A tres semanas de que pobladores de Tamazulápam del Espíritu Santo se apoderaron ilegalmente de 150 hectáreas de terreno, en donde se sitúa un manantial, autoridades de San Pedro y San Pablo Ayutla responsabilizan a las autoridades estatales de cualquier acontecimiento violento que pueda suscitarse durante los próximos días; Real Politik constató que ambas comunidades han creado retenes en los que han sido acondicionadas trincheras para resguardarse en caso de un enfrentamiento armado; hombres vestidos de militar se ocultan en el territorio en disputa, del lado de Tamazulápam
Luis RAMÍREZ/ David MÉNDEZ / Enviados
Fotos: Jairo ARAGÓN
SIERRA MIXE.- El Gobierno de Oaxaca será el único responsable del derramamiento de sangre que se llegue a suscitar en la región Mixe, acusó el regidor suplente de Educación de San Pedro y San Pablo Ayutla, Jacinto Guzmán, tres semanas después de que habitantes de la comunidad vecina de Tamazulápam del Espíritu Santo se posesionaron por la fuerza de aproximadamente 150 hectáreas que le pertenecen a la primera población; entre ellas, el perímetro donde se ubica el manantial que dota de agua al pueblo.
El concejal, el único miembro del Cabildo de Ayutla que accedió a hablar con este medio sobre el conflicto que envuelve actualmente a su población, denunció que la Secretaría General de Gobierno (Segego), a cargo de Héctor Anuar Mafud Mafud, incumplió los acuerdos signados para restablecer el orden en aquel punto del estado, localizado a más de 123 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, por lo que demandó la intervención directa del gobernador, Alejandro Murat Hinojosa.
El funcionario municipal sostuvo que la población “está cansada” del acoso que han sufrido durante décadas por parte de Tamazulápam, por lo que en el transcurso de las siguientes horas podría determinar acciones radicales como recuperar bajo su cuenta el territorio que les fue despojado.
“Si hay muertos y heridos”, será responsabilidad del gobierno, reiteró el concejal.
****
El pasado 18 de mayo, habitantes de Tamazulápam Mixe invadieron a San Pedro y San Pablo Ayutla.
Los ocupantes, según una versión divulgada por el Ayuntamiento afectado, obligaron a salir de la zona a al menos 10
familias, cuyas viviendas fueron saqueadas y destruidas, además de que tres parajes más que son habitados por ciudadanos de Ayutla –Rancho Ardilla, Don Cipriano-El Capulín y Rancho Minas–, permanecen aislados.
Horas después de aquellos hechos, Ayutla denunció públicamente a Tamazulápam de haber dañado la red de almacenamiento y distribución de agua potable, por lo que la asamblea comunitaria demandó la intervención de la Segego para mediar en la controversia y obligar a la población antagónica a retirarse de la zona.
Inconforme por la falta de respuesta del gobierno estatal, San Pedro y San Pablo comenzó una serie de bloqueos sobre la autopista Oaxaca-Istmo y la carretera estatal que comunica a los Valles Centrales con la Sierra Mixe. Como punto medular de la protesta se encuentra no permitir el paso a ningún ciudadano oriundo de Tamazulápam ni a ninguna comitiva que tuviera como destino esa localidad.
“La principal exigencia es que las autoridades desalojen a los invasores, que se devuelvan los terrenos de las familias afectadas, que se paguen los daños hechos en su propiedad y se castiguen a los culpables”, indicó la comunidad, a través de una misiva enviada a los medios de comunicación.
Durante días, la Sierra Mixe quedó parcialmente incomunicada por las jornadas de protesta, por lo que la Secretaría de Gobierno llamó a ambas partes a sostener una mesa de negociación.
Así, la dependencia encargada de la política interna de la entidad se comprometió a realizar peritajes en la zona en conflicto con el fin de cuantificar los daños y clarificar la propiedad del área en disputa. Asimismo, en lo que aquellos trabajos se realizaban, prometió desplegar un operativo con al menos 100 elementos de la Policía Estatal para restablecer el orden.
A cambio, Ayutla disminuiría la intensidad de sus bloqueos y permitiría el tránsito por las carreteras a toda aquella persona ajena a la problemática.
Sin embargo, el regidor Jacinto Guzmán sostuvo que hasta el 2 de junio, las autoridades habían incumplido el acuerdo: los peritajes no fueron realizados y al sitio en disputa arribó únicamente una patrulla de la Policía Estatal, sin órdenes de intervenir.
Los uniformados se situaron a aproximadamente 300 metros del retén que mantiene Tamazulápam en la zona del manantial y no han hecho más.
****
El pueblo mixe, que presume de nunca haber sido conquistado por los españoles, se bate actualmente en una lucha fratricida en la que están involucrados varios de los municipios que integran ese distrito, que abarca las regiones de la Sierra Norte y el Istmo de Tehuantepec.
Una tensa calma envuelve a los pueblos. Misixtlán, Juquila Mixes, Tepuxtepec, Ayutla y Tamazulápam son algunas de las comunidades que durante 2017 han sostenido algún tipo de confrontación, que se ha traducido en muertos, heridos y daños materiales.
Para llegar a las entrañas de la disputa entre Tamazulápam y Ayutla, es necesario sortear diversos retenes impuestos por las mismas poblaciones y sujetarse a las extremas medidas de censura impuestas por ambas, como no videograbar ni fotografiar los puestos de control ni las zonas en disputa.
En el entronque entre la carretera de cuota Mitla-Tehuantepec y la vía estatal Mitla-Ayutla, en un paraje conocido como La Laguna, ciudadanos de Pedro y San Pablo mantienen el primer “puesto de control”.
Con reatas, cadenas y barras de contención, los pobladores controlan el paso de cada uno de los vehículos que pretenden acceder al distrito Mixe.
Sin distinción, cada chofer y pasajero de las unidades deben mostrar su identificación y manifestar el nombre del lugar al que se dirigen, así como el motivo que los lleva ahí.
Luego de aquel escrutinio, que incluye la posibilidad de revisar cajuelas, bateas y cualquier otro compartimiento de los vehículos, los jefes de los retenes deciden si permiten o no el paso.
— ¿A dónde se dirigen?, suelta con voz tranquila unos de los hombres al ver la camioneta en la que viajan los reporteros.
—Somos de prensa. Queremos saber dónde encontramos al presidente municipal, queremos saber si las autoridades han dado alguna respuesta a sus exigencias.
— ¿De la prensa que dice mentiras?, suelta un poblador más joven.
— Es la primera vez que estamos aquí y queremos saber su punto de vista, responden los comunicadores, mientras se identifican.
—Hemos tenido problemas con la prensa porque dice cosas que no son.
—Queremos transmitir su versión, por eso estamos aquí.
—Sigan por ahí; ahí está el palacio municipal, refiere, al momento que señala un retorno que dirige a un camino secundario de la autopista.
» Si son de prensa, digan la verdad, advierte.
Ochocientos metros delante, en la entrada de la población, otro grupo de ciudadanos mantiene otro retén.
Los cuestionamientos se repiten. Los guardias, sin llegar a ser agresivos, no pierden detalle de la fisonomía de cada una de las tres personas que viajan en la unidad.
***
Bajo una pertinaz lluvia provocada por la formación de la depresión tropical 2-E, que horas más tarde evolucionaría a la tormenta tropical Beatriz, que dejó un saldo de cinco muertos y un número indeterminado de daños en todo el estado, la serpenteante carretera se abre paso entre una exuberante vegetación, mientras asciende a una altura de más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, donde la neblina y el camino se vuelven uno solo.
San Pedro y San Pablo Ayutla, la puerta de entrada a la Sierra Mixe, como le dicen, es una comunidad que de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) registra un rezago social “muy alto”, con 2 mil 446 de sus 5 mil 602 habitantes contabilizados en 2010 en pobreza extrema.
Sin embargo, pueden observarse camionetas de lujo, algunas casas habitación de dos pisos y con jardines amplios, y edificios de cuatro o cinco plantas. Sus calles principales están más preservadas que las de la zona metropolitana de la ciudad de Oaxaca.
Con el trinar de los pájaros y el cantar de los gallos de fondo, la mayoría de las personas, a pesar de su andar presuroso para refugiarse de la precipitación, dan los buenos días al pasar a su lado.
No así en el palacio municipal, donde el edil, Eliseo Martínez Villanueva, se negó a recibir a este medio, bajo el argumento de que no podía hablar del tema sin la presencia de la vocera de la administración, una mujer identificada como Yasnaya Aguilar.
La asistente del edil, que se identificó como Adelaida, justificó que un grupo de mujeres, el mismo día en que Real Politik estaba solicitando la entrevista, daba, en la ciudad de Oaxaca, un posicionamiento a nombre de la comunidad y que, por ello, era “innecesario” que el munícipe, la máxima autoridad del pueblo, atendiera a los comunicadores.
Al ser consultada, entonces, sobre la identidad de los representantes de Bienes Comunales, la mujer dijo que “no creo que quieran hablar” y “no creemos que sea bueno hablar”.
Así, se negó a proporcionar el nombre de los representantes agrarios y sólo abundó que “yo creo que van a tardar”.
Real Politik determinó viajar 30 minutos más hacia Tamazulápam del Espíritu Santo con el objetivo de tomar el punto de vista de sus representantes agrarios y del Cabildo.
Para atravesar un tercer retén localizado en la salida de Ayutla, los comunicadores se despojaron de los chalecos que los identificaban como reporteros y afirmaron que se dirigían a Santa María Tlahuitoltepec.
Metros más adelante, el equipo se encontró con otro filtro, éste situado en el acceso principal de Tamazulápam, donde sus integrantes volvieron a ser interrogados.
Ya en la comunidad, este medio buscó al edil, Cornelio Vásquez Nicolás, quien, en primera instancia, accedió a recibir a los reporteros.
No obstante, luego de una deliberación entre el síndico, Atilano Esteban Jiménez, y el resto del integrantes del Ayuntamiento, las autoridades determinaron “agendar” una cita para el jueves de esta semana, bajo el argumento de que se encontraban “ocupados” con la organización de la feria anual de la población, cuya fiesta grande se realizó el pasado cuatro de junio.
Ante la insistencia de este medio, Vázquez Nicolás sostuvo que las acusaciones de Ayutla Mixes son falsas y que las autoridades de aquel lugar han sobredimensionado los hechos, pues afirmó que sus gobernados no dañaron las instalaciones de la red del suministro de agua.
Mientras el Síndico lo miraba fijamente, agregó que todo se trataba de un “problema social”, pero no dio más detalles, bajo el argumento de que la información sería proporcionada esta semana.
Al solicitarle el acceso a la zona del manantial para constatar las condiciones en que se encontraba, indicó que estaba dispuesto a hacerlo, pero el próximo ocho de junio.
Después de dar por terminado el encuentro, el Síndico Municipal aseguró que la comunidad a la que representa se encontraba en pláticas con la Secretaría General de Gobierno (Segego), por lo que dar una declaración en ese momento, podría entorpecer la comunicación con el gobierno.
Minutos más tarde, durante un recorrido por la comunidad, Real Politik consultó sobre el conflicto a algunos moradores, quienes accedieron a hablar a cambio del anonimato.
Una de las personas entrevistadas reconoció que el sitio del que ha sido objeto la población ha causado problemas en el suministro de productos, como es el caso de refresco y la provisión de mercancía que es distribuida por los habitantes de comunidades vecinas.
Asimismo, rechazaron la versión que señala a Tamazulápam como la responsable del conflicto, pues argumentaron que los predios en disputa les pertenecen a ellos.
Incluso, uno de los habitantes sostuvo que el problema, comenzado el pasado 14 de mayo, deriva de que Ayutla Mixes se niega a compartir el suministro de agua con Tamazulápam.
“Lo que el pueblo quiere es que se reparta el agua del manantial, que las dos poblaciones salgan beneficiadas”, dijo.
Una de las personas que minutos antes había estado en el encuentro con las autoridades se percató del recorrido que realizaban los reporteros y dio aviso al resto del ayuntamiento.
Al regresar a la explanada municipal, en cuyo estacionamiento se encontraba el vehículo de la empresa, los comunicadores se percataron que una camioneta Ford marca Ranger de color azul metálico había sido atravesada en la parte trasera para impedirles la salida.
Minutos más tarde, tras indagar el origen del vehículo y solicitar que fuera retirado, representantes del municipio pidieron a los periodistas comparecer ante el alcalde, quien les cuestionó su procedencia y exigió que se identificaran.
Enterados de su identidad, los funcionarios permitieron la salida de los trabajadores.
A diferencia de los retenes situados en las cercanías de la carretera Oaxaca-Istmo, en los puestos de revisión situados en las colindancias de ambos pueblos, fueron instaladas, además, trincheras compuestas por sacos de arena para refugiarse en caso de un enfrentamiento armado.
Durante el regreso a Ayutla Mixes, se pudieron constatar todos los bloqueos hechos a los caminos secundarios que conectan a ambas localidades; para ello, fueron utilizados piedras, troncos y tierra.
Después de atravesar el retén de Tamazulápam, Real Politik observó un deslave y decidió fotografiar el hecho; en primera instancia, el fotógrafo Jairo Aragón fue increpado por el encargado de un negocio de lava autos que se encontraba cerca y, en seguida, salieron al paso dos sujetos más que permanecían ocultos entre la maleza.
Uno de ellos, quien vestía un traje militar, le cuestionó al reportero gráfico qué uso le daría a las imágenes y después le exigió tanto a él como a los otros dos reporteros que lo acompañaban que se identificaran.
Nuevamente, el equipo de este medio logró seguir su camino.
Ciudadanos de Ayutla, por su parte, condenaron el actuar de sus vecinos, pues aseguraron que reiteradamente lanzan provocaciones para lograr un enfrentamiento.
Bajo condición de anonimato, aseguraron que al momento de hacer este reporte, llevaban ocho días sin suministro de agua potable debido a la determinación de Tamazulápam de apoderarse de las 150 hectáreas, superficie entre las que se encuentra ubicado el manantial que los abastece del líquido.
La población, agregaron, recoge el agua de los pequeños yacimientos que se encuentran a lo largo de su municipio.
Acusaron a Tamazulápam de actuar con violencia, pero reconocieron que la población, aunque siempre ha estado a favor de la paz, cada vez está más dispuesta a recurrir a acciones de fuerza para recuperar la tierra que les pretende ser arrebatada.
De vuelta en el palacio municipal de Ayutla Mixes, Real Politik fue atendido por el regidor suplente de Educación, Jacinto Guzmán.
El funcionario responsabilizó al gobierno del estado de cualquier derramamiento de sangre que se pueda suscitar en el transcurso de los siguientes días, pues ha sido incapaz de resolver el conflicto.
Apuntó que Ayutla siempre se ha pronunciado por encontrar una salida pacífica a estas pugnas, pero “la genta ya está cansada y está dispuesta a tomar acciones”.
Guzmán refirió que en el transcurso de la semana que recién comienza, la asamblea municipal podría decidir intensificar sus acciones de protesta, como bloquear en su totalidad la circulación vial sobre la autopista Oaxaca-Istmo, al igual que sobre la carretera estatal Mitla-Ayutla.
No descartó que las autoridades opten por incursionar al territorio que permanece bajo el control de Tamazulápam.
Descartó que la comunidad permanezca sin el suministro de agua potable, pues aseguró que el servicio se ha mantenido aún con las acciones del pueblo vecino.
—Nos ha afectado en el sentido de darle mantenimiento a la red; al momento de clorar el agua, comentó.
Asimismo, refirió que la población ha interpuesto un total de 17 denuncias en contra de las autoridades y ciudadanos de Tamazulápam, bajo cargos diversos cargos.
Reiteró que la única exigencia del municipio es que las autoridades actúen con apego a la ley, pues le asiste la razón.
—Nunca hemos recurrido a la violencia porque nos asiste la razón, porque podemos demostrar que somos propietarios de las 150 hectáreas que pretende apoderarse Tamazulápam.
Asimismo, acusó que aquella localidad ha tenido diversos conflictos con el resto de sus vecinos por múltiples invasiones, tal es el caso de Tlahuitoltepec, a la que despojó de 500 hectáreas.
***
Por otro lado, un representante del Gobierno del Estado, comisionado en una de las dos poblaciones involucradas, informó que las pugnas se iniciaron cuando comuneros de Ayutla vendieron varios terrenos a sus pares de la otra comunidad.
Con el paso del tiempo, apuntó, los dueños de las tierras se pronunciaron a favor de depender administrativamente de Tamazulápam, por lo que promovieron su adhesión a esa cabecera.
Lo anterior, inconformó a las autoridades de Ayutla, quienes han impedido que se materialice ese acuerdo.
Subrayó, también, que el conflicto se está dirimiendo directamente en Segego, por lo que las autoridades distritales no tienen conocimiento del avance de las investigaciones o del proceso legal.
salmon
8 junio, 2017 a 8:07 PM
https://www.facebook.com/asambleadelpueblode.tamazulapamdelepiritusanto/videos/631999840332448/