Escaparate político
Felipe Sánchez Jiménez
Falló la cartera
Así pregunte a un alto funcionario del gobierno. Le dije si había fallado la política. La respuesta fue a bocajarro. No. Lo que falló fue la cartera. Las heridas del desastre 2006, aún están muy frescas y, aunque parezca increíble, los principales protagonistas siguen vivos y actuantes y “ya les gustó el negocio”. La única variante es que los terroristas ya no son todos profesores, la mayoría son ingenuos arrastrados en una aventura incierta por los “maistros” que manejan “organizaciones sociales” como FIOB, FPR, CODEP, MULT, COMUNA, COCEI, entre otras que al sentir que se acababa la fuerza -y el dinero- del cartel 22, han brincado al partido MORENA.
¿Qué tiene que ver la cartera?
Representantes de, al menos, dos de estas organizaciones, en medio de la gran confusión de los desalojos de ayer, reconocieron como sus adeptos a los dos muertos. Tal afirmación confirma que son ellos los que llevaron al matadero a sus ingenuos seguidores a los que les dan migajas de las cantidades multimillonaria que recibían del gobierno del cambio. Otro que perdió la vida fue un policía estatal. Eso es lo que surgía, hasta anoche, de los confusos trascendidos.
El negocio les gustó a Flavio Sosa del COMUNA, a Uriel Díaz Caballero del MUTL, a Carlos Aguilar Castellanos, dueño del FALP; Bernardino Bautista del FIOB, Alfredo Esparza de MAIZ, Samuel Hernández del CODEP, entre otros muchos. De acuerdo al último reporte de la Sedesho, veamos lo que recibían.
El MULT se embolsó 197 millones de pesos en los años 2011-12. Los recibió Uriel Díaz Caballero. No hay una sola evidencia de que tanto dinero haya servido para reivindicar a los triquis que mueve a su antojo.
En ese mismo lapso de tiempo, en nombre del FALP su propietario motejado “chino mugres” Carlos Aguilar, se embolsó 77 millones de pesos. Es tan mañoso que en su natal Tlacolula, lo detestan.
El FIOB de Bernardino Ramírez Bautista, también en los años citados, recibió a fondo perdido –así entrega el gobierno tanto dinero- 27 millones de pesos.
En las barricadas de Nochixtlán, los reportes indican que los campesinos más agresivos contra la policía que los desalojó, los llevó Omar Alfredo Esparza quien controla la organización MAIZ. Este agitador profesional recibió del gobierno de Gabino Cue, en ese mismo lapso de tiempo, 7.5 millones de pesos. De igual manera, sin comprobación alguna.
Otra de las organizaciones más radicales es CODEP. Negocio, digo organización, del profesor Raúl Gatica. Este “luchador social” por las tropelías que cometió en el 2006 se autoexilió en Canadá. Aunque vive en ese país, o vivía hasta has dos meses en que insistía en retornar para vigilar su negocio más de cerca, se da el lujo de exigir que CODEP le pague sus gastos aparte de las subvenciones que recibía como su salario de maestro y todas los privilegios que significan las prestaciones del IEEPO. Para que el “reivindicador” de las clases jodidas viva a cuerpo de rey, el gobierno le dio en esos dos años, a su lugarteniente Samuel Hernández Morales 98 millones de pesos.
Otro que recibía tanto dinero -75 millones de pesos en dos años- era el demonio de Tasmania. Famoso mote de Flavio Sosa, dueño de COMUNA. Digo famoso porque ese escandaloso animalito de la fauna australiana que se engulle a su progenitora, tiene mucha similitud con el agitador profesional debido a la glotonería que se le conocen por el poder y el dinero. La voracidad del demonio de Tasmania, entrampó en serio conflicto al pueblo de San Agustín de las Juntas. El presidente del comisariado ejidal Alfredo Carrillo Lara, al ser destituido por su pueblo dijo que de los 16 millones de pesos que le pagó el gobierno federal por la expropiación de terrenos del Aeropuerto local, diez se le quedaron a Flavio Sosa por su “asesoría”.
Un pequeño botón que confirma que la glotonería de este “luchador social” no tiene límite. Su empresa, digo organización, COMUNA recibió en los tiempos que he citado, 74 millones de pesos.
Causa y efecto
El mundo podrá cambiar pero los tontos útiles y la clientela política no se acabarán nunca, apunta el escritor Rivero Caro.
Esto es lo que estamos viendo en Oaxaca. De la manera más grotesca, los “cerebros” del MORENA y de la CNTE siguen indoctrinando a las clases marginadas aprovechando el estado de pobreza e ignorancia en que los mantiene el gobierno en complicidad con los capos del cartel 22.
Los 35 años de constantes cierres de escuelas públicas y violencia como método de lucha del llamado movimiento “democrático” magisterial, surten efecto nocivo.
Les repiten permanentemente que son «la vanguardia organizada y consciente de la clase trabajadora», como lo hacían los leninistas. Desgraciadamente, esa arenga ha permeado. Eso explica que el MORENA haya obtenido más de 300 mil votos en Oaxaca.
Como les dije ayer, los multimillonarios presupuestos del gobierno que deberían ser para el desarrollo social, los pone en manos de esos “luchadores sociales” que se quedan con la tajada del león. La cantidad no es menor. Se aproxima al 30 por ciento del presupuesto de 85 mil millones de pesos que recibe el gobierno del estado. Casi todos los diputados, locales y federales, y los dirigentes de las más de mil “organizaciones sociales”, algunas de las cuales cité ayer, se han enriquecido inmensamente.
Los primeros, al gestionar exitosamente alguna obra, exigen poner al constructor o si se trata de comprar, ellos consiguen al proveedor. Obvio, así obtienen el famoso “moche”.
Los dueños de las organizaciones “sociales”, igualmente, consiguen del gobierno la autorización de obras, pero más aguzados, se convierten en constructores. Cobran anticipadamente pero que dejan trabajos inconclusos o mal hechos. Otro método de lucro es recibir directamente el dinero para empleo temporal.
Así se diluyen multimillonarias cantidades de dinero público autorizado para programas y obras sociales. Más del 70 por ciento desaparece en esas tortuosas componendas.
Irritación
Con este método corruptor, solo llegan migajas a las comunidades que hoy reaccionan con un profundo resentimiento social. Es lo que explotan esos “redentores sociales” para engañarlos por doble partida. Les roban casi todo el presupuesto que autoriza el gobierno y a cambio de los remanentes, los obligan a acciones temerarias como las que hoy lamenta Oaxaca por los seis muertos y más de medio centenar de policías y civiles heridos. Anoche ingresaron 23 policías heridos más en diversos hospitales del IMSS.
Otro que se beneficia con esa especie de reparto del botín, es el mismo gobierno en turno o el político poderoso del momento. A los dueños de COMUNA, CODEP, FALP, MULT, especialmente a su matriz el cartel 22, etc., Gabino les permite la intermediación en el manejo de los presupuesto a cambio de lealtad política. Así operaban hasta el año pasado. Y así han maniobrado invariablemente. Lo vemos con toda claridad cuando los manejaba el PRI cuyos gobernantes les entregó el control del IEEPO con tal de hacerlos cómplices; luego simularon un “movimiento social”, similar al de hoy, para que Gabino ascendiera al poder. Cuando les quitaron el control del presupuesto educativo, abandonaron el barco. Hoy, sus oficios están al servicio del MORENA.
Aunque con gran dosis de vendetta política|, el senador chilango Benjamín Robles, recordó ayer que gracias a ese “movimiento social” Gabino fue gobernador. En una declaración pidió que si el gobernador Gabino Cue “aún tiene un mínimo de agradecimiento al movimiento social que lo llevó al gobierno, tiene que renunciar”.
Vale recordar esto porque el chilango, en el 2010 fue uno de los cabilderos más persistentes. Convenció a los capos del cartel 22 y los grupos que hoy abandonan el barco del “cambio” para brincar a MORENA, se unieran al proyecto Gabino. Y lo logró. Con el mismo método del disturbio y con los mismos personajes de hoy, llevaron a Gabino al poder. Entonces, el que mejor los conoce es el gobernador. Cuando ubica a cada uno de los incitadores del alboroto, seguramente ha de exclamar: estos ambiciosos no tienen límite.
¿Guerrilla?
En entrevista, le preguntaron insistentemente al gobernador Gabino Cue, que si había identificado a grupos radicales desestabilizadores, que si la guerrilla estaba operando en esta nueva escalada de agitación social en Oaxaca.
Respondió que su gobierno no los había detectado. Solo aceptó que activistas de diversas “organizaciones sociales” son los que acompañan al magisterio en sus movilizaciones y bloqueo de carreteras. Trató de minimizar la gravedad de la nueva embestida contra Oaxaca.
Aunque los profesores del ala dura comulgan con la idea de la toma del poder por medio de la violencia y participan y promueven acciones guerrilleras, su conducta está muy alejada de los que son realmente guerrilleros, esos apasionados que llevan una vida clandestina, llena de penurias y siempre a salto de mata pero firme en sus ideales. Los “maistros” del cartel 22 que juegan a la guerrilla, son burócratas privilegiados. Tienen salario del IEEPO muy por arriba de la gente del pueblo, aguinaldo de 100 días, bonos de productividad, no tienen la obligación de instruirse como educadores ni de trabajar en las aulas. Estos son las prerrogativas que no quieren perder, pero insisten en hacerle al guerrillero.
Aunque su idea es que la toma del poder debe ser por medio de las armas, de pronto saltaron en Oaxaca a una posición en la que comparten el gobierno gracias a la democracia que, aunque incipiente, les favoreció. Fue en la administración de Gabino Cue, al que ahora denostan. Les dio posiciones relevantes de gobierno y, en los primeros dos años, a través de la Sedesho, recibieron mil 300 millones de pesos a través de sus organizaciones políticas afines. Nadie sabe del destino final de tanto dinero público.
La CNTE y, principalmente, su brazo más combativo que es la sección 22, desde 1979 empezaron a buscar el poder. Iniciaron su lucha contra Carlos Jonguitud y su Vanguardia Revolucionaria, Siempre ligados al poder, negociaron con el gobierno que alentó la creación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE.
Su primer adherente fue la sección 22 y tomaron fuerza contra el “charro Jonguitud”, con las bases de Chiapas, Michoacán, DF, estado de México y Guerrero.
Su avidez por el poder y el dinero los llevó a mayores exigencias por medio de las movilizaciones. Generaron conflictos que los llevaron a diversos enfrentamientos. En 1981 fue asesinado su líder Misael Núñez Acosta. Eso no inhibió su radicalismo y, desde entonces, empiezan a ligar a la sección 22 con la guerrilla.
Los ideólogos
Cuando el gobierno federal les quitó el control del IEEPO y su inmenso presupuesto, sus ansias levantiscas amainaron y disminuyó un poco la anarquía en el sector magisterial. El golpe definitivo parecía ser el descuento salarial a los que no laboraban en las escuelas. Pero un individuo dogmatizado es difícil meterlo al redil.
En junio del 2015, durante la quema de urnas en las elecciones federales, en Salina Cruz, detuvieron a un tal Margariño. La reacción de los porros fue más violenta. Rodearon el palacio municipal, exigían la libertad del detenido. Con bombas caseras empezaban a incendiar el edificio. En ese momento vino la orden: ¡Suéltenlo!
¿Quién era el poderoso personaje? El mismo que hace dos meses fue arrestado y trasladado a un penal federal de Jalisco. Se llama Heriberto Margariño López. Gobernación lo tiene catalogado como uno de los cabecillas más extremistas del cártel 22. Su captura sulfuró a los radicales.
Funesta escuela
Cuando en noviembre del 2006 la PFP acotó el desastre que generaron los mismos levantiscos de hoy, los capos del cartel 22 parecían fracasados. No fue así. Por el contrario, los grupos radicales aprendieron mucho en ese laboratorio en que convirtieron a Oaxaca para probar estrategias de guerra de guerrillas urbanas.
La escuela fue tan fructífera que hoy, 10 años después, los mismos dirigentes de esos grupos radicales muestran, y aplican, su exitoso aprendizaje. De la calamidad del 2006 abrevaron mucho los del cartel 22, en cambio, el gobierno y sus “expertos” en seguridad, parece que no asimilaron nada. Así lo prueba la emboscada que sufrieron los policías en el fallido desalojo de Nochixtlán.
En el 2006, según documentan varios trabajos periodísticos, las tácticas del EPR en Oaxaca, las ejecutaron grupos comandados por Constantino Alejandro Canseco Ruiz, el comandante José Arturo, miembro de una de las tres familias fundadoras de la guerrilla.
