Las autoridades mantienen abiertas al menos 160 carpetas de investigación en contra de ciudadanos de la agencia municipal de Zaachila, y colonias cercanas, que a lo largo del año han participado en las manifestaciones de repudio y enfrentamientos violentos contra integrantes del Frente Popular 14 de Junio
David Méndez
La Fiscalía General del Estado mantiene abiertas al menos 160 carpetas de investigación en contra de ciudadanos de la agencia Vicente Guerrero, Zaachila, y colonias cercanas, por su participación en los enfrentamientos violentos en contra de la organización 14 de Junio, que se suscitaron entre el 28 de mayo y el 3 de julio pasados.
Las indagatorias son por diversos delitos, como daños, después de que los pobladores mantuvieron una serie de bloqueos sobre la carretera federal 175 y en las calles situadas al interior de su asentamiento, además de que quemaron mototaxis y dañaron otros vehículos en demanda de la expulsión de esa organización de transportistas, liderada por Francisco Martínez y, su hijo, Javier Martínez, a la que acusan de haber ejecutado diversos actos criminales contra la población durante los últimos tres años, desde extorsiones hasta asesinatos.
Las pesquisas se siguen en contra del agente municipal Rey Francisco Valencia Farías, los coordinadores de los 18 sectores y otros funcionarios locales, quienes son señalados por el 14 de Junio de haber ideado “ataques” en su contra.
“Va a resultar que ahora uno va a estar en la cárcel”, comentó al respecto, Valencia Farías.
Hasta el momento, no se ha reportado la ejecución de órdenes de aprehensión relacionados con esos incidentes, aunque el agente reconoció que existe zozobra entre los sectores involucrados.
–Sí (hay más denuncias en contra de la población). Se repiten y se repiten (las denuncias). Como ellos (la 14 de Junio) también tienen abogados; ellos les dicen (a los transportistas): ‘Por este lado les vamos a dar. Vamos a hacer que la propia población se vea como la mala’. Es una cuestión de pelea, explicó otro funcionario de la agencia, que pidió anonimato.
En caso contrario, las autoridades oaxaqueñas han abierto “entre 23 y 50” investigaciones en contra de la 14 de Junio.
El último funcionario de la agencia entrevistado explicó que los vecinos han entablado “miles” de denuncias, pero “como no hay señalamientos directos” ya sea contra los líderes del Frente Popular 14 de Junio o personas en específico, las averiguaciones no han podido prosperar.
–Algunos (ciudadanos) han dicho que los de la organización habían llegado a los negocios y les “notificaban” que iban a poner una calca en la fachada y que por ello iban a pagar una tarifa mensual. Otros decían: ‘Yo me fui de pasaje en una moto de tal color y ya adelante me asaltaron; me quitaron todo lo que traía’.
>Muchas de las denuncias no tienen nombre, por eso es que no prosperan. En cambio, las denuncias que hace la 14 de Junio hacia nuestro agente, por así decirlo, pues como lo conocen; saben su nombre, su apellido, dónde vive… (son mejor sustanciadas)
–¿La denuncias están contra el agente?
—Contra el agente.
–¿Las 160 denuncias?
–Eso está repartido entre los coordinadores, el agente y otros funcionarios.
–Ustedes pueden acabar en la cárcel, entonces.
–Sí, es que muchos no ponen las denuncias en contra de Javier Martínez, por ejemplo, porque no fue él el que asaltó, no fue él el que mató; mandó a su gente a hacerlo. Entonces, no hay denuncias en forma contra él.
El pasado 11 de julio, un día antes de que acudiera a la zona el gobernador, Alejandro Murat, algunos coordinadores de sector confiaron a Real Politik que una de sus condiciones para desbloquear el camino al tiradero municipal, que llevaba una semana cerrado, era que el gobierno cancelara las denuncias que existían en contra de los vecinos; sin embargo, su petición no fue atendida.
Al día siguiente, el jefe del Poder Ejecutivo estatal anunció que existían 18 órdenes de aprehensión pendientes por ejecutar por el caso Zaachila, documentaron medios de comunicación.
Tensión permanece en la zona
La noche del lunes 24 de julio, ciudadanos de aquella agencia, situada al sur de la ciudad de Oaxaca, descubrieron que familiares de uno de los líderes expulsados del FP-14 de Junio –identificado como Javier Ramírez–, intentaron regresar a su domicilio, situado en el sector Parte Alta, lo que desencadenó un zafarrancho y el incendio del domicilio.
Los vecinos le prendieron fuego a la vivienda, situada sobre la calle González Ortega, sin número, al enterarse que una mujer identificada como Adriana, hija de Javier Ramírez, intentó ingresar al inmueble que habitó hasta antes del 3 de julio, cuando la comunidad expulsó a todos los integrantes del Frente Popular.
La mujer, en compañía de su cónyuge, ingresó hasta el sector Parte Alta a bordo de un taxi y, al parecer, intentó sustraer algunas cosas, cuando fue interceptada por los ciudadanos.
–La versión es que esta muchacha, Adriana, la hija del señor Javier, venía con la intención de sacar sus cosas, pero la gente la detuvo y le dijo que se regresara, indicó la fuente anónima.
>Entonces, la Policía Municipal acudió a la zona y la ayudaron a salir. La fueron cuidando para que la gente no la agrediera.
>La población, sin embargo, no lo entiende así, lo entiende al revés y dice: ‘Cuidan más a ellos que a nosotros’.
Posteriormente, un grupo de personas decidió ingresar y quemar la casa, incluida una camioneta, al parecer tipo Expedition, que se encontraba en el interior.
–En el día está tranquilo, pero en la noche (el ambiente) se torna tenso, confió otra ciudadana con la que los reporteros se toparon al momento de recorrer la zona donde se desató el incendio.
Gobierno, incumple
El martes, un día después de los hechos, el agente de Vicente Guerrero, Zaachila, Rey Francisco Valencia Farías, acusó que el gobierno estatal había incumplido con el acuerdo firmado el pasado 12 de julio, gracias al cual las autoridades lograron una tregua en el conflicto que durante un mes y medio mantuvieron vecinos de ese asentamiento, y otras 23 colonias, con el Frente Popular 14 de Junio.
El funcionario aseveró que las autoridades no enviaron la vigilancia policiaca a la que se comprometieron, por lo que la seguridad tanto en su demarcación como en la zonas aledañas era prácticamente inexistente, al igual que en las hectáreas de terreno que habían sido invadidas por la organización liderada por Francisco Martínez y que fueron recuperados tras el enfrentamiento violento del 3 de julio anterior.
Culpó de este último hecho a la escasa vigilancia que existe en el perímetro, pues afirmó que la presencia de las fuerzas de seguridad solamente se incrementó el día que acudió a la zona el gobernador, Alejandro Murat, y “si acaso” los tres días posteriores.
Manifestó que una vez que el mandatario salió de la agencia, tres patrullas de la Policía Estatal, dos de la Policía Municipal de la Villa de Zaachila y dos camionetas del Ejército, permanecieron y activaron una serie de rondines que abarcaban las colonias González Guardado y Renacimiento.
El operativo, no obstante, se disipó hasta que “ahora sólo hay una patrulla que vigila, pero es insuficiente”.
El día que Real Politik regresó a la zona, el miércoles 26 de julio, dos días después del incendio a la vivienda, observó dos patrullas de la Policía Municipal de la Villa de Zaachila estacionadas frente a la sede de la agencia municipal y una patrulla más de la Policía Estatal haciendo un recorrido.
Opulencia
Aunque la propiedad de la hija de Javier Ramírez no cuenta con excentricidades como jacuzzi, gimnasio, baños de mármol o una terraza con vista panorámica, como las halladas en la residencia que poseía Javier Martínez Jiménez, el segundo al mando del 14 de Junio e hijo de Francisco Martínez Sánchez, alias Don Panchito, en los predios invadidos en la parte alta de la agencia Vicente Guerrero, su arquitectura sí resalta de entre la mayoría de las viviendas edificadas en la parte alta de la Vicente Guerrero y sus caminos de terracería.
El predio de aproximadamente 600 metros cuadrados de extensión es conformado por siete secciones en las que se distribuyen un gimnasio, recámaras, sala, comedor, dos baños, área de cocina y un patio de servicio, con cisterna y jardín; éste último, con severas señas de descuido. Todo el perímetro es resguardado por una barda de aproximadamente cuatro metros de altura y un portón de color café de alrededor de cuatro metros de ancho por cinco de alto.
Todos los interiores cuentan con piso de loseta y paredes rústicas. A pesar de que más del 90 por ciento de la propiedad fue saqueada e incendiada, son evidentes aún los restos de electrodomésticos de última generación. Contaba, también, con servicio de televisión satelital.
Decenas de artículos de uso personal, como ropa, calzado y juguetes, entre ellos una pistola en miniatura de plástico, permanecen esparcidos por los alrededores, incluso, en la vía pública. También hay restos de muebles.
El panorama del siniestro es más aparatoso por una camioneta Expedition totalmente incinerada, que yace en el patio. A un costado de ella, yace una pistola de juguete de los más jóvenes de la familia.