Las dos Sierras que posee Oaxaca destacan a nivel nacional por un problema mayúsculo. La Sierra Norte ocupa el primer lugar en el país en superficie afectada por el insecto defoliador y la Sierra Sur por el daño que ha causado el gusano descortezador.
El gerente de Sanidad de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Abel Plasencia González, indicó que en el “top ten” de estados afectados por plagas, Oaxaca ocupa el primer lugar.
La más dañina, por su capacidad de matar el arbolado en un mes, es el gusano descortezador, del cual no se tiene el número preciso de hectáreas en donde tiene presencia porque los conflictos agrarios o de límites entre las comunidades lo impide.
A la cabeza
Son esos conflictos internos por tierras los que han permitido que esa plaga se propague y haga que Oaxaca “esté a la cabeza nacional”.
Tan sólo el año pasado sumaban más de mil 500 hectáreas afectadas, pero se está en el proceso de levantar la información para tener con más detalle la dimensión actual, principalmente en la zona de Miahuatlán.
La estrategia de combate del Gobierno Federal se implementará una vez que “la gente de las comunidades nos presenten los avisos para que el personal técnico vaya a campo a verificar el tipo de plaga y superficie”.
El paso siguiente es emitir una notificación para que el dueño del predio lleve una actividad de manejo y control de plagas, “y si no puede, solicite recursos a la Conafor”.
Insistió en que los bosques de Oaxaca son los más afectados por este tipo de plagas, pero el gusano defoliador suma más superficie dañada con 8 mil 600 hectáreas con notificación de saneamiento, “se espera que los asesores técnicos sigan trabajando y puede alcanzar hasta las 12 mil hectáreas”.
Esa cifra es diametralmente mayor que las 2 mil 700 hectáreas que reporta Guerrero, la segunda entidad del país que enfrenta una afectación importante.
Muérdago enano
Después de ambos gusanos que representan los principales agentes de daño a los bosques, otra amenaza la representan las plantas parásitas que tienen presencia natural en el ecosistema, como el muérdago enano que predomina en bosques de coníferas.
“Tenemos a nivel nacional más de 6 mil hectáreas parásitas registradas en el país, principalmente en Querétaro”, precisó Plasencia González.
Si en Oaxaca no se conoce la superficie afectada es porque los dueños o propietarios de la tierra, principalmente ejidal o comunal, “no nos han avisado que lo tienen, por tanto no se ha contabilizado y entrado dentro de las estadísticas”.
