Por EL CALLA´O
Pese a las medidas sanitarias que ha instrumentado tanto el gobierno federal como el estatal, de permanecer en casa, el pasado 21 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, cumplió su promesa de estar en San Pablo Guelatao, en el aniversario del nacimiento de don Benito Juárez. Antes, estuvo en Tlaxiaco, en la inauguración de un hospital del IMSS. Hizo la advertencia en una de sus mañaneras, de que no habría actos masivos. Sin embargo, desde su llegada al aeropuerto, saludó de mano a una muchedumbre que se dio cita ahí… Sin duda alguna y que ello no suene a panegírico, el gobernador Alejandro Murat se puso las pilas en lo que respecta a la contingencia sanitaria que vive el país. Amén de la cancelación de eventos masivos, incluyendo oficios religiosos de Semana Santa, en coordinación con la jerarquía católica, anunció cuatro medidas en beneficio de las familias oaxaqueñas, además de pequeñas y medianas empresas, que pudieran resultar afectadas por la contingencia del Covid-19 o coronavirus. Adicionalmente, instruyó al titular de la Secretaría de Salud, Donato Casas Escamilla a disponer de ciertos nosocomios, de camas para atender casos probados de la enfermedad. Lo cierto es que pese a los buenos oficios de Murat Hinojosa, la realidad es una: no –insistimos, no- estamos preparados para este tipo de contingencias tan graves… ¡Vaya necedad!, la de los y las diputadas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que encabeza en la LXIV Legislatura, Horacio Sosa Villavicencio. La pregunta que todo mundo se hace es: ¿acaso se creen inmortales o cuando les llegue eventualmente la enfermedad van a decir como López: detente? La cerrazón de este grupo está llegando a niveles delirantes, al no tomar las medidas pertinentes para hacer frente a la pandemia que hoy amenaza a México y al mundo… Por cierto, quien se desgañita y se desgarra las vestiduras en el Senado de la República para hacer consciencia y decretar receso, es el senador oaxaqueño del PVEM, Raúl Bolaños Cacho Cué. Pero nadie le hace segunda. “Debemos entender la dimensión del reto de salud que enfrenta nuestra nación. Con la prevención, salimos ganando: salvamos las vidas de millones de mexicanas y mexicanos”. –dijo en su cuenta de Twitter-… Quien también se puso las pilas es el presidente municipal de la capital oaxaqueña, Oswaldo García Jarquín, pues luego de la pasada sesión de cabildo, declaró que habría un receso de al menos 1 mil 500 empleados del ayuntamiento, del 19 de marzo al 20 de abril. Pero de inmediato le reviró el Sindicato “3 de marzo”, de los trabajadores de limpia que, manejados perversamente, exigieron igualdad de condiciones a los demás o, mínimo, que les paguen un bono extra por trabajar durante la contingencia. Por lo pronto, la Policía Municipal, siguiendo las instrucciones del capitán Aquileo Hermelindo Sánchez Castellanos, evitará que grupos de personas, por los motivos que sean, se reúnan en la vía pública. Con ello se pretende ponerle un freno a esta gravísima enfermedad… En plena contingencia sanitaria, hay vividores que no niegan la cruz de su parroquia. Nos referimos a Samuel Hernández y Jacqueline López Almazán, dirigentes del membrete conocido como CODEP. Durante al menos tres días, la ciudadanía de la capital estuvo tolerando bloqueos, ataques violentos y atropellos, sin que autoridad alguna interviniera. Es más, el viernes 20 de marzo, las hordas armadas con machetes, estuvieron agrediendo a transeúntes y automovilistas, además de cerrar el crucero del Aeropuerto, en un vano intento de boicotear la visita presidencial… La industria turística oaxaqueña se prepara para una temporada vacacional inédita, pues miles de visitantes del país y el extranjero han realizado cancelaciones, además de las que han hecho las líneas aéreas por temor al contagio por el Covid-19… Y nos vemos en la siguiente RP