sección que escribía se denominaba “Itinerario Crítico de mi Ciudad: Oaxaca”. El 25 de abril de 1999, con motivo de que nuestra ciudad cumplió otro aniversario, le fue otorgado al maestro Gonzalo el reconocimiento de “Ciudadano Distinguido”. Precisamente la Sociedad de Ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes del Estado, celebró durante muchos años “el Día del Estudiante” en el mes de mayo, en que se cantaba el himno universitario “Estudiantes”.
Un oaxaqueño distinguido, culto, jurista de polendas, probo, respetuoso y respetado que fue ejemplo para las generaciones de jóvenes no solo de Oaxaca sino del país.
Antecedentes familiares
Hernández Zanabria nació el día 18 de octubre de 1914 en esta ciudad de Oaxaca. En 1919 su señor padre que era tenedor de libros y comerciante decidió radicar con su familia de Ejutla de Crespo. Realizó sus primeros estudios en la escuela anexa a la Normal del Estado, pero en su juventud sufrió los efectos del sismo ocurrido el 14 de enero de 1931 y a finales de ese año emigró hacia la ciudad de México de manera definitiva, llegando a la casa de sus tíos pateros. Su familia continuó en Ejutla y muchos años después cambió de residencia hacia la ciudad de Oaxaca, mientras el joven Gonzalo comenzaba a brillar en el entonces Distrito Federal, donde hizo toda una carrera destacada y pulcra, acciones que le merecieron el reconocimiento de amigos y de la comunidad en general.
En años recientes falleció dejando un hueco muy difícil de llenar. Su querida hermana fue la señora Alicia Hernández Zanabria, dama muy estimada en Oaxaca. Casó con el joven Raúl S. Castellanos, quien con su trabajo y honesto vivir se ganó el aprecio de la comunidad oaxaqueña, formando una familia distinguida. Durante muchos años fue colaborador muy cercano del ingeniero Jorge L. Tamayo.
Tenemos a la vista un ejemplar de la revista “Cuadernos de Oaxaca” número 93 de la tercera época correspondiente al mes de junio de 1950 que contiene poemas como el “Canto Lírico a la Ciudad de Oaxaca” de Esteban Avendaño Chávez y artículos de autores como Carlos Franco Sodi, Dr. Federico Ortiz Armengol, Lic. Luis Castañeda Guzmán, Lic. Alfonso Francisco Ramírez, Ernestina Macín San Germán, Andrés Henestrosa, Luis Suárez, Ofelia Montiel de Castro, Lic. Jorge Octavio Acevedo y otros. La publicación aparece como “Organo de la Asociación de Ex Alumnos del Instituto de Oaxaca” y el director, Lic. Gonzalo Hernández Zanabria.