El cuerpo de Julio Valdivia, reportero del periódico ‘El Mundo de Córdoba’, fue hallado decapitado en el municipio de Tezonapa; la víctima no dio cuenta de agresiones o amenazas, tampoco tenía alguna medida de protección especial
“Nos enoja y nos preocupa que siga pasando lo mismo en este país, sobre todo en este Estado, convulsionado por las agresiones a periodistas que no han parado sin importar quién gobierne”
Raúl Arroniz
Director del periódico El Mundo de Córdoba
“La situación para los periodistas en el Estado de Veracruz es bastante complicada y delicada”
Ana Laura Pérez
titular de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP)
Elías CAMHAJI
El reportero Julio Valdivia, de 44 años, fue asesinado el miércoles, según han confirmado El Mundo de Córdoba, el diario donde trabajaba, y las autoridades locales. El cuerpo de Valdivia fue hallado decapitado y con signos de violencia en el municipio de Tezonapa, en el centro del Estado de Veracruz, que bordea el golfo de México. Se trata del segundo asesinato de un comunicador en esa entidad, una de las más azotadas por la violencia en el país, en lo que va del año, de acuerdo con la Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP).
El cuerpo del periodista fue hallado en Motzorongo, una pequeña comunidad de unos 4.000 habitantes en la zona que colinda con Oaxaca, de acuerdo con medios locales. En el sitio se halló el cuerpo junto a la motocicleta del reportero, abandonado junto a unas vías del tren alrededor de las cuatro de la tarde, de acuerdo con las primeras informaciones. Las autoridades regionales ya han hecho diligencias para aclarar el motivo del asesinato y dar con los responsables. La Fiscalía de Veracruz no ha declarado sobre el suceso, mientras que el Gobierno Estatal se ha limitado a decir que “no habrá impunidad”.
“Estamos muy consternados y sorprendidos porque no habíamos recibido ninguna amenaza previa ni sabíamos de ningún riesgo contra nuestro reportero”, cuenta en entrevista Raúl Arroniz, director de El Mundo de Córdoba. Valdivia llevaba trabajando en el diario desde 2014 y Arroniz lo recuerda como un buen reportero, dispuesto a trabajar en condiciones que eran a menudo adversas. “No tenemos claro de dónde vino la agresión, pero todo indica que no fue un accidente, como se querría hacer creer por dejar el cuerpo junto a las vías del tren. Las características del ataque indican que fue cometido por el crimen organizado, pero no queremos especular”, señala el director.
La CEAPP también ha condenado el homicidio y ha corroborado que, pese a informaciones que han circulado sobre supuestas amenazas contra Valdivia, el periodista no dio cuenta de ninguna agresión o amago y que no contaba con ninguna medida de protección especial, al menos ante la Comisión. “La situación para los periodistas en el Estado de Veracruz es bastante complicada y delicada”, comenta Ana Laura Pérez, titular de la CEAPP, sobre todo por la precaria situación laboral del grueso de los comunicadores durante la pandemia, los recortes en los medios locales y la inseguridad. La organización Reporteros Sin Fronteras catalogó en 2017 a Veracruz como la zona más peligrosa de América Latina para el gremio periodístico. “Nos enoja y nos preocupa que siga pasando lo mismo en este país, sobre todo en este Estado, convulsionado por las agresiones a periodistas que no han parado sin importar quién gobierne”, reclama Arroniz.
Sobre Tezonapa, Pérez apunta que es una de las zonas de mayor riesgo en Veracruz. En mayo pasado, un comando mató a tiros a un líder local de los productores de caña, mientras que en enero fue asesinado en otro tiroteo el jefe de la Policía municipal, José Aurelio Ríos. El conflicto de los cañeros era uno de los temas sobre los que más escribió Valdivia en los últimos meses, también dio seguimiento al robo de combustible y a los conflictos por la escasez de agua en el municipio, según se lee en la página web del diario. “Esa región empezó a tener enfrentamientos entre bandas rivales, que nosotros estuvimos puntualmente reportando puntualmente meses atrás”, afirma Arroniz.
La organización Artículo 19 da cuenta de otros tres asesinatos de periodistas mexicanos en 2020 relacionados con su labor periodística. En marzo, María Elena Ferral, periodista del Diario de Xalapa y directora del medio Quinto Poder, fue asesinada a tiros, también en Veracruz. En mayo, la hija de Ferral sufrió un atentado, pero salió ilesa gracias a la intervención de sus escoltas. Ese mismo mes, el periodista Jorge Miguel Armenta fue asesinado en Sonora, en el norte de México. Mientras que Pablo Morrugares, reportero de PM Noticias, fue asesinado a principios de agosto en el Estado de Guerrero, otro de los focos rojos de la violencia en el país. En los últimos 20 años, 134 periodistas han sido asesinados en México por hacer su labor, según Artículo 19.