Apenas cumplió siete años de haber sido reconocida como una colonia del municipio de Oaxaca de Juárez. Es un lugar donde viven albañiles, chalanes, peones, muchos son campesinos que dejaron sus tierras y migraron a la capital en busca de una vida mejor. Hoy viven entre los cerros, sin agua potable, drenaje ni pavimentación, entre calles polvorientas que se convierten en ríos cuando llueve, a donde no entra el transporte público ni la policía. Están a merced de la delincuencia y de su suerte, es un lugar donde invade la melancolía
Texto: Yolanda PEACH
Fotos: Esteban CHINCOYA
Es una tristeza vivir en la colonia Los Ángeles, aseguran sus pobladores.
La colonia pertenece a la agencia municipal Pueblo Nuevo, y tiene alrededor de 30 años de su creación.
Tiene escuelas, áreas deportivas y calles sin pavimentar, muchas de las viviendas carecen de agua potable, drenaje sanitario y alumbrado público, a la par de vivir en la inseguridad e insalubridad.
Colinda con la agencia municipal Guadalupe Victoria
NUEVA CREACIÓN
Los vecinos lucharon por más de 25 años para que los reconocieran.
Al tratarse de terrenos ejidales del municipio de San Jacinto Amilpas, los colonos se consideraban parte de su territorio.
Sin embargo, sus credenciales para votar decían que pertenecían a Oaxaca de Juárez, por lo que en San Jacinto Amilpas los ignoraban.
Cuando intentaban hacer algún trámite en Oaxaca de Juárez, les informaban que pertenecían a San Jacinto Amilpas. Estaban sin nadie que los avalara.
Tras luchar por ser reconocidos, el 2 de octubre de 2012 el Cabildo de Oaxaca de Juárez, encabezado por el presidente municipal Luis Ugartechea Begué, los reconoció como colonia, tres años después, en el 2015, el Cabildo de San Jacinto Amilpas decretó la separación política, administrativa y territorial, para que se pudieran integrar a Oaxaca de Juárez.
Un año después, el 14 de febrero del 2016, la 62 Legislatura local aprobó un dictamen ex profeso de la Comisión de Gobernación, para reconocer el ingreso de la colonia al municipio de Oaxaca de Juárez.
Doña Juanita, quien tiene una tienda donde expende frutas y verduras, comenta que van con el partido que les promete.
“Andamos con el PRI, con el PAN, con el que dice que nos van a ayudar, pero últimamente nos ignoran, por eso lo mejor es no ir a votar”, añade.
Explica que el actual presidente municipal, de Morena, Oswaldo García Jarquín, no se acercó a la colonia para pedir su voto, “no vino, ni sus luces del señor”.
“Alejandro Murat sí vino y dijo que la calle estaba mal, pero sólo eso, por eso la gente no quiere votar”, asegura.
APOYO DEL PRI
Benjamín Mendoza, quien da servicio en la iglesia cristiana, reconoce que apoyaron activamente a Javier Villacaña Jiménez, del Partido Revolucionario Institucional.
“Nos íbamos a seguirlo a las colonias que fuera para echarle porras. Finalmente ganó la presidencia municipal y nos cumplió”, afirma.
Javier Villacaña Jiménez cristalizó la primera etapa de la introducción de agua potable y drenaje sanitario. Se benefició a 150 viviendas, aunque falta la conexión para que reciban los servicios.
“El Comvive también apoyó. Se gestionó que se apoyara a las familias más pobres al programa Piso Firme, se construyeran 62 baños ecológicos con biodigestor, el techado de la cancha de basquetbol y las oficinas administrativas”, cuenta.
El apoyo del PRI no terminó ahí, al llegar al poder José Antonio Hernández Fraguas, entregó los planos definitivos del asentamiento, con lo que se hizo el reconocimiento total de la colonia.
Aunque otros vecinos, no están tan conformes, afirman que están los papeles, pero no los quieren reconocer. Pagaron 500 pesos por escritura y dos mil 500 por títulos de posesión.
La primera etapa de introducción de agua potable y drenaje sanitario se realizó con un aporte de ocho millones de pesos que gestionó el diputado Francisco Martínez Neri.
“Todos sabemos que el diputado fue el que apoyó con los ocho millones, pero también conocemos de la materia, sabemos que no se aplicó correctamente el recurso, pues sólo alcanzó para cuatro calles y sus privadas. Nos preguntamos, ¿A dónde quedó todo el dinero?”, se pregunta el señor Melesio, quien todavía no tiene ningún servicio básico en su calle.
“Sacamos cuentas y sabemos que se ahorró por lo menos un millón de pesos. No sabemos qué se hizo de ese dinero”, insiste.
Lamenta el poco compromiso de los que presiden la colonia. “Muchos hasta se matan y se pelean por el puesto, pero buscan su beneficio para ellos, no para la colonia”.
Nos informa que el presidente del Comvive, Adrián Méndez Cruz, lleva varios años en el puesto. “Se dedica a la política. Es un señor muy conocido”.
“Deben decir: ‘Si el gobernador se lleva tanto, yo este poquito’ (…) Mientras ellos se benefician el pueblo está mal”, recrimina.
“Mucha gente no habla, pero ven lo malo”, prosigue al anotar que falta mucho por la colonia, “Ojalá este gobierno cumpliera”.
NEGOCIO DE PIPEROS
El problema principal de la colonia Los Ángeles, es el agua potable. “Nuestra colonia es el principal negocio para los piperos, porque es la única forma de proveernos de agua. Llenamos tambos, tinacos, cisternas o lo que sea”, nos dice el señor Melesio.
“Como el agua es necesaria, toda la gente compra pipa. A veces la pipa no quiere subir porque dice que están feas las calles, así que te cobran 100, 150 y hasta 180 pesos por llevarte el agua. Tienes que pagar porque la necesitas y así es como el dinero se te va”, añade al especificar que deben pagar por el servicio, por lo menos una vez a la semana.
Comenta que es una colonia de pobres, la mayoría son albañiles, chalanes, peones, muchos fueron campesinos y dejaron sus comunidades en busca de una vida mejor.
Indica que hay muchas colonias que están arregladas, otras no, “sabemos que todos tienen necesidad y no se puede arreglar todo, pero me gustaría que voltearan un poquito a la colonia Los Ángeles”.
Otro problema, es el del transporte, tienen que salir a la carretera para tomar un camión.
“Ahí vienen los abuelitos cargando. Muchos los ves caminando largos trechos, cargando sus cosas. (…) Es una tristeza vivir aquí”, lamenta.
“Es complicado vivir en Oaxaca, es mucha la necesidad que se vive aquí. Yo quisiera un escrito al señor presidente (de la República, Andrés Manuel López Obrador). Si supiera leer y escribir, le escribiría al presidente para que nos ayude”.
La señora Adela, apoyó el sentir de sus vecinos. Dice que tienen que caminar mucho a la carretera para encontrar el camión. “Aunque algunas rutas dicen Los Ángeles, ningún camión sube acá”.
“Necesidad hay mucha, nosotros tenemos que ver cómo nos la arreglamos”, dice.
Señala un poste inclinado, “está mal puesto”, así como la calle que sube, que ya tiene pavimento.
“Cooperamos entre todos y lo hicimos nosotros, de nuestro esfuerzo, metimos lo de arriba, cooperamos, de dos mil 800 a tres mil pesos por familia, nos tardamos casi cinco meses, pero no alcanzó”, dice triste, ya que la parte de la calle que le corresponde, no está pavimentada.
Relata que cada vez que llueve, se encharca mucho la calle, por eso la necesidad de arreglar la calle. Cerca de su casa pasa un riachuelo que se debe cruzar para llegar a las otras casas, “no tenemos puente, es peligroso cruzar”.
Comenta que aunado a las precarias condiciones en las que viven, padecen mucho de inseguridad, ya que continuamente hay robos a casas habitación.
“No tienen vergüenza, a plena luz del día entran a robar. En un día se pueden llevar hasta tres tanques de gas, la policía la llamamos y no acude, llega hasta que se le hincha”, increpa.
Otro problema que les preocupa es el dengue. Ante los charcos que se forman en las calles temen contraer la enfermedad. “Acá ya tuvimos un caso de muerte. Una niña de preescolar se murió por el dengue, estamos asustados”, concluye.