Marchas, bloqueos y secuestros de unidades mantienen a las empresas descapitalizadas y en bancarrota; no aguantamos otro año más de movilizaciones, dicen transportistas. Al desorden social se suma la inseguridad y las extorsiones de agentes viales, asaltos a conductores y pasajeros, a la orden del día
José HANNAN ROBLES
Con una flota de camiones, en su mayoría viejos, en pésimas condiciones físicas y mecánicas que brindan un servicio deficiente, tres de las principales empresas del transporte urbano de esta capital se encuentran descapitalizadas y al borde de la quiebra.
Las empresas Choferes del Sur, Transportes Urbanos de la Ciudad de Oaxaca y Transportes Urbanos y Suburbanos Guelatao (Tusug) no sólo sufren los estragos de la inseguridad que azota a la capital, también padecen los efectos de las protestas y movilizaciones sociales.
Entre los constantes aumentos en el precio de las refacciones y del combustible, los asaltos tanto a conductores como a usuarios y los secuestros de unidades por parte de quienes bloquean cruceros y avenidas, asaltan comercios o se apoderan de gasolineras, las empresas del transporte urbano lo han perdido todo o casi todo, hasta el poder político que antaño mantenían los concesionarios.
A todo lo anterior, argumentan los transportistas, se suma el hecho de que durante dos años consecutivos han mantenido la tarifa de seis pesos, por lo que no descartan un incremento al pasaje.
Alejandra Gómez Candiani, presidenta del Consejo de Administración de la Sociedad Cooperativa Choferes del Sur y Transportes Urbanos de la Ciudad de Oaxaca, advierte que otro año igual al 2014, con tantas movilizaciones y secuestros de autobuses, llevaría a la quiebra al transporte urbano.
Entrevistada por Real Politik, afirmó que este sector productivo se encuentra en crisis pues trabaja en números rojos y solamente la experiencia le ha permitido subsistir los últimos seis meses.
Dice que es una incertidumbre trabajar en medio del secuestro de unidades, bloqueos y marchas. Ello provoca pérdidas del cien por ciento, porque las unidades son retenidas desde las primeras horas del día hasta el anochecer, son utilizadas para trasladar a manifestantes a la caseta de cobro de Huitzo o a la Normal de Tamazulapam.
En estas acciones, los activistas no sólo se acaban el combustible, continuamente pierden las llaves de ignición de los vehículos, lo que representa un fuerte gasto adicional para los empresarios.
Cuando los autobuses son utilizados para bloquear calles las llantas son “tronadas” y quedan inservibles para que no sea movida la unidad. Esto también provoca pérdidas importantes.
Incertidumbre total
Gómez Candiani indica que algunos socios han decidido vender sus acciones y sus autobuses ante la imposibilidad de hacer frente a los adeudos contraídos para adquirir nuevos vehículos o porque tienen otros pendientes financieros.
Anticipa que los concesionarios del transporte mantienen pláticas con las autoridades de la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra) para lograr un aumento a las tarifas, lo que no ha sido posible ante la problemática social en que
se desenvuelve la ciudad y el estado.
“Esto nos está terminando de ahorcar, porque aparte de la incertidumbre en el trabajo está el aumento mensual del combustible, aceites, llantas”, precisa.
Confía en que la autoridad dé una solución a la problemática social a más tardar en diciembre ya que de no ser así se verán obligados a reestructurar los créditos que les otorgaron para adquirir vehículos nuevos que forman la flota contratada últimamente.
Refiere que durante el conflicto de 2006 fueron quemadas 52 unidades que nadie les repuso, y advierte que si actualmente les quemarán 20 o 30 unidades las empresas que representa no podrían seguir trabajando.
Comenta que la Sevitra está manejando un proyecto de transporte muy ambicioso, muy moderno, pero su realización tiene que ver mucho con la situación económica de los transportistas ya que se requiere de grandes capitales para comprar nuevas unidades.
A todo esto se suman los asaltos que en forma cotidiana sufren los conductores en zonas focalizadas. Es preocupante, agrega, que estos sean agredidos con arma blanca. Cita el caso de un trabajador del volante que permaneció 15 días en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), debido a la gravedad de sus lesiones.
Mil familias en riesgo
Choferes del Sur y Urbanos de la Ciudad de Oaxaca emplean al menos a mil trabajadores, 650 conductores, con una importante rotación, a los que se suman despachadores, personal de servicio, mecánicos, contadores, secretarias, entre otros.
También beneficia a gasolineras, talacherías, renovadoras de llantas lo que las convierte en un sector económico muy dinámico.
Si bien los choferes tienen un horario que va de las seis de la mañana a las nueve de la noche, este tiene intervalos de descanso; cuando el horario se extiende a más tarde entran a laborar más tarde, explicó.
La cuenta que entrega el conductor va de acuerdo a la cantidad de pasajeros que tiene cada itinerario, los concesionarios se rotan las rutas a diferencia de otras empresas lo que permite que tengan ganancias y pérdidas según el recorrido, explica.
Otro problema que enfrentan es el pago de infracciones. Están en pláticas con las autoridades municipales para lograr algún descuento porque hay infracciones que alcanzan los dos mil pesos.
Alejandra Gómez Candiani reconoce el trabajo del presidente Javier Villacaña Jiménez, quien, asegura, encabeza un gobierno más abierto a los ciudadanos a diferencia de la administración anterior.
Por su parte, Erasmo Medina Ángeles, presidente de la empresa Transportes Urbanos y Suburbanos (Tusug), sostiene que esa empresa pierde anualmente alrededor de 50 millones de pesos por retención de unidades, bloqueos y marchas.
Dice que alrededor de 200 autobuses de la TUSUG son secuestrados anualmente, cuyos conductores sufren pierden la cuenta del día, las llaves de encendido del motor, les roban autopartes o les pintan las unidades.
Deficiente servicio
En la ciudad de Oaxaca circulan algunos autobuses nuevos, otros son verdaderas chatarras, algunos limpios y otros pintarrajeados, con asientos más o menos confortables, otros con los resortes de fuera.
Hay de todo en las unidades del transporte público de pasajeros, desde los que llevan las defensas agarradas con mecates, con llantas lisas, ventanillas estrelladas hasta los que circulan de milagro porque son unidades antiquísimas.
En la ciudad el servicio es prestado por cuatro empresas: Choferes del Sur, Urbanos de la Ciudad de Oaxaca, Transportes Urbanos y Suburbanos Guelatao (TUSUG) y Servicio de Transportación Express de Antequera (Sertexa).
A diferencia del transporte privado, los usuarios del transporte público tienen que adaptarse a los horarios y las rutas establecidas por las empresas.
Para el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Civil del Ayuntamiento citadino, regidor Heliodoro Caballero Valencia el servicio que presta el transporte público de pasajeros en el municipio de Oaxaca es deficiente en todos aspectos.
Aclara que en ningún momento evade responsabilidades, y agrega que para regularizar este sector se requiere tener claro cómo están las raíces, las bases del servicio concesionado, ante lo cual la comisión que preside presentó al Cabildo una propuesta de dictamen para exhortar al Gobierno del estado que a través de la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra), ordene el transporte público de pasajeros, que no solo comprende los autobuses sino taxis y mototaxis, que trabajan en jurisdicción municipal.
Dentro del marco de la competencia del municipio, de acuerdo a la nueva Ley de Transporte, se le permite hacer algunos exhortos y planteamientos directamente a la Sevitra, explica.
Caballero Valencia insiste que ante el enorme problema social por el que atraviesa el transporte colectivo de la ciudad debe de intervenir el Gobierno del estado.
El transporte público de la capital se caracteriza por provocar accidentes (atropellados y muertos), existen constantes quejas contra los conductores y ayudantes, a pesar de que los últimos no están permitidos siguen operando en las unidades.
En este sentido, advierte que las concesiones del transporte público pueden ser revocadas al no ser propiedad de quienes las poseen, pues son concedidas para prestar un servicio de calidad.
Operativos de seguridad
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Civil del Ayuntamiento citadino anticipa que está en marcha el operativo Transporte Urbano, consiste en que elementos de la Policía Municipal suben a los autobuses para brindar seguridad en las zonas consideradas de riesgo o focos rojos, con el propósito de detener a delincuentes en flagrancia en los momentos en que cometen asaltos a conductores y usuarios.
El regidor Heliodoro Caballero Valencia dice que los conductores ingresan como socios en las sociedades cooperativas del transporte urbano para evitar que creen derechos como trabajadores.
Uno de los temas expuestos a la Sevitra es que, los operadores inician labores entre 5 y 6 de la mañana y concluyen a las 22 o 23 horas, aproximadamente 18 horas pegadas al volante soportan el intenso tráfico vehicular, el ruido, al tiempo que conducen cobran y se dan tiempo de hablar por teléfono celular o en la radio de banda civil, lo que provoca graves accidentes con pérdida de vidas humanas en no pocas ocasiones.
Refiere que los choferes deben entregar una cuota diaria, sin importar si la ruta establecida por los patrones es buena o mala, esto los obliga a echar carreras para ganar pasaje, el excedente de la cuota es para ellos, pues no tienen un sueldo fijo.
Además el conductor tiene que pagar el diesel y la lavada del vehículo.
En la nueva Ley de Ingresos el Congreso aprobó aumentar los montos de las infracciones que se aplican al transporte urbano, para que los dueños hagan conciencia de la importancia de brindar al conductor las condiciones de trabajo adecuadas, revela.
El regidor sostiene que romper el monopolio en este sector es sano y se pronuncia porque existan más ofertas a la sociedad a diferentes costos.
Extorsionan a conductores
Job Hernández Bautista, delegado del Sindicato de Choferes del Sur y Urbanos de la Ciudad de Oaxaca, afirma que las autoridades estatales y municipales a pesar de las denuncias no hacen nada para frenar los 
asaltos a conductores y usuarios del transporte urbano.
Dice que las infracciones que les levantan los agentes viales les afectan en su economía, no se diga los secuestros de unidades, bloqueos y marchas.
A esto se suma la extorsión de agentes de vialidad quienes les exigen como mínimo 200 pesos para no infraccionarlos.
“Es difícil la situación de los trabajadores del transporte urbano porque van al día, y son asaltados en distintas colonias sin que las autoridades procedan, a pesar de las denuncias”, lamenta.
Los conductores son agredidos con navajas y hasta con pistolas para robarles la cuenta; hay conductores que han perdido la vida en estos ilícitos. “No es justo porque somos trabajadores que nos exponemos detrás de un volante para ganar el sostén de nuestras familias”, subraya.
El dirigente sindical comenta que los bloqueos, las marchas y el secuestro de autobuses del transporte urbano son el pan de todos los días no obstante que el gobernador Gabino Cué Monteagudo se comprometió a desterrar estas prácticas pero todo sigue igual, “lo único que nos queda es seguir pedaleándole, echarle muchas ganas y atender al público usuario con respeto porque vivimos de él”.
“Los candidatos cuando andan en campaña ofrecen muchas cosas, pero ya montados en el burro ni quien los baje”, dice en tono molesto.
Al referirse a algunos agentes de vialidad municipal, acusa que estos se han convertido en verdaderos asaltantes ya que se esconden y aparecen de un momento a otro argumentando al conductor que cometió una infracción, la mayoría de veces son señalamientos falsos. Les exigen como mínimo 200 pesos para no hacer efectiva la infracción.
Además, las patrullas se estacionan con los códigos prendidos como avisando a los delincuentes no operes aquí, es decir los ponen sobre aviso de que ahí se encuentran.
El delegado sindical de Choferes del Sur y Urbanos de la Ciudad de Oaxaca, admite que los conductores carecen de sueldo fijo y tienen que entregar una cuota, aunque desconoce a cuánto asciende ya que él no sale a trabajar a la calle.
De acuerdo a las rutas, algunas con mucha afluencia de pasajeros y otras con menos, es la ganancia del tripulante, precisa.
Acepta que los conductores laboran hasta 18 horas al día, pero tienen varios días de descanso.
Las unidades están aseguradas, pero cuando el chofer tiene la culpa de algún accidente hace frente a su responsabilidad o desaparece de la empresa, concluye.
