Graves señalamientos
El gobernador Gabino Cué se ha convertido en un tema mediático cotidiano, durante los últimos meses. Más aún desde que empezó el problema magisterial a mediados de agosto. La prensa del DF le acusó de financiar a la Sección 22 y sus desfiguros en la capital de la República. Hace poco más de una semana, volvió a la carga, con datos no sólo reveladores sino preocupantes: en los dos últimos años de gobierno, Gabino Cué habría entregado más de mil millones de pesos, a un reducido directorio de organizaciones sociales, principales promotoras de bloqueos, marchas y plantones, incluyendo -obviamente- los maestros. A la fecha nadie ha desmentido la especie, más aún, tratándose de una fuente confiable: la Secretaría General de Gobierno.
El hecho de que el gobierno de la alternancia otorgue cantidades millonarias a esos parásitos denominados organizaciones sociales, no es nada nuevo. Hay datos fidedignos respecto al otorgamiento de más de 325 millones de pesos a un amplio directorio, en 2011, sobre todo para beneficiar a ciertos aliados como el Frente Popular Revolucionario (FPR), el Frente Amplio de Lucha Popular (FALP), el Movimiento Unificador de la Lucha Triqui (MULT) y muchos más. Lo grave de todo ello es que el gobierno de Cué ha manifestado en los últimos meses, una descapitalización visible y grave. Las denuncias de falta de recursos para terminar obras que no han sido concluidas, como el controvertido distribuidor vial “Cinco Señores”, el Polideportivo y otras más.
En la opinión pública oaxaqueña, la información sobre los mil millones de pesos otorgados a dichas organizaciones parasitarias del erario público, ha calado hondo, pues es una forma de explicar la voracidad de las mismas y la constante movilización para lograr más y mayores recursos. En este entorno, figura también el senador Benjamín Robles Montoya, conocido como “Cara Sucia”, quien ha alentado la ingobernabilidad y la inestabilidad política, gracias a la alianza que mantiene con un grupo selecto de las citadas organizaciones, como el Frente de Organizaciones Sociales, Campesinas, Urbanas, Pesqueras y de Transporte (FOSCUPT), entre otras. El adelantado placeo del senador avecindado –que no oaxaqueño- obedece a su obstinada intención de figurar entre los candidatos a la gubernatura en 2016.
Si bien es cierto que en el ámbito oficial se justifica la actitud gubernamental, en el sentido de que Cué Monteagudo ha actuado con cautela para evitar que la paz social se resquebraje como en 2006, lo cierto es que es evidente la complicidad oficial sobre todo con la Sección 22, a quien se ha solapado de manera absurda. En la toma violenta de escuelas que están a cargo de la Sección 59; en la puesta en marcha del llamado Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO); en la forma tan superficial en la que se percibe la agitación, las autoridades estatales han actuado más solapando los excesos y los atropellos, que de manera cautelosa y conforme a Derecho.
Los medios de comunicación tienen hoy en la mira al maestro José Alfredo Jiménez Martínez, del sector Valles Centrales, protagonista de la violencia en las escuelas de la Colonia Los Ángeles, recientemente atacadas por turbas de la 22, quien disparó e hirió a un menor de edad. Aunque el asunto está en manos de la Procuraduría General de la República (PGR), por la portación de arma de fuego, se espera que la estatal ejercite acción penal. Ya la dirigencia de la 22 –tal cual ha sido fue eterna victimización- insiste en la inocencia, considerando como en el caso de quienes están bajo proceso por secuestro, que se trata de “criminalizar la lucha social”.
