José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
En la ciudad de Oaxaca más de 5 mil niños trabajan en diferentes actividades para ayudar a la economía familiar, y se olvidan de estudiar o recrearse con el juego. Son parte cotidiana del Mercado de Abasto, El Zócalo o los principales cruceros de la ciudad, algunos son oaxaqueños, otros no.
Le dedican más de ocho horas al trabajo. Muchos están a la vista de sus padres quienes esperan el dinero de la venta de chicles, dulces, pulseras, collares, los mayorcitos tocan algún instrumento o simulan ser payasos, malabaristas en los cruceros, donde también venden fruta o limpian parabrisas, sorteando un sinnúmero de vehículos.
En entrevista Marisol Chávez Bautista, coordinadora de Vinculación Institucional y Relación con Benefactores del Centro de Apoyo a Niños en Situación de Calle (Canica), indicó que en estos casos, al ser familias disfuncionales o no, no se tiene detectado que los progenitores exploten directamente a sus hijos poniéndolos a trabajar, siendo más la situación en que viven lo que los ha llevado a esta realidad, “es una situación de vida en la que ellos trabajan, y se comprometen a laborar con la familia porque así ha sido durante una, dos o tres generaciones, y siguen con este roll, Canica les ayuda a romper un poquito el esquema de esta dinámica familiar en situación de calle”.
Expuso que es una realidad que el número de niños que trabaja en la ciudad va en aumento. Muchos infantes oaxaqueños emigran a otros estados como Veracruz y Puebla, para trabajar en sus calles. Oaxaca también recibe chiquillos de otros puntos del país.
La sociedad debe apoyar para la concientización de que no se puede ofrecer unas monedas a un niño, ya en un momento dado va a dejar de ser niño, y no tendrá manera de enfrentar la vida después, por eso es necesario darle más herramientas, y no unas monedas en la calle, reflexionó.
El dato en poder de Canica, el cual no es real ya que no tiene una investigación formal realizada, ni siquiera el DIF cuenta con las cifras verdaderas, es que en la ciudad de Oaxaca existen aproximadamente 5 mil niños en situación de calle.
Canica apoya actualmente a 150 niños y a sus familias
Más adelante, explicó que este centro apoya a chicos que trabajan en calle dándoles atención en un centro de día de 9:00 a 17:00 horas.
Se ofrece a los niños y adolescentes en situación de calle y a sus familias, un programa educativo integral que promueve la educación en cuatro rubros: afectivo, de salud, cognitivo y emocional.
El centro comunitario de Canica brinda el servicio de educadoras, psicólogas, cuenta con nutrióloga y una cocinera; a los menores se les brinda desayuno y comida. Se les apoya con las tareas escolares para lo cual se tiene un par de salones multigrado.
Los chicos que no logran vincularse con una educación formal en las escuelas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), ya sea por edad, por falta de documentos u otras circunstancias se regularizan a través de convenios con el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA) con la finalidad de incluirlos en el sistema SEP.
Canica cuenta con escuela para padres y madres con orientación psicológica, porque se busca apoyarlos e impactarlos a nivel familia para que se comprometan con su educación y la situación de calle no los atrase, explicó la entrevistada.
El programa de Canica está hecho para niños de tres a 17 años, sin embargo, posee una fase de estimulación temprana para niños pequeños, actualmente atiende a niños de uno, dos y tres años.
Chávez Bautista explicó que niños en situación de calle son los que trabajan o acompañan a sus padres en trabajo. Se encuentran en los principales cruceros de la ciudad, en la Central de Abasto y en el Zócalo, entre otros puntos; no importa si son originarios de Oaxaca o no, deben tener un tutor o alguien que se responsabilice de ellos, y una casa donde vivir.
Canica, aclaró, atiende a menores en situación de calle, no que vivan en calle, brindándoles un poco de recreación, clases de computación, de educación física, apoyo en tareas y en cuestión cognitiva, siendo la institución el medio para que logren las becas que algunos organismos proveen.
Canica se certificó con la Norma Mexicana ISO 9000, en diciembre pasado, lo que avala los procesos y da transparencia a lo que hace, convirtiéndolo en un medio para la aplicación de becas.
A Canica le lleva entre seis y ocho meses entablar la relación o la fase que los lleva a la graduación del programa en materia de participación y compromiso confianza con un joven en situación de calle y de su familia, ya que se caracterizan por ser muy renuentes, en esta acción participan trabajadores sociales y educadores de calle que están en contacto con ellos.
En la etapa de servicios intensivos trabajan las educadoras, el psicólogo, la nutrióloga, apoyándolos en todo el plan integral, más adelante pasan a una tercera social, período en la que tiene que hacer cosas positivas por la sociedad e integrarse en base a un plan de vida personal y con la familia, una vez estabilizados.
Entre los adolescentes que entran al programa, se detectan problemas de violencia, alcoholismo, drogas, disfunción familiar; los niños manifiestan enfermedades como desnutrición, respiratorias, gastrointestinales, manchas en la piel.
Hemos cuidado mucho de no ser asistencialistas, no resolverles sus necesidades, nosotros les damos herramientas para que ellos puedan resolver su vida por su propia cuenta, integrarse a la sociedad con herramientas que facilitan las posibilidades de éxito, recalcó la
coordinadora de Vinculación Institucional y Relación con Benefactores de Canica.
Canica a partir de enero de 2011, cuenta con un único programa institucional para enfocar esfuerzos, en base a un diagnóstico de la realidad local y en el ánimo de potencializar, generar un mayor impacto social y especializar el trabajo social; bajo la premisa de que no es posible transformar la realidad de vida de niños, niñas y adolescentes sin una intervención y atención integral que se oriente a sus familias.
Las fases de atención son, contacto y sensibilización, servicios intensivos y participación, y compromiso social.
Contacto y sensibilización, es el diagnóstico de la situación de la familia, selección de familias para su ingreso y generación de un compromiso sobre su desarrollo con niños, niñas, sus familias y grupos multisectoriales.
Los servicios intensivos son talleres y encuentros directos con los niños, sus familias y grupos multisectoriales en torno a los cuatro campos: cognitivo, afectivo, emocional salud y social.
Participación compromiso social, educación para la participación, análisis del contexto, organización para la acción social.
Adelantó que el próximo 30 de enero en el hotel Hacienda La Noria, se realizará de 9:00 a 14:00 horas el Segundo Foro Para una Nueva Cultura y Participación Ciudadana Por una Niñez que sea el Reflejo de la Sociedad. La entrada será gratuita.