Enrique ARANDA/Excélsior
Nadie en ese cuerpo legislativo parece haber resultado más favorecido en el reparto de posiciones, que la fracción panista que lidera Jorge Romero.
A la vista están los resultados del intenso jaloneo que, en los últimos días, protagonizaron las diversas fuerzas por el control de las comisiones ordinarias, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), y en particular la representación perredista que ahí encabeza Leonel Luna, pero que, en realidad, es gobernada desde la principal oficina del gobierno capitalino, acabó convertida en rehén de los grupos con menor representación.
Concluida la negociación que, al interior de la estratégica Comisión de Gobierno zanjaron ayer, efectivamente, nadie en ese cuerpo legislativo parece haber resultado más favorecido en el reparto de posiciones, que la fracción panista de sólo diez diputados que lidera el cuestionado cacique Jorge Romero y que finalmente acabó haciéndose con la presidencia de igual número de instancias o, por sólo citar otro caso, la del priista Israel Betanzos que, con sus ocho integrantes, garantizó ocho presidencias.
Y esto sólo porque de la insultante entrega de posiciones a la casi inexistente representación de Encuentro Social, la presidencia de la Comisión de Cultura a Abril Yannette Trujillo Vázquez en particular, o del inexplicable regalo de la influyente instancia encargada de llevar adelante los asuntos relativos a derechos humanos al humanista Luciano Jimeno Huanosta, mejor ni hablar… como no mencionable, parece ser tampoco la entrega de la influyentísima Comisión de Presupuesto al perredista Mauricio Toledo, exdelegado acusado de toda suerte de corruptelas en Coyoacán o la de Desarrollo Social a la priista Mariana Moguel, hija de la experredista y exsecretaria de Sedesol, Rosario Robles.
Y todo, digámoslo claro, como resultado de la explícita decisión de la fracción del sol azteca y de su jefe real, Miguel Ángel Mancera, de evitar que la fracción mayoritaria, integrada por una veintena de diputados provenientes de Morena, el partido Movimiento Regeneración Nacional de Andrés Manuel López Obrador, asumiera funciones y/o posiciones que, en algún momento, pudieran permitirle operar a manera de contrapeso o, peor, de freno de las políticas impulsadas desde la jefatura de Gobierno de la capital del país.
Tan claro el mensaje, valdría decir, que la diputación morena, coordinada por César Cravioto, debió rechazar las tres presidencias de comisión que se le habían reservado…“era un insulto”.
Una entrega pues, a cambio de garantizar que el jefe de Gobierno siga promoviendo su eventual candidatura presidencial.
ASTERISCOS
* Nunca más cierto que ahora, particularmente en Colima, aquello de que (el pen…, perdón) el pez por la boca muere. Más, luego que 24 horas escasas antes de que el tribunal federal validara el triunfo del PRI en la pasada elección, que finalmente derivó en su anulación, el titular de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar Velasco aceptara, ante el Congreso, que la voz que se escucha en un video donde se acusa al gobernador Mario Anguiano de ordenar intervenir en los comicios es, como se denunció, suya.
* Ahora sí que, más por su incuestionablemente “recuperada” apariencia física que por alguna otra causa, a más de uno llamó la atención, el miércoles en popular desayunadero político de Reforma, el echeverrista exsecretario y dirigente agrario Augusto Gómez Villanueva para reunirse ahí con el exgobernador de Durango, el priista Ismael Hernández de quien, se dice, se ha tornado en el principal promotor de las aspiraciones del ahora panista José Rosas Aispuro al gobierno de su entidad.
* Empeñadas en la nada sencilla tarea de tapar el sol con un dedo…, las autoridades capitalinas, su titular y el procurador Rodolfo Ríos al frente de todas ellas, insisten en posicionar como verdad incuestionable, el que el crecimiento de inseguridad y violencia en el Distrito Federal no son producto de la acción del crimen organizado sino, esencialmente, de bandas locales. Al tiempo, pues…