Ana Paula ORDORICA/Excélsior
A pesar de ser un partido sin ideología, logra así atraer a un segmento del electorado que parece estar dispuesto a darle el beneficio de la duda, una vez más.
Una de las grandes incógnitas de cara a la elección federal del próximo 7 de junio es el desempeño que tendrá el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Es un partido que nace y crece gracias a leyes electorales que le permitieron ir de la mano de los partidos grandes y que ahora que esto está prohibido ha logrado una inercia propia que lo coloca ya no como un partido pequeño, sino como uno mediano, disputando tamaño con el PRD, de acuerdo con las encuestas publicadas en estas fechas.
Tomo las tres encuestadoras que considero más relevantes para destacar a un partido que deja de ser chico y logra un valor importante para el gobierno de Peña Nieto precisamente por su tamaño —evidentemente no por su trayectoria ni propuestas.
BGC, que es la encuestadora de estas páginas, le da un 8% de preferencia efectiva para la Cámara de Diputados en su encuesta del 21-25 de marzo; Parametría le otorga un 10% en la encuesta levantada entre el 14 y 18 de marzo, y Mitofsky le da 7.1% en la que levantó entre el 27 y 30 de marzo.
Son números nada despreciables para un partido que ha estado marcado por el escándalo desde su fundación en 1986 y la obtención del registro en 1991. Un partido visto como un negocio familiar, en donde la figura del tristemente célebre Niño Verde sigue siendo la del jefe máximo, desde hace casi 25 años.
Un partido que ha sido repudiado por los partidos ecologistas de Europa, entre otras razones, por ser el único en el mundo en promover ¡la pena de muerte!
A nivel nacional ha sido un partido marcado por la corrupción, la vida alegre de sus militantes más “destacados” y, en fechas recientes, el desacato abierto y constante a la autoridad electoral, que se ha traducido en una andanada de denuncias y multas que, en un círculo vicioso, han sido a su vez desacatadas.
¿Cómo puede crecer en las preferencias electorales un partido así? Inexplicable. Salvo en un mundo de partidos políticos aún más enanos que éste. En donde tenemos hoy a los dos grandes, PAN y PRI, atacándose unos a otros, y dejándole el camino de las propuestas a este partido-negocio familiar.
Mientras el PAN y el PRI se acusan mutuamente de corruptos y el PRD se pelea con las izquierdas por ver quién se queda con el pedazo de pastel más grande, el Partido Verde saca los únicos spots con propuestas en estas campañas.
Así sea en espacios no permitidos por la ley, como los cineminutos.
Y, a pesar de ser un partido sin ideología, logra así atraer a un segmento del electorado que parece estar dispuesto a darle el beneficio de la duda, una vez más.
Falta mes y medio para las elecciones y el desempeño que logre el PVEM es una de las grandes incógnitas de la jornada del 7 de junio.
Twitter: @AnaPOrdorica