Personaje polémico, considerado el hombre fuerte en el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, habla a Real Politik sobre su intención de crear un nuevo instituto político local con el respaldo de una corriente que lidera y que nada tiene que ver con la escisión interna que enfrenta el PRI; revela que en la pasada elección presidencial le dio a Morena unos 70 mil votos en toda la entidad. En entrevista exclusiva aclara que no es amigo de Ulises Ruiz, rechaza que haya una amistad o comunicación constante con su ex jefe y cuenta como se le cerraron las puertas después del 2006; de Alejandro Murat dice que “el Milagro oaxaqueño” es una farsa y compara a su gobierno con un software pirata porque no funciona
Texto: David MÉNDEZ
Fotos: Esteban CHINCOYA
El secretario general de Gobierno durante el sexenio de Ulises Ruiz Ortiz, Jorge Franco Vargas, comparó la administración del gobernador de la entidad, Alejandro Murat Hinojosa, con un “software pirata” que incurre en “inconsistencias” y “errores” que han agudizado los problemas de rezago que ancestralmente ha padecido la entidad y empeorado otros como la inseguridad.
Considerado como el segundo hombre más poderoso de la entidad durante los dos primeros años del sexenio de Ulises Ruiz Ortiz (2004-2006) y a quien se le atribuye la autoría del fallido desalojo de maestros que dio pie al conflicto político-social de 2006, vaticinó que tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones de julio pasado, al gobierno estatal le espera un futuro accidentado que, en cuatro años, se traducirá en una nueva derrota del PRI en los comicios de 2022.
En entrevista con Real Politik, El Chucky, mote que le acuñó el propio Ruiz Ortiz cuando ambos personajes –hoy distanciados, según la versión de Franco– mantenían una relación casi fraternal, habló sobre tres características del actual régimen muralista que terminarán por llevarlo al fracaso: primero, el hecho de no entender que la pasada derrota del PRI en Oaxaca, hace cuatro meses, donde sólo ganó una de 35 diputaciones federales y estatales que estuvieron en disputa, no sólo se debió al efecto López Obrador sino a los errores cometidos por el gobernador Murat y su equipo; segundo, que el poder en la entidad está concentrado únicamente en Alejandro Murat, su padre, José Murat, y, tercero, y quizá lo más grave, que en el estado se está replicando el mismo modelo de gobierno que implementó en el país Enrique Peña Nieto, tras su arribo a Los Pinos, en 2012, y que se ha traducido en múltiples escándalos de corrupción y abuso de poder.
En su domicilio, en la agencia municipal de San Felipe del Agua, el ex diputado federal y líder estatal del PRI (2008-2010), se dio tiempo para ironizar y asegurar que la falta de políticas públicas para combatir la corrupción y el rezago social, así como fomentar proyectos de infraestructura son parte de ese “milagro oaxaqueño” que Murat Hinojosa prometió durante la época de campaña.
Ese “milagro oaxaqueño”, añadió, también se ha traducido en la no investigación de los actos de malversación de recursos cometidos por funcionarios del gobierno de Gabino Cué y que según diversas denuncias oscilan entre los 30 mil y 35 mil millones de pesos, presupuesto equiparable con los 42 mil millones de pesos de gasto total que fueron programados por esta entidad en el año 2001, cuando aún se desempeñaba como gobernador José Murat.
Nacido en 1971 y desde 1989 militante del PRI, en una carrera que a los 33 años de edad lo encumbró como responsable de la política interna del estado, reiteró que su antiguo instituto político jamás había atravesado una crisis como la que actualmente vive ni después del conflicto de 2006 ni en 2010 cuando ganó la gubernatura Gabino Cué –sus dos últimos antecedentes críticos en la historia local–.
“Yo creo que eso es, evidentemente, una calificación al gobierno del estado; pongo un ejemplo: en el 2006, nosotros veníamos saliendo de ese evento (el conflicto social) y 2007 me toca coordinar parte de las campañas a diputados locales y los gobiernos municipales; a los seis meses del evento de 2006, (el PRI) gana el Congreso local en su totalidad y el PRI llega a gobernar el 80 por ciento de los ayuntamientos, y decían que había molestia de la gente”.
Y compara: “En ese sentido, en el año 2016 elegimos candidato a gobernador y gana el PRI; un año y seis meses después elegimos candidato presidencial, a diputados federales, senadores de la república y diputados locales, y hay un cambio radical…
“Yo no he escuchado el día de hoy al gobierno del estado ni al propio Gobernador decir que han entendido el mensaje del primero de julio; no he escuchado una sola frase diciendo que entienden el mensaje de los mexicanos”.
–¿Ve un resto de sexenio convulso para Oaxaca a partir de este momento?
–Yo no sé si sea convulso, lo que sí te puedo decir es que el ‘software’ no se está desarrollando correctamente; no está dando lo que tiene que dar y, (en) consecuencia, la licencia (el contrato) dura seis años. ¿Qué quiere decir? que nos faltan cuatro años más con un software que, si quieres ver, es de tres cuates, que lo realizaron: el papá, el titular y todos los demás que están ahí; es un software que no trae un solo desarrollador.
La historia del software
Para Franco, los gobiernos se pueden comparar con una computadora: el manual de fabricación, es integrado por la Constitución y limitan las funciones de los tres poderes del estado; los componentes como el procesador, la tarjeta madre y el teclado son las mujeres y los hombres que conforman el equipo de trabajo y el software o sistema operativo es el gobernador.
“¿Qué ocurre si a la mejor computadora le cargas un software pirata?… a lo mejor la computadora es accidentada, falla, y no da lo que tiene que dar porque la plataforma es pirata. Así son exactamente los gobiernos, el software de los gobiernos es el gobernador en turno; puedes tener las mejores mujeres y hombres, pero si el software no trae una concepción clara de cómo desarrollar una mega computadora, las aplicaciones no se desarrollan correctamente: la política de combate a la pobreza, el desarrollo económico, el desarrollo social, la seguridad, etcétera. Aquí es evidente que la viabilidad del PRI para el futuro de Oaxaca no se va a desarrollar cómo debe desarrollarse porque tenemos un software que está desarrollando una muy mala computadora, y es lo que nos está ocurriendo en Oaxaca”.
Le di 70 mil votos a Morena
En la actualidad, luego de ocho años de mantenerse alejado de cargos públicos porque, como él lo reconoce, le fueron cerradas las puertas, Franco Vargas lidera una corriente política integrada, según sus estimaciones, por 80 mil personas distribuidas en toda la entidad, que está en negociaciones para afiliarse al Movimiento Nacional por la Esperanza, que encabeza René Bejarano, cónyuge de Dolores Padierna, militante de Morena y vicepresidenta de la Cámara de Diputados federal.
En ese contexto, Vargas confirmó que durante el pasado proceso electoral operó con sus estructuras para impulsar la campaña de Andrés Manuel López Obrador para quien conjuntó alrededor de 70 mil sufragios.
Reconoció, también, que a partir de su acercamiento con René Bejarano, se diseñó la posibilidad de que llegara a competir bajo las siglas del Partido Encuentro Social (PES), coaligado de Morena y el Partido del Trabajo (PT), por la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, algo que finalmente no sucedió tras el rechazo de la dirigencia de Movimiento de Regeneración Nacional; la mayoría, opositores de los funcionarios que integraron el gobierno de Ulises Ruiz.
El Licenciado en Derecho sostuvo que de no concretarse a más tardar durante la segunda quincena de noviembre su incorporación al Movimiento Nacional por la Esperanza, la corriente que lidera buscará su registro como partido político local, aunque se negó a adelantar bajo qué nombre.
–¿Apoyó la campaña de López Obrador aquí en Oaxaca?
–En el estado, sí.
–¿Se puede decir que la organización que usted encabeza le entregó 80 mil votos a Morena en la elección?
–Nosotros informamos a México, ocho o 10 días antes de la elección; en ese periodo enviamos un listado de promovidos o de gente que simpatizaba con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador y si mal no recuerdo fue de 67 mil y tantos. Los días posteriores a la elección siguió otro jalón (70 mil votos estimado total).
–¿Cuenta con la estructura necesaria para poder llevar a cabo el registro de su partido?
–Hemos logrado amalgamar toda una diversidad de elementos individuales que sí nos dan la facilidad de decir que de aquí a diciembre podemos afiliar a 79 mil gentes a una organización política; te estoy hablando de un esfuerzo de tres meses; muy sencillo.
–¿Es una escisión del PRI?
–No le vamos a quitar al PRI lo que ya no tiene.
“No soy amigo de Ulises Ruiz”
El político oaxaqueño, actualmente de 47 años y quien en 2010 aspiró a convertirse en el candidato del PRI al gobierno de Oaxaca, descartó que su intentona de crear su propio partido político esté relacionada con el anuncio hecho el pasado ocho de octubre a nivel nacional por el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, sobre la fundación de un nuevo partido político nacional, denominado Alternativa.
Para dicho fin, el ex mandatario prepara la creación de 300 comités en todo el país para recibir en enero próximo su nombramiento como una Agrupación Política Nacional (APN).
–Con toda franqueza, parece que su organización es un entramado se podría relacionar con Ulises Ruiz, consultó el reportero.
–No, absolutamente. No tiene que ver nada con el proyecto de Ulises Ruiz… lo que hagan ellos (Ulises Ruiz y compañía) es asunto de ellos.
–Sin embargo, podrían sentarse a platicar algún día.
–En la política con todos se habla. Lo cortés no quita lo valiente o lo educado, pero eso no quiere decir que, por un antecedente histórico de colaboración, lo que haga años después tenga referencia.
>…Habría que ver la historia para ver cómo actúa cada quien, pero en este caso lo que estamos haciendo en Oaxaca no está supeditado a nadie, a ningún ex gobernador o ex dirigente nacional.
–¿Siguen siendo amigos?
–De amistad no hablaría; yo hablaría, en ese sentido, de un espacio de colaboración que hubo y, por supuesto, a partir de febrero de 2010 hasta el año pasado que hablé con él, en noviembre, que comimos, la verdad tenía 8 años de no conversar con él.
>No te puedo hablar de amistad o de comunicación constante.
–¿Los tiempos ya se han cumplido para que Jorge Franco regrese a la política?
— Yo no hablaría de tiempo; simplemente te puedo hablar con mucha más calma de las veces que toque las puertas del gobierno federal del presidente Peña para que me diera la oportunidad de colaborar y te puedo hablar de las veces que varios oaxaqueños me la cerraron. Yo creo que no fue un asunto ni de tiempos ni de momentos sino que han sido circunstancias en mi caso.
–Pesaron los antecedentes de 2006.
–Fue un asunto de presiones, de no estar sujeto a decisiones que a veces uno no comparte. En mi caso, hay cosas que no me gustan. Ahora que yo tengo hijos, les haces comer carne, verdura y fruta; todo lo que no les gusta porque están creciendo.
>Cuando estás creciendo en política te comes cosas que no compartes, pero como estás creciendo te alimentas de ellas porque tienes que comer. Ya cuando creces dices: ‘No quiero comer verduras, no como carne… Cuando llegó un momento de madurez en mi apreciación personal yo tenía derecho a decidir esto ya no me gusta.
–¿Eso le pasó hace ocho años?
—La decisión que yo tomé en el 2010 tuvo que ver con eso, era un asunto de crecimiento, de madurez, donde yo había ya comido cosas que no me gustaban.,
–¿Qué cosas no le gustaban?
–Excesos materiales, económicos, personales; algunas decisiones que de lo privado se trataban de llevar al ámbito público y partidario.
–Pero dentro de la administración pública, dentro del gobierno.
–Solamente fui funcionario como Secretario General de Gobierno.
–¿Hizo cosas con las que usted no estaba con acuerdo?
–No, no me refiero a eso, me refiero a que estás sentado y ves cosas que no compartes, contextos personales de relaciones humanas.
En 2010, cuando Ulises Ruiz se decantó por Eviel Pérez Magaña como candidato a gobernador, Jorge Franco decidió alejarse del equipo del mandatario y comenzó a ser relegado del escenario político.
–No me gustaba lo que querían sembrar para Oaxaca en ese momento; no lo compartí y se lo expresé a Ulises Ruiz. Se lo dije en la última conversación: No comparto lo que quieres sembrar en Oaxaca (y) simplemente no voy a participar.
–¿Qué no le gustaba de lo que veía en la política?
–La política es como la cocina. Te encuentras a un buen chef que empezó siendo garrotero o lavaplatos. Un buen chef no puede llegar a ser chef de un día para otro.
–No estuvo de acuerdo en que gente sin trayectoria apareciera en lugares protagónicos.
–Claro.