Cué: Un informe muy ad hoc
El pasado 15 de noviembre, como lo dispone la Constitución local, el gobernador Gabino Cué Monteagudo rindió su III Informe de Gobierno, bajo la amenaza de sus aliados: los maestros de la Sección 22, por quienes tantos descalabros ha padecido, que realizaron sus tradicionales y abominables movilizaciones. El ejecutivo estatal oaxaqueño, a decir de muchos oaxaqueños, no ha podido asumir el mando en plenitud, acotado por grupos políticos, partidos, amigos e incondicionales. No ha podido tampoco, integrar un equipo de trabajo, profesional y con experiencia, que contribuya a levantar el alicaído gabinete de la alternancia. El gobernador ha seguido empecinado en mantener las cuotas de los partidos, hecho que quedó demostrado hace apenas unos días, cuando designó a los ex diputados perredistas, Francisco Martínez Neri y Alejandro López Jarquín, como titulares de la Secretaría de Cultura y Artes y la de Desarrollo Social y Humano.
La tendencia se mantiene firme desde el primer día de gobierno: un gabinete de cuotas, cuates y cotos. Perla Woolrich y Edgar Guzmán Corral del PAN; los recientemente ungidos del PRD y Daniel Juárez del PT. acaparan cinco secretarías. El PRI al menos mantiene dos posiciones. Desde el inicio, Cué propuso una Ley Orgánica que se acomodó como pudo para darle chamba a aquellos con quienes había compromisos políticos; una Reforma Constitucional, cuyos ejes eran fortalecer la democracia pero que, a la fecha, ha resultado un catálogo de ocurrencias. Existe total escepticismo respecto al desempeño gubernamental, no sólo por la composición de un gabinete variopinto al que hacemos referencia, sino porque tal parece que seguimos a la zaga de las prioridades de la Federación y a la cola de los afectos presidenciales, como ocurrió en el gobierno de José Murat y se repitió en el de Ulises Ruiz.
El III Informe se dio en medio de una serie de desencuentros, desequilibrios, descapitalización y falta de confianza en el gobierno. Pero sobre todo, por las movilizaciones que siguen acotando el derecho a la libre circulación, como es el caso de los transportistas que hicieron de las suyas. Muchos nos preguntamos: ¿cuáles son las causas generatrices de este abandono del gobierno federal, que sea algo más que los desafectos a la administración estatal en turno? Sin duda, hay varios factores. Arrastramos algunos estigmas: corrupción, impunidad, ingobernabilidad, una constante agitación, movilización perpetua. Aquí cualquiera, por quítame estas pajas, cierra calles, bloquea carreteras o mata policías cobardemente, como ocurrió recientemente en un bloqueo a la altura del canal 33 en Juchitán. Hay una negativa tácita a todo lo que implique desarrollo. Hay movimientos contrarios en contra de las eólicas, en contra de las mineras, en contra de todo.
Gabino inicia la segunda mitad de su gobierno, en medio de descalificaciones, de una crítica demoledora de parte de medios locales y nacionales, por el papel tan desafortunado que ha hecho su gobierno en el marco de la Reforma Educativa, en virtud de la complicidad con la Sección 22 y la CNTE, a espaldas del pueblo. Haber negociado en lo oscurito más de 6 mil 700 plazas, en contra de las disposiciones y el espíritu de la nueva ley en materia educativa, tendrá para el ejecutivo un alto costo político.
El gobierno de la alternancia tiene aún la oportunidad de reencausar el rumbo y dejar atrás el lastre de compromisos y cuotas. Una de las exigencias más evidentes de la sociedad es mantener firme el Estado de Derecho, que ha hecho mella por doquier, con chantajes, presiones y el empoderamiento del magisterio y las organizaciones sociales, parásitos del gobierno y del magro presupuesto estatal.
