En debacle la industria de la construcción en el Estado, se agudiza la crisis por los altos costos de materiales y mano de obra
José HANNAN ROBLES
La industria de la construcción está pasando por su peor etapa en varios años, consecuencia de la difícil situación económica que vive el país y por los altos costos de los materiales de construcción y de la mano de obra, señaló Lázaro García Saavedra, ex presidente del Colegio Libre e Independiente de Arquitectos del Estado de Oaxaca.
Estimó que EL 70% de los constructores del estado están sin trabajo, lo que equivale a una reducción, en términos generales del 70% de la industria de la construcción, afectando no solo a los que hacen obra pública sino a toda la industria de la construcción, es decir tanto a la obra pública como a la privada.
El también ex presidente de la Agrupación Colegiada de Profesionales del Desarrollo Urbano del Estado de Oaxaca, estimó que de enero a la fecha el aumento del precio de los materiales ha sido de cuando menos 15%, mientras el costo de la mano de obra se mantiene igual, ya que los salarios no aumentan en ese porcentaje.
La tonelada de varilla se cotiza en 12, 500 pesos, mientras que la de cemento entre 2,300 y 2,500 pesos, el ladrillo sobre 2,000 pesos y el tabicón entre 3,000 y 3,500 pesos, lo que genera que la construcción sea privativa de muy pocas personas en la iniciativa privada, en cuanto a la obra pública ya está comprometida, siendo escasa la que queda para la gran mayoría de los constructores, sobre todo para los independientes que no están agremiados a algún organismo que presione para que pueda la obra pública distribuirse de forma equitativa y correcta, precisó.
Los salarios en la industria de la construcción son los siguientes: albañiles entre 2,000 y 2, 500 pesos y ayudantes de 1,200 a 1,500 pesos.
La carga fiscal otra causa del desastre en la industria
García Saavedra aseguró que otra de las causas de que el 70% de los constructores hayan cerrado, se debe a la carga fiscal que cada día es más severa e incisiva por parte de las dependencias correspondientes provocando que muchos estén dados de baja porque para mantener una empresa abierta cuesta y si no hay ingresos ¿de dónde?, apuntó.
Para el constructor lo más triste y preocupante es que la industria de la construcción genera de manera alterna 63 empleos por cada uno de los que directamente están relacionados con ella, lo que significa que hay una contracción de la economía que se agrava en el estado por diversos factores que hace muy difícil que los pocos constructores oaxaqueños que quedan se mantengan a flote.
Insistió que la debacle en esta industria es consecuencia de los altos costos de los materiales de construcción y la mano de obra, pero también porque el estado y el país está pasando por una situación económicamente difícil, de encogimiento económico.
“Yo no veo a corto plazo una reactivación económica, hay paliativos que normalmente son utilizados, como dijera mi abuelo mal de muchos consuelo de tontos, primero que pasen las elecciones; no se ve que la situación mejore, el Gobierno del estado empieza a perder fuerza el próximo año, último de gobierno, termina el sexenio. Los gobiernos municipales en su segundo, no se ve que levante la obra pública. La obra privada, en términos generales, la gente o come o construye y la gran mayoría prefiere comer y satisfacer sus necesidades de primer orden, y solamente los que tienen algo para invertir, lo hacen”.
En la obra privada solamente se hace mantenimientos, pequeños arreglos y una que otra construcción importante, aseveró,
La poca obra pública que hay y que no está comprometida a cumplir con compromisos preestablecidos, lo único que trae como consecuencia es que la industria de la construcción, lo reconozcan o no, se encuentre pasando por la peor etapa de su historia al reducirse a solamente el 30% los constructores que tienen trabajo, tanto en obra pública como privadas.
García agregó que lo que es muy preocupante, porque en la gran mayoría de las economías municipales, estatales y de la nación, la industria de la construcción es la que más contribuye al producto interno, es la crisis de este sector productivo.
“Lo siento mucho si hay quienes disienten de mí en este sentido, pero es una industria de la que los gobiernos de los tres niveles se tienen que preocupar porque tenga una reactivación, que traerá como consecuencia una reacción económica requerida con urgencia por los municipios, y estados”, despejó el entrevistado.
“Que más allá de los compromisos electoreros y políticos, todo ese beneficio del que hablan los partidos políticos y los líderes debe traducirse en beneficio para las familias, que se sienta en los bolsillos de la ciudanía, y que no únicamente sean los líderes y los directivos quienes estén en bonanza y no sufran esta crisis que se vive en México”.
Sostuvo sin temor a equivocarse, que en el momento en que se reactive y se privilegie la industria de la construcción, la economía resultará bastante beneficiada y la derrama económica se va a dejar sentir en todos los niveles de la sociedad.
El arquitecto García Saavedra manifestó que, independientemente de las cifras alegres que ofrece el gobierno a la sociedad, la realidad es que solo 30% de los constructores se mantienen vigentes, construyendo y contribuyendo a que nuestro país se mantenga en pie “porque es la iniciativa privada la que mantiene de pie a esta nación”.
Si en la entidad hay alrededor de 3 mil constructores, han cerrado sobre 2, 100, concluyó.