Bajo el amparo de Antorcha Campesina esta colonia, ubicada al norte de la capital, donde conviven pobres y ricos, ha logrado instalaciones con gran plusvalía, como el Polideportivo con un anexo de preparatoria, una moderna edificación, que es cuidada por los propios vecinos; sin embargo, no han conseguido un servicio básico por el que han clamado durante años: el agua potable; incluso, cooperaron para un tanque elevado, pero sospechan que fueron engañados en su construcción
Yolanda PEACH
Un rincón lleno de contrastes en Oaxaca de Juárez es la colonia Ampliación Siete Regiones, por un lado, casas de lámina y junto, residencias con toda la tecnología en seguridad,
La colonia Ampliación Siete Regiones se encuentra al norte de la capital oaxaqueña. El último censo arrojó que tienen dos mil 357 habitantes.
Muchas de las mujeres que caminan por las calles son trabajadoras domésticas que salen de las residencias; los hombres, albañiles que laboran en las grandes obras de este lugar.
Otras, amas de casa, esperan a sus hijos afuera de la escuela, hay muchos pequeños negocios improvisados en sus casas y los perros, siguen siendo la mejor opción en cuando a sistema de seguridad.
La mayoría de las calles luce sin pavimentar, y, ante las recientes lluvias, se ven los grandes surcos que dejó el agua al pasar. Las avenidas son pendientes y las casas de la parte baja son las que sufren con las inundaciones cuando llueve.
PROBLEMAS DE ALCOHOLISMO
Cerca del polideportivo Aquiles Córdova Morán vive la señora Avelina, quien todos los días echa tortillas al comal en su casita de lámina.
Su calle, Santa Cruz, aún no está pavimentada, “cada que llueve parece río. Se llena de agua”, dice.
“Dijeron que iban a pavimentar pero no se ha visto nada. Todo sigue igual”, agrega.
Si de algo se quejan todos los vecinos, es la escasez de agua, “casi no llega agua, es muy poca y nos vemos obligados a comprar pipas”.
Aunque el problema que más le preocupa es que los focos del alumbrado público ya no sirven, lo que aprovechan los vándalos para robar.
“Roban mucho (…) de vez en cuando pasa una patrulla, pero no llegan cuando se trata de una emergencia”, se queja.
Señala que es una patrulla viejita la que tienen asignada a esta parte de la ciudad, pero casi nunca pasa por la colonia.
Tema aparte, es que en la colonia hay algunos drogadictos, pero muchos borrachitos.
Joaquín, un mototaxista del sitio Volcán de Fuego que atinó a pasar por la colonia, indicó que no les gusta ir a la colonia.
“Vine porque es de día a traer a esta muchacha”, refiere mientras la pasajera baja y se encamina por la calle.
Dice que una vez que comienza a oscurecer, nadie se atreve a llegar a la Ampliación Siete Regiones.
“Se reúne un grupo de borrachitos, nos dicen: ‘Saca la caguama o te bajamos la feria’, así que arriesgarse a subir por ocho pesos, no vale la pena”, nos comenta.
No todos opinan igual, la señora Lucía, que tiene una improvisada miscelánea, dice que la inseguridad no le preocupa tanto, “yo creo que es igual en todos lados”.
A pesar de que justo en la contra esquina de su negocio es el punto de reunión de los borrachitos, dice que no le incomodan, “son muy respetuosos y amables (…) no vienen a molestar”.
APOYADOS POR ANTORCHA CAMPESINA
En la colonia tienen secundaria y preparatoria. Se logró gracias a la gestión de la organización social Antorcha Campesina.
Un polideportivo que tiene una cancha de baloncesto, baños, vestidores, seis aulas, una sala de prensa, una sala VIP, salón para reuniones, además de una planta de tratamiento de aguas residuales y un sistema de bombeo de agua potable.
El gimnasio está especializado para la práctica del basquetbol y el voleibol y las seis aulas forman parte de una extensión de la preparatoria “General Lázaro Cárdenas del Río”. Recién cumplen dos ciclos escolares.
Sin embargo, ni ellos han podido auxiliarlos con los servicios del agua, pavimento e iluminación.
“No llega el agua”, dice doña Elvira, quien cada 15 días tiene que pagar pipas de 200 pesos.
A ella la inseguridad no le atemoriza, porque toma sus precauciones. “Casi no salgo porque se menciona que hay mucho cholo”.
No obstante, el problema del transporte si es un problema. “El camión llega hasta el Higo, así que tenemos que caminar más de cinco cuadras”.
SOSPECHAN DE FRAUDE
Don Pancho, se quejó de que carecen de agua, “cooperamos para el tanque elevado, se cooperó para el terreno (…) el tanque se cuarteó porque no tiene agua ni se usa”, se lamenta.
“De qué sirve que hagan campaña (los políticos), sólo vienen cuando quieren el voto. Estamos olvidados”, dice con amargura.
“Es mentira todo. No vemos nada del cambio, están (los funcionarios) acostumbrados a que los maltraten”.
Nos lleva hasta el terreno donde está el tanque elevado, que sí está deteriorado y se ve cuarteado.
“Dicen que hicieron un pozo profundo de 150 metros y no hubo agua”, agrega con burla y nos señala el pozo de un terreno vecino.
Justo junto al terreno bardeado del tanque elevado, está un predio particular, con un pozo tapado con un tablón de madera.
“Ese pozo sólo tiene 14 metros de profundidad y siempre está lleno de agua”, comenta.
Detalla que para la construcción del tanque elevado cooperaron todos los vecinos, hace cinco años, pero la obra no sirvió para nada.
Otro problema que les aqueja, es que a muchos vecinos les falta el drenaje, “de nada sirve tener la llave de lujo si no tenemos los servicios básicos”.
Otros vecinos se acercaron a corroborar su dicho. “El agua la recoge uno del cielo cuando llueve (…) lo peor, nos llegan recibos de agua como si en verdad nos la dieran”, se queja uno.
Coinciden que reúnen “200 litros por mucho”, cada quince días que les llega el agua. “Creemos que el que le abre al agua no tiene tiempo”.
Al problema del agua no le ven solución. “Ni Antorcha (Campesina) que tiene fuerza ha podido”
Los vecinos, concuerdan que el único recurso que les queda es ir a protestar en el Palacio Municipal, “la misma autoridad provoca que vaya gente ahí”
Señalaron que se han reunido para encontrar una solución, como ir a buscar al senador Salomón Jara.
“Vino a pedirnos su voto y se lo dimos, queremos que Salomón Jara venga a caminar acá cuando llueve. Seguro ahora va a querer que lo apoyemos para gobernador y ya está bueno”.
“Alejandro (Murat) no vino a caminar por acá, ese es fino”, dicen en referencia a que el actual gobernador no hizo campaña política en la colonia.
“También Oswaldo (García Jarquín no vino), vamos a ver para las próximas elecciones (cómo vamos a votar)”, sentencian.