Andrés CARRERA PINEDA
En medio de los apagones que se han registrado en el país, los diputados federales de Morena aprobaron la Ley de la Industria Eléctrica que genera incertidumbre para la continuación de las empresas eólicas internacionales y privadas que operan en todo el país.
Integrantes del Grupo Parlamentario del PRI, consideraron que la reforma tendrá como resultado que la energía eléctrica sea más cara y más contaminante, además, de que existe el riesgo de subir las tarifas de los recibos de luz y aumentar el subsidio con los impuestos a la ciudadanía.
Señalaron que es mentira que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) esté quebrada, esto al considerar que reporta utilidades del 2016 a la fecha gracias a una reforma de apertura que la ha refortalecido.
Los priistas advirtieron que la reforma es anticonstitucional y solamente cumple los caprichos del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, por lo que aseguraron que es un gran error cancelar y renegociar en este momento inversiones, lo que implica la pérdida de más empleos.
Por su parte, los diputados de Morena aseguran que la reforma pone freno al proceso neoliberal de privatización de las energías en el país y establece mecanismos para luchar contra la corrupción en el sector.
Refieren que con la aprobación de esta histórica iniciativa, se fortalecerá el Sistema Eléctrico Nacional, mediante el reordenamiento de las fuentes de generación de energía eléctrica, priorizando el interés público para su acceso y distribución.
A decir de los Morenistas, con esta reforma los límites e interacciones de los sectores público y privado cambian porque estaban desequilibrados, ya que obligaba a la CFE a subsidiar a sus competidores lo que va en contra de la libre competencia, además de que se violaba la Constitución Política y los tratados internacionales.
Refirieron que dicha legislación simulaba un mercado competitivo de energía, al señalar que la CFE está obligada a comprar energía a la iniciativa privada, aunque no lo necesite.
Aseguraron que los generadores privados de energía eléctrica limpia, como las eólicas que se ubican en el Istmo de Tehuantepec, sólo aportan el 20% del consumo nacional, y no de manera continua. El resto, afirmaron, lo tiene que cubrir la CFE ininterrumpidamente.
