Una sucesión atropellada
El proceso electoral oaxaqueño se advierte no solamente complejo sino bastante intrincado. En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fueron primero los jaloneos, las campañas de descrédito, los denuestos entre los aspirantes, para definir al final la candidatura de Alejandro Murat Hinojosa. A pesar del anuncio de la unidad priista, suscrita en las oficinas del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones, se advirtió que la disciplina de antaño dejó de ser un componente sustancial en dicho partido. Cada quien siguió realizando labores de proselitismo y, los menos, guardaron silencio hasta que se tomó la decisión final. Los leales al senador Eviel Pérez Magaña y al ex gobernador Ulises Ruiz, han continuado con una postura poco institucional. Así se percibió su ausencia en la toma de protesta de Murat, como candidato del PRI.
Los caminos de los partidos de izquierda, que originalmente formaban la coalición “Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca”, (CREO), PRD-PAN-PT, se han bifurcado. Luego de los jaloneos y el intento fallido del senador Benjamín Robles Montoya por reventar la asamblea de la Comisión Estatal Electiva del PRD, que eligió a José Antonio Estefan Garfias como candidato, el citado legislador renunció al partido del sol azteca y buscó refugio en el Partido del Trabajo (PT), un simple membrete que en Oaxaca no representa más que una carga para las prerrogativas que otorga el órgano electoral. La coalición pues, está ya fracturada, pese a que el partido que se retiró –como ya hemos dicho- no representa más que los votos que le aportarán sus seguidores a Robles Montoya. Dicha acción mina las posibilidades de que una coalición de partidos de izquierda, junto con el PAN, pudiera mantener la gubernatura, la misma que conquistaron en 2010.
Pero existe un factor adicional: el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que en la entidad se formó de una escisión del PRD, también lleva candidato. Éste es Salomón Jara. Entre los votos de Benjamín Robles, tanto de sus leales en el PRD como los pocos del PT y los que tiene MORENA, y serían a favor de Jara, la izquierda oaxaqueña queda fracturada prácticamente en tres. Tienen razón aquellos que piensan que pese a la división que existe en el tricolor, no se compara con los jirones que harán de la militancia que ha votado por los partidos de izquierda y que tan bien los ha posicionado en el espectro electoral, la situación actual que padecen: PRD, PT y MORENA.
Adicionalmente, no podemos ignorar la situación tan dramática que prevalece en el Partido Acción Nacional (PAN) que, como todo mundo sabe, atraviesa por la peor crisis de su historia en Oaxaca. No escapa a la fractura interna y al lugar tan desafortunado que tiene en el espectro electoral, en donde ha caído estrepitosamente. Todo ello se concatena para considerar que la coalición CREO, que encabeza Pepe Toño Estefan, debe caminar a marchas forzadas y sumar a su causa a los indecisos, habida cuenta de que hay en la sociedad civil tal desencanto que no sería casual que el abstencionismo fuera el triunfador, en la jornada electoral del próximo 5 de junio. En un par de semanas empezarán formalmente las campañas electorales con rumbo al proceso de que se trata. Es difícil que los partidos de izquierda reviertan su situación, por lo que la coalición PRI-PVEM puede ir bien desplegando su mejor estrategia para capitalizar el voto ciudadano.