Obras: La verdad sospechosa
Desde su arribo al gobierno, el Ejecutivo estatal Gabino Cué, reiteró que su administración iba a estar marcada por la transparencia y la rendición de cuentas. La corrupción del pasado habría de quedar atrás. Nada de opacidad y de darle chamba sólo a los cuates; ni peculado ni tráfico de influencias. Sin embargo, a tres años de distancia las promesas se quedaron solamente en eso, ya que la realidad ha superado a la ficción. Con total discrecionalidad se ha otorgado más del 90 por ciento del presupuesto destinado a obras públicas, a empresas foráneas, dejándole a los afortunados constructores locales, sólo minucias, cuando bien les ha ido. Son miles de millones de pesos los que se han entregado en bandeja de plata a empresas de Puebla, Jalisco y Monterrey, sin que el titular de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA), Netzahualcóyotl Salvatierra, rinda cuentas de esta situación.
Lo que ha lastimado más a los oaxaqueños es la farsa que se despliega en cada discurso, cuando el funcionario citado menciona que los recursos destinados a obra pública, han beneficiado a las empresas locales, lo cual es falso. Lejos de ello, las constructoras foráneas no sólo han elevado sus costos, sino que han hecho obras de pésima calidad, como el llamado “Paso a desnivel vehicular en el crucero de Cinco Señores”, que tiene serias afectaciones en su estructura y edificación, sin que SINFRA haya tomado cartas en el asunto, sino en extremo complaciente con la empresa: “Impulsora de Desarrollo Integral, S.A. de C.V.”. A todo ello, constructores que han solicitado obra y a quienes les han dado con la puerta en las narices, han investigado a fondo las irregularidades en el otorgamiento de la misma, ya que la mayoría se han dado a empresas foráneas, fuera de todo procedimiento legal y bajo trámites fraudulentos, teniendo como único fin beneficiarlas.
Cientos de obras no se han licitado sino que han sido ejecutadas bajo la modalidad de contrato. En 2012, por ejemplo, se contrató obra por 2 mil 732 millones 783 mil 256 pesos, divididos en sólo 290 contratos. De ellos, sólo 5 fueron por licitación pública, en tanto que 285 fueron por invitación restringida o adjudicación directa. De la cantidad citada, sólo 6 empresas fueron las beneficiadas con el piñatazo millonario, pues se les asignaron 2 mil 308 millones 854 mil 589 pesos, es decir, el 84 por ciento de la obra pública contratada por SINFRA. A una sola empresa: “Constructora Copora, S.A. de C.V.”, se le asignó obra por 1 mil 273 millones 135 mil 949 pesos.
Un caso similar ha ocurrido con la empresa poblana “Lucamax, S.A. de C.V.”, a la cual, sin licitación, SINFRA contrata de forma permanente para pavimentar las calles de la ciudad, con el llamado dragón. En 2011 le asignaron obra por 79 millones 50 mil pesos en adjudicación directa, sin concurso, ni siquiera invitación restringida. Ya para 2012 fueron dos contratos, uno de 100 millones de pesos para la «rehabilitación de vialidades urbanas» y otro de 75 millones para el mismo objeto. Más aún, 175 millones en adjudicación directa, sin revisar la calidad de la obra, los costos por metro cuadrado, quemando árboles con el famoso dragón, que está descontinuado y prohibido en muchos países y que en Oaxaca nos quieren decir que es tecnología de última generación. En el 2013, igual, sin licitación ni nada por el estilo, sino con adjudicación directa, de nueva cuenta Salvatierra López le asignó varios contratos a “Lucamax, S.A. de C.V.”, que en su conjunto suman 350 millones de pesos. Los contratos están etiquetados para la «rehabilitación de vialidades urbanas». Si sumamos, son 604 millones de pesos en 3 años, sin contar con los al menos 200 millones que están contratados para el 2014. De ser así, llegaría a 804 millones de pesos.