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El Peje vs. Yunes, segunda temporada

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Arsenal

 

Francisco GARFIAS

Nos llamó Miguel Ángel Yunes Linares. El gobernador de Veracruz quería aclarar que no hubo “montaje” en el escándalo de la bodega confiscada en Córdoba al prófugo Javier Duarte.

Jura que no hubo manipulación del lugar donde fueron encontrados objetos personales del exgobernador del estado. “Como lo vieron lo encontramos, aunque pareciera que todo estaba rechinando de limpio”, aseguró.

Lo que más llamó la atención en la famosa bodega fueron las libretas de Karime Macías, esposa del exgobernador, con detalles sobre el manejo de dinero, negocios, administración de aviones y helicópteros…

Y es que le dimos lugar en este espacio a las sospechas expresadas por un experimentado legislador del PRI sobre el estado impecable de la singular bodega. “Ni polvo había”, nos dijo mordaz.

Aprovechamos la llamada para pedirle a Yunes que nos mandara el documento que, según él, evidencia que Morena recibía dinero de Javier Duarte, con el conocimiento de López Obrador.

El tabasqueño se enganchó. No sólo cayó en la provocación, sino que se enojó. En su revire, El Peje se comprometió a retirarse de la política si el gobernador de Veracruz presentaba pruebas de que el prófugo exmandatario lo“maiceaba”.

Ya en el  segundo round, El Peje dijo que Yunes “se fue por las ramas, no pudo” sostener la acusación  de que Javier Duarte le dio dinero. Fue más lejos. Sacó a relucir el tema de la licencia como senador que recientemente obtuvo su hijo Fernando para buscar la alcaldía de Veracruz.

Abundó: “Los presidentes municipales quieren poner a sus esposas, a sus hijos; los gobernadores a sus hijos de presidentes municipales.

“El exgobernador en Puebla, Rafael Moreno Valle, quiere ahora dejar a su esposa de candidata a gobernadora, Felipe Calderón quiere reelegirse al impulsar a su esposa como candidata a la Presidencia de la República.

“No se puede decir que México sea una República, es como una monarquía, donde los cargos se heredan”, puntualizó.

El remate de este segundo episodio fue igual de rudo. “No me puedo reunir con él (Yunes), porque puedo perder la cartera”, dijo.

Miguel Ángel iba de salida hacia Minatitlán cuando nos hizo la llamada. Eran las 9 de la mañana. Antes de colgar, el gobernador se comprometió a enviarnos el documento que, según él, demuestra que Morena recibía 2.5 millones de pesos de Duarte.

Era el pago que recibían simpatizantes del movimiento obradorista para no dejar sin agua a Coatzacoalcos, cerrando las llaves de la presa Yuribia. Esos recursos, según Yunes, se utilizaban para financiar a Morena. Al cierre de esta columna aún no había llegado nada que inculpara al hombre de Macuspana.

El pleito entre El Peje y Yunes fue comentado en los pasillos del Senado. Hablamos del tema con Ernesto Ruffo.

El panista nos dijo que tanto Yunes como Andrés están obligados a probar sus mutuas acusaciones de “corruptos”.

“Hay que tener las testimoniales, las pruebas, los hechos bien documentados”, recalcó el senador del azul.

Hasta ahora no ha habido nada de eso.

La ruidosa campaña sobre los riesgos de militarización de diversas organizaciones que dicen representar a la sociedad —nadie las eligió— no parece haber hecho mella en el ánimo de la ciudadanía.

Parametría, que encabeza Paco Abundis, dio a conocer los resultados de una encuesta que refleja la preferencia ciudadana de que el Ejército siga en las tareas de seguridad.

“Seis de cada diez entrevistados dijeron preferir al Ejército cuidando las calles, mientras que sólo 18% mencionó que era mejor contar con policías para esta labor.

“El 20% de los mexicanos dijo de manera espontánea que no quería a ninguna de las dos instancias”, subraya la encuesta.

Pero destaca un cambio que se ha producido en los últimos siete años: el porcentaje de mexicanos que dijeron no preferir ni a la policía ni al Ejército cuidando las calles transitó de 7% a 20 por ciento.

“En esta temporalidad trascienden dos eventos relacionados con el Ejército que pudieron influir en este cambio. Uno de estos eventos es el caso de dos estudiantes asesinados por militares frente al Tecnológico de Monterrey en 2010.

“El otro es el caso Tlatlaya, Estado de México, donde el Ejército realizó 22 ejecuciones extrajudiciales.

“En ambos hechos las escenas del crimen fueron alteradas y hubo falsas declaraciones sobre lo acontecido por parte de los militares participantes”, puntualiza el texto.

Ya que estamos. El uso de la fuerza no puede, bajo ninguna circunstancia, ser considerado como la primera opción a la que recurran los agentes del orden público en el desempeño de sus funciones. Es lo que plantea el proyecto que el próximo lunes presentará el ministro Alberto Pérez Dayán al Pleno del Tribunal Supremo, que por vez primera discutirá sobre el uso de la fuerza pública en el Estado de México.

El proyecto propone admitir y comenzar la discusión de fondo de la acción de inconstitucionalidad promovida por los presidentes de la CNDH y la CDH del Estado de México en contra del artículo 40 de la llamada Ley de Atenco.

En Coahuila le dieron palo al compadre del expresidente Felipe Calderón.  La Comisión de Quejas acaba de bajar todos los spots de Guillermo Anaya, candidato del PAN al gobierno de la entidad, y subir el del otro precandidato.

Estarán 15 días fuera del aire.

El PRI acusó al PAN y a Guillermo Anaya de uso indebido de la pauta. El candidato designado por el centro monopolizó todos los spots que le fueron asignados al azul.

Para poder proyectarlos registró otro precandidato fantasma, Roberto Carlos López García, quien nunca tuvo oportunidad. Y es que la ley dispone que no hay spots en precampaña para candidatos únicos, nos explican.

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