La grave inseguridad en Oaxaca
Lamentable pero cierto: las corrientes turísticas que hasta hace poco llegaban de Europa a nuestro estado pero especialmente a nuestra capital, han disminuido drásticamente, lo mismo que en diversos puntos del país que durante años han sido el atractivo para los visitantes, no sólo ante la violencia de la delincuencia organizada sino por los numerosos conflictos sociales que ocurren en Oaxaca, en especial los que provoca el sector magisterial que directamente impacta contra los visitantes, especialmente cuando bloquean carreteras, calles e incluso los aeropuertos.
En publicaciones europeas se han dado a conocer los diversos escándalos que han ocurrido en México y en especial los actos de violencia, por lo cual hacen recomendaciones para que el turismo de ese continente tenga muestro cuidado al venir a nuestro país o lo mejor, que visite otros destinos donde no existan problemas de seguridad.
Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, fue noticia que recorrió el mundo y en las publicaciones amarillistas desde un principio se dio como cierto que todos los normalistas murieron, lo cual no sólo es una exageración, sino que es otro aderezo contra los que quieren venir a visitar poblaciones mexicanas, como es el caso de Acapulco, Cuernavaca o Oaxaca.
En las mencionadas publicaciones se dan a conocer los lugares de la República donde más ocurren hechos violentos y se recomiendan precauciones extremas o de plano evitar visitarlas. Y por lo que respecta a Oaxaca se le califica como entidad con múltiples conflictos sociales, con autoridades que han sido rebasadas por los grupos de presión, con manifestaciones durante todo el año en el centro de la capital y el constante peligro de que los grupos que maneja el magisterio, interrumpan el tráfico en las carreteras, cierren calles, oficinas e incluso los aeropuertos y comercios, por lo cual se hace la recomendación a fin de que no sufran las molestias que todo eso les pudieran representar. Por eso en diversas temporadas lo que se nota es turismo nacional, especialmente el que viene del altiplano, que sabe la situación pero que viene de aventura y fuera de esos grupos, el gran turismo ya no visita la ciudad de Oaxaca.
Pero el otro problema que tiene que sufrir el turismo que llega a la ciudad de Oaxaca a bordo de sus propios transportes, es la falta de espacios para estacionarlos temporalmente ya que las calles permanentemente están ocupadas por vendedores que tienen casetas móviles en todos los rumbos de ciudad capital, lo cual evita contar con espacios para el aparcamiento. Entonces los interesados tienen que sufrir el abuso en los estacionamientos de paga ya que éstos tampoco tienen alguna supervisión de la autoridad.
Por todos esos motivos es que la industria del turismo que en años idos fue una importante fuente de sostenimiento económico para la ciudad y el estado, ha ido bajando lastimosamente gracias a la mala publicidad que propicia el sector magisterial, sus grupos satélites y otros más revestidos de impunidad que cometen atropellos contra propios y extraños.
Lo ocurrido en Iguala, Guerrero, le dio la vuelta al mundo como un hecho de barbarie y desde luego, resta turismo al puerto de Acapulco que durante muchos años fue el primer destino turístico del país, pero hoy sufre las consecuencias de la violencia que ha hecho presa al estado de Guerrero. Mientras que en Oaxaca sufrimos el embate de las huestes bárbaras del magisterio que pareciera sentirse enemigo del pueblo de Oaxaca y de su economía, aunque actualmente están quietos después del golpe que les asestara Enrique Peña Nieto.