Francisco GARFIAS/Excélsior
82 miembros del Congreso de Estados Unidos le enviaron una carta, ayer, al secretario de Estado, John Kerry, para llamar su atención sobre el deterioro de los derechos humanos en México.
La oficina en Washington para Asuntos de América Latina (WOLA) nos envió un correo en el que da cuenta de la carta que 82 miembros del Congreso de Estados Unidos le enviaron ayer al secretario de Estado, John Kerry, para llamar su atención sobre el deterioro de los derechos humanos en México.
Otra vez Ayotzinapa y los 43 normalistas que terminaron en cenizas, según la versión oficial, luego de su captura, en septiembre de 2014, a manos de la policía municipal de Iguala.
Otra vez el caso Tlatlaya y ejecuciones sumarias, a la luz del informe del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, según el cual los soldados que participaron —hay ocho militares detenidos que no han sido enjuiciados— tenían la orden de abatir a los supuestos delincuentes “en la oscuridad”.
“Estos dos casos no son incidentes aislados en México, sino que ilustran un patrón más amplio de graves violaciones de los derechos humanos en el país, incluidos los casos de tortura, detenciones arbitrarias, secuestros y ejecuciones extrajudiciales”, asegura el texto enviado a Kerry.
El congresista demócrata Alan Lowenthal, miembro del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, es el promotor de la carta.
Fue enviada al jefe de la diplomacia estadunidense días después de que el Departamento de Estado emitiera un desfavorable informe sobre prácticas de derechos humanos en México durante 2014.
Pero también después de que el secretario de Defensa, Salvador Cienfuegos, hiciera pública su molestia, en entrevista con El Universal, por la “campaña de desprestigio” que, asegura, se ha dirigido contra el Ejército, sin que el gobierno meta las manos.
“La impunidad por abusos de derechos humanos sigue siendo un problema en todo el país con tasas muy bajas de procesamiento judicial para todas las formas de delincuencia”, asegura el Informe del Departamento de Estado.
La carta de los congresistas contiene la primera declaración pública de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre derechos humanos, desde que desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
Los 82 firmantes dieron también crédito a la versión de la CNDH sobre ejecuciones sumarias en el caso Tlatlaya. En esa masacre, ocurrida en junio de 2014, murieron 22 jóvenes a manos del Ejército y, según versiones de tres mujeres sobrevivientes, que hoy nos presentan como prostitutas, al menos 12 de ellos fueron ejecutados luego de haberse rendido.
Maureen Meyer, coordinadora principal del Programa de México en WOLA, aplaudió la carta enviada a Kerry. “México está atravesando una crisis de derechos humanos y la carta demuestra una preocupación generalizada, tanto en los pasillos del Congreso como en el resto de Estados Unidos”, dice la mujer.
La percepción de que en México hay una violación sistemática de los derechos humanos se agudizó en Washington con la difusión del informe del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la supuesta orden de abatir delincuentes en la oscuridad. “El mensaje no puede estar más claro: los soldados recibieron la orden de abatir o matar a los presuntos delincuentes con total desprecio a los derechos humanos y al debido proceso”, recalca Meyer.
La versión oficial en el caso Tlatlaya es radicalmente distinta. Dice que soldados que patrullaban la zona fueron atacados por presuntos secuestradores, lo que provocó el tiroteo que dejó 22 muertos. El análisis forense, sin embargo, demostró que muchas de las víctimas fueron ejecutadas, lo que corrobora el testimonio de las testigos presenciales.
“Si no fuera por las sobrevivientes y la atención de los medios internacionales, Tlatlaya podría haber sido registrado como uno de los muchos enfrentamientos armados”, concluye la encargada del programa México de WOLA.
“¡Ni lo mande Dios..!”, exclamó Agustín Basave, diputado externo del PRD, cuando le comentamos la propuesta de Fernando Belaunzarán, actual diputado federal de ese partido, de hacerlo coordinador de la bancada amarilla en San Lázaro en la próxima Legislatura.
Alega Belaunzarán que la elección de Basave enviaría un “extraordinario mensaje” hacia afuera del partido, y frenaría el fuerte jaloneo que tiene enfrentados a Jesús Zambrano y Guadalupe Acosta Naranjo, los dos principales aspirantes a la coordinación.
La espontánea expresión de Basave fue acompañada con una explicación que nos envió por correo electrónico.
Dice Agustín que su nombramiento no sólo es remoto, sino imposible.
“No tengo el perfil adecuado. Tampoco el interés en dedicarme a esas cosas. Carezco del conocimiento necesario de las entrañas del PRD. Yo quiero ir al debate parlamentario y a la tarea legislativa”, escribió el académico.
http://panchogarfias.blogspot.com