A sus 50 años de experiencia radiofónica, Andrés Rodríguez Ortiz, es forjador permanente de conciencia ciudadana, animador, educador, orientador, informador
José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
El 14 de septiembre se celebra el Día del Locutor en México.
Una figura que es parte cotidiana de los oaxaqueños, fiel acompañante, lo mismo está en el hogar que en el automóvil o el transporte urbano, en la oficina o en la obra en construcción.
A través de las ondas hertzianas cruza valles y montañas, ríos y cañadas para llegar a los lugares donde ningún otro medio de comunicación tiene presencia, por medio de su voz lleva entretenimiento, cultura, noticias, aliento, consejos, que generan una serie de emociones en quienes lo escuchan.
Desde aquí tributamos un reconocimiento especial a los locutores al celebrar en esta fecha su día.
Con este motivo entrevistamos a Andrés Rodríguez Ortiz, quien está en el umbral de cumplir 50 años de abrazar esta profesión, forjador permanente de conciencia ciudadana, animador, educador, orientador, informador.
¿Cómo nace en ti la vocación de locutor?
En mi caso es innato. Lo traigo conmigo. Con el antecedente de que desciendo de una familia donde varios de sus integrantes eran locutores. Mis hermanos Amado, Ernesto y Jorge Rodríguez Ortiz eran locutores en el Istmo.
Soy el más pequeño de todos mis hermanos, me fui familiarizando con la locución y entendí que ese era mi camino.
¿Cuándo inicia tu carrera profesionalmente?
En 1966 en Tehuantepec, la tierra que me vio nacer. La oportunidad llegó cuando uno de mis hermanos que estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México tuvo que regresar a su alma mater.
Me ofertaron ocupar su lugar, con la buena suerte de que se tardó más de lo que planeaba, y me quedé como titular de la base de locutor.
¿Qué aires te trajeron a la ciudad de Oaxaca?
Me vine a esta ciudad con la intención de estudiar en la Facultad de Derecho y regresar a mi tierra, sin embargo, me quedé aquí.
Tuve la fortuna de que los señores Alberto Márquez González y Alberto Márquez Rodríguez, concesionarios de X-E-A-X me abrieran las puertas y me brindaran la oportunidad de trabajar con ellos. Es la estación que adopté porque sigo después de más de 30 años.
¿Has trabajado en alguna otra estación de radio en esta capital?
Fui locutor de Radio Universidad, X-E-U-B-J, donde presté mis servicios por más de 30 años, actualmente estoy jubilado. La diferencia entre ambas estaciones, una comercial y la otra cultural, son los contenidos.
Anteriormente era obligado tener una licencia para ejercer la locución en la radio ¿Cuál es la diferencia actualmente?
Se debe tener una licencia. La diferencia es que anteriormente se tenía que
aprobar algunos exámenes de cultura general, entre ellos la pronunciación de palabras extranjeras, historia de México, literatura, geografía, que permitía tener un acervo cultural para resolver necesidades del trabajo.
La presencia de locutores de buena talla, de buen prestigio que carecían de licencia en algunas radiodifusoras, determinó a las autoridades de Educación Pública que exentaran el examen para que regularizaran su situación.
Actualmente los jóvenes locutores tienen la obligación de contar con licencia, para lo cual tienen que cumplir con la documentación establecida por la SEP.
¿En épocas pasadas era necesario tener buena voz?
Sí, era elemental tener buena voz. Han existido voces muy reconocidas. Eso de que solo aquellos que tenían una buena voz podían ser locutores o llegar a ser buenos locutores se fue desvaneciendo y actualmente ya no es tan necesario tener buena voz para ser locutor.
Ahora se necesita tener una serie de cualidades adicionales o formativas que contribuyen a ser un mejor profesional como son conocimientos de cultura general, capacidad de manejo de la voz, dominio de la voz o dicción, la dinámica con que se conduce el locutor.
¿Qué opinión te merecen los jóvenes locutores?
Como egresados de una universidad su preparación es mayor, y tienen un mayor espectro de acciones como el periodismo escrito, la televisión.
En la práctica van obteniendo mayor soltura, mayor seguridad y certeza.
¿Pero no hay como la experiencia?
Desde luego, nosotros que venimos del yunque de la experiencia, de hacer radio, de vivir la radio, nos hemos nutrido con nuestra academia, con lo que hemos estudiado, así como con muchos cursos que tienen que ver con guión radiofónico, producción radiofónica, conducción, contenidos de noticiarios.
Entre otras cosas, yo tengo un diplomado de géneros periodísticos que la Escuela de Periodismo Carlos Septien en coordinación con la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca impartió.
Curso que también tomó mi hijo Ángel quien también es locutor y presta sus servicios en Radio Universidad. Él es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Vasconcelos, donde también estudió una maestría de Comunicación Política y Organizacional.
¿Cómo aprendiste a hablar correctamente?
Mi padre era una persona del buen decir. Nos enseñó a hablar correctamente. Claro que tiene que ver mucho la tesitura de la voz, las ganas de hacer bien las cosas, vivir la pasión de lo que es la radio.
¿Cuál es el papel que juega el locutor en la sociedad actual?
Es una persona que realiza una labor social a favor del pueblo llevándole alegría, información, orientando a través de sus comentarios y análisis de los hechos que ocurren diariamente. Es un forjador de conciencia ciudadana, educador, orientador, formador.
Un locutor de radio es un profesional de la voz cuya pretensión es la de la comunicación con su audiencia, ejerciendo su derecho de la libertad de expresión para contribuir a una mejor sociedad.
¿Las nuevas tecnologías no han influido para que la radio siga siendo un medio de comunicación básico?
No. La radio es la radio y, seguirá siendo la radio por siempre. No ha perdido su vigencia. Es un medio exclusivamente oral en el que el destinatario recibe el mensaje, generalmente, en el mismo momento en que se expresa.
La tecnología ha avanzado, pero la radio tiene presencia en las comunidades más apartadas donde no hay Internet, cumpliendo su función.
¿Coadyuva a generar una cultura de prevención, de apoyo en desastres naturales y provocados por el hombre?
Claro, sirve para informar pormenores de eventos infaustos que afectan a una comunidad, para realizar maratones, para recolectar ayuda, pero, sobre todo, para difundir medidas preventivas.
En Oaxaca, la radio cobra especial importancia, en este sentido, por encontrarse en una zona sísmica, tiene costas donde se presentan huracanes.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Que la gente me escuche. Que a la gente le guste lo que hago
¿Cuál ha sido tu más grande satisfacción?
Mi satisfacción más grande es hacer lo que me gusta, seguir haciéndolo después de tantos años, ser locutor y de la primera estación de radio en Oaxaca; ser parte ya de la historia de la radio oaxaqueña es algo que me llena de orgullo, pero sobre todo, saberme con mucho ánimo de seguir haciéndolo con el mismo ímpetu de aquel 1966 cuando empecé a hacer radio, de hecho el próximo año cumplo 50 años como locutor y como podrás imaginarte eso me llena de orgullo y satisfacción
¿Qué es lo más bonito de trabajar en radio?
Satisfacer lo que te encanta hacer. Lo más bonito es mantener la comunicación con toda la gente, ese lazo que se da cuando hablas a través del micrófono, se produce una conexión que ha sido calificada como mágica tanto por radioescuchas como por locutores.
¿Te reconoce la gente en la calle?
Sí, se da con frecuencia. Llegas a algún lugar y te reconocen por la voz. Es una satisfacción que da la radio, así como el ser útil a la sociedad.
¿Eres soberbio?
No, no tengo porque. Soy tan sencillo como cuando empecé a trabajar en la radio, pero consiente que contribuyo desde un medio de comunicación masivo.
¿No te ha dado por el periodismo escrito?
Me encanta, lo he ejercido esporádicamente. Estoy cerca de jubilarme de la radio, lo que no implica que me desvíe de ella preveo tener algunos espacios. Quiero dedicarme a hacer periodismo escrito, lo he hecho pero al lado de la radio.
¿Si pudieras retornar el tiempo volverías a ser locutor?
Sí.
¿Después de un día de trabajo como te relajas?
Conviviendo con la familia, a platicar con ella.
¿Tu opinión sobre las llamadas radiodifusoras piratas?
No obstante de que podrán significar una competencia desleal a las estaciones concesionadas, finalmente están en su derecho porque el espectro radioeléctrico es de todos, aunque esté regulado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
¿Cuál es tu mensaje a las nuevas generaciones de locutores?
Que le impriman todo el entusiasmo del mundo y, que sepan que es una gran responsabilidad estar frente a un micrófono porque la gente espera cosas trascendentes, no programas que no contribuyan a nada.