Ana PAULA ORDORICA/Excélsior
Se calcula que el proceso electoral ha costado ocho mil 584 millones dos mil 228 pesos. Esa es la cifra oficial.
Cuatro palabras pueden describir las campañas políticas que hemos vivido estos meses previos a las elecciones del domingo: caras; spotizadas; violentas y desobediencia.
Caras: se calcula que el proceso electoral ha costado ocho mil 584 millones dos mil 228 pesos. Esa es la cifra oficial, sin contar los rebases a los topes de gastos y los pagos por debajo de la mesa. Si tomamos en cuenta que la lista nominal tiene, hasta abril de este año, 83 millones 563 mil 190 electores, entonces el costo de cada voto es de 103 pesos por persona.
Cifra tres veces por encima de lo que costó cada voto en Francia en la más reciente elección en la que resultó triunfador François Hollande, que fue de 2.11 euros o 36.88 pesos.
Spotizadas: entre las etapas de precampaña, intercampaña y campañas han sido difundidos por radio y televisión 39 millones 87 mil 360 spots. Algunos, de los partidos políticos, otros, de las autoridades electorales. Ya se ha dicho hasta el cansancio lo poco que esta spotización ayudó a mostrarnos a los electores propuestas de los candidatos.
Lo que sí pudimos ver fue a un Partido Verde que, rompiendo la ley fue, prácticamente, el único partido que aprovechó esta spotización para presentar propuestas… por más lamentables que éstas puedan considerarse.
Violentas: estas elecciones también se han caracterizado por su grado de violencia. Desde los asesinatos de más de 20 candidatos para distintos puestos, asesinatos que han ocurrido a plena luz del día, como lo acontecido en Tabasco. Ahí, Héctor López Cruz, candidato a regidor, fue asesinado de 16 balazos tras concluir una jornada de reparto de propaganda.
También se han dado casos de secuestros y otro tipo de agresiones relacionadas con las campañas.
Desobediencia: ya apuntábamos líneas arriba la ilegal campaña del PVEM en la que ha comprado spots —encubiertos, unos, y descarados, otros—, con la respuesta tibia y timorata de las autoridades electorales que han vuelto ya, hasta cómica la aplicación de nuevas sanciones (que de pagar el PVEM, lo hará con el dinero de nuestros impuestos).
Hasta el 3 de junio, las multas al PVEM llegaban a más de 500 millones de pesos. Pero ayer, el TEPJF decidió anular algunas de esas multas, que juntas sumaban nueve millones de pesos. Veremos si al final no se le acaba pidiendo una disculpa a este mentiroso partido que no tiene nada ni de Verde ni de ecologista.
Basta tomar en cuenta que entre las multas se encuentra una de casi un millón 200 mil pesos por repartir propaganda en material no biodegradable. ¡El chiste se cuenta solo!
Así llegamos a estas elecciones que, por el lado positivo, demuestran que vivimos en una democracia de libertades, vigorosa y con resultados inciertos… como debe de ser.
Por el otro lado, tenemos a individuos dentro de los partidos políticos que han buscado colarse entre los miles de recovecos de esta democracia sobre regulada haciendo evidente que, tal y como estamos, no podemos llegar a 2018. Y la andanada de demandas, que vendrán a partir del lunes, estarán ahí para comprobarlo.
Twitter: @AnaPOrdorica
