Texto y fotos: Fausto Miguel
En este periodo vacacional de Semana Santa, restauranteros, comerciantes de ropa típica, artesanos, guías de turistas están a la espera de la llegada de turismo nacional e internacional para reactivar su economía. Esta es una de las mejores temporadas del año.
Los prestadores de servicios confían en que los gobiernos estatal y municipal se coordinen para hacer una limpieza general en el Centro Histórico, para que las calles de la Ciudad de Oaxaca, sus monumentos históricos, sus templos y casas coloniales puedan lucir su belleza y su esplendor.
En el Museo y templo de Santo Domingo de Guzmán, San Felipe Neri, la Basílica de la Soledad, San Juan de Dios, los visitantes podrán observar imponentes pinturas que rinden culto a la riqueza cultural e hispánica, mezcla de dos razas, española e indígena, zapoteca y mixteca.
A la par de bellos lugares, el turismo también podrá encontrar en esta capital un zócalo convertido en muladar, sus jardines sin flores, tiendas de campaña de inconformes que no son atendidos por el gobierno; un sitio donde abundan drogadictos, malvivientes, limosneros, vendedores ambulantes y hasta manadas de perros.
Los visitantes se llevarán una bonita postal con el Palacio de Gobierno tapizado de mantas de protesta y toda la romería que inconformes han instalado en pleno corazón de la ciudad.