La ciudad de Oaxaca ya no tiene espacio para enterrar a sus muertos, en la actualidad al dolor que representa la pérdida de un ser querido se suma el viacrucis de los familiares para conseguir un espacio en alguno de los cinco panteones de la capital. Entre particulares hay reventa de tumbas, incluso se ofertan fosas hasta por internet, dice el administrador general de Panteones del Ayuntamiento, Alberto Mauro Martell Castellanos. Urge un nuevo camposanto pero no hay un terreno apropiado, ni tampoco existe la cultura de la cremación en la sociedad para resolver el problema
José HANNAN ROBLES
Los panteones de la ciudad ya no tienen espacios para recibir a quienes tienen la mala fortuna de emprender el viaje sin regreso.
En ninguno de los cinco panteones de esta capital: General, San Miguel, que se localiza dentro del perímetro del primero en mención, Jardín, Xochimilco y el Marquesado, no hay una sola fosa disponible, revela Alberto Mauro Martell Castellanos, administrador general de Panteones del Municipio.
Al dolor de perder a un ser querido se suma el viacrucis para conseguir un espacio donde sepultar su cadáver, porque en ninguno de los cementerios de la ciudad hay fosas utilizables.
El problema es cotidiano, dice Martell, y sólo se soluciona utilizando la sepultura de algún familiar o logrando la cesión de derechos de alguna tumba que llega a tener un costo de hasta 50 mil pesos, según se sabe.
“Tenemos conocimiento que entre particulares hay reventa de tumbas, lo que según la legislación está permitido. La administración de Panteones cobra 2 mil 600 pesos por la cesión de derechos. El acuerdo a que llegan los particulares es entre ellos, en nada de esto participa el Municipio”.
Asegura que las funerarias no incurren en acaparamiento de fosas, correspondiendo a los deudos del difunto hacer los trámites de la tierra.
El administrador de Panteones, dice que podrían rescatarse entre 800 y mil tumbas, que se encuentran abandonadas en el Panteón General y el Panteón San Miguel, con lo cual se daría un respiro a la crisis que vive la urbe por la falta de espacios para inhumaciones.
En estas necrópolis se han detectado sepulcros que tienen entre 10 y 15 años de abandono, porque las familias murieron o radican en otras partes, explica.
Según el Reglamento de Panteones de la municipalidad durante siete años se puede poseer la fosa sin ningún contratiempo, pasando este periodo se debe refrendar y pagar derechos.
Los panteones Jardín, Xochimilco y ex Marquesado, estos dos últimos con 800 tumbas cada uno, están saturados, indica.
Para lograr la utilización de los sepulcros abandonados, se tiene que contar con un acuerdo de Cabildo, en el cual se trabaja, explica.
La tierra que se recupere se destinará de manera exclusiva a cubrir los servicios del día, pues no se comercializará indiscriminadamente, aclara.
Ofertan fosas por Internet
En las redes sociales han aparecido ofertas de venta de fosas, ante la falta de ellas en los panteones.
Las pequeñas porciones de tierra alcanzan costos de hasta 60 mil pesos, según la ubicación, mientras por cesión de derechos solamente se pagan 2 mil 600 pesos al Municipio.
Martell Castellanos se pronuncia porque las instancias correspondientes trabajen para inculcar la cultura de la cremación o incineración. Si se hace un sondeo, comenta, la mayoría de personas prefieren que las sepulten por cuestiones religiosas o la costumbre arraigada del entierro.
Revela que el horno crematorio que funcionaba en el panteón Jardín, es ya obsoleto, pues actualmente solo tiene capacidad para incinerar una parte mínima de un cuerpo humano, una pierna o un brazo.
Aclara que la adquisición de un nuevo horno crematorio requiere que exista la cultura de la cremación para que sea redituable.
Dice desconocer cuál sería el costo de una cremación en un horno municipal, pero tiene conocimiento que en la agencia de inhumaciones Núñez Banuet tiene un costo del orden de los 12 mil pesos.
En el Panteón General y San Miguel, la perpetuidad tiene un coste de 12 mil 778 pesos, incluye perpetuidad, inhumación, conservación general y una bóveda. En los demás cementerios, Jardín, ex Marquesado y Xochimilco, se cotiza en 8 mil 562.78 pesos, con los mismos servicios.
Para muchas personas es menos doloroso cremar los restos de su familiar, que enterrarlos. Tener las cenizas en el hogar o en un templo, aminora la pena, indica.
Para optimizar los espacios las tumbas se están haciendo más profundas, lo que permite sepultar mayor número de cuerpos en bóvedas, expone.
La próxima administración municipal, precisa, deberá dar prioridad a la construcción de un nuevo cementerio, pero de entrada se enfrentará a la falta de un terreno de dimensiones adecuadas en el municipio.
Revela que se detectó un predio con las características necesarias para un nuevo camposanto, sin embargo ya no se realizó ante la oposición de los vecinos.
El entrevistado dio a conocer que tampoco hay espacio en los panteones de las agencias municipales, entre ellos San Juan Chapultepec, San Martín Mexicapan, además de que en estas demarcaciones no permiten el entierro de cadáveres de personas que no fueron vecinos de esas agencias.
En promedio en la ciudad se sepulta a diario un cadáver.
Asegura que en la actual administración municipal se ha evitado la rapiña y el robo de cruces, ángeles de mármol, y otros artículos que se encuentran en los mausoleos.
