Yuriria SIERRA/Excélsior
Roque puede hacer bien su chamba, pero la suya es una estampa traumática grabada en el imaginario de la sociedad mexicana.
Tenemos nueva planilla de subsecretarios en Gobernación. Miguel Ángel Osorio Chong anunció el miércoles pasando el mediodía cambios al interior de la secretaría que comanda. Una camada de nuevos funcionarios entre los que aplaudimos los rostros de Ruth Zavaleta, como directora de Participación Ciudadana, y Ricardo Bucio, quien llega al Sistema Nacional de Atención Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. También, Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, como titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Patricia Bugarín, en la Coordinación Nacional Antisecuestro; Eduardo Guerrero, como comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social; Jorge Rojo García, director del Registro Nacional de Población, y José Luis Calderón, como titular del Centro Nacional de Acreditación y Certificación. Todos ellos fueron vistos con muy buenos ojos por los dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil que permanentemente están en contacto, en debate y en contrapeso con la Secretaría de Gobernación.
Pero junto a ellos se nombró a otros dos nuevos funcionarios… o, bueno, ni tan nuevos. Humberto Roque Villanueva, ajá, el de la Roqueseñal que se ha empeñado en desmentir, aunque la imagen esté ahí para siempre, para la posteridad y al alcance de cualquiera (internet nunca perdona). Ese ademán con el que celebró tan pintoresca y ‘mexicanamente’ el incremento del IVA, en aquel 17 de marzo de 1995, y su creador regresan a los escenarios de políticos de primer plano. Fue designado por Osorio Chong como subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos. Probablemente, como asegura Osorio, el subsecretario Roque pueda hacer muy bien su chamba, pero lo cierto es que la suya es una estampa traumática grabada en el imaginario de la sociedad mexicana y de las más representativas de lo que la gente lamentaba respecto a las formas de operar del “viejo PRI”. Roque Villanueva ha dado, a lo largo de estos años, un sinfín de entrevistas tratando de explicar cómo y por qué “sacaron de contexto” aquel ademán con sabor a celebración futbolera. Pero la fatalidad quiso que le tocara a él convertirse en una de las imágenes por las que el PRI perdería la Presidencia. Y ahora una extraña fortuna le da una nueva oportunidad. En términos de estrategia o marketing político, sigo sin entender cómo y por qué ésta podría ser una decisión afortunada.
Y el otro extraño nombramiento fue el de Arturo Escobar, antes senador. Despachará desde la subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana, es decir, de la dependencia que se encarga de generar programa para la prevención del delito. Militante del Partido Verde Ecologista de México, a Escobar se le recuerda por varios hechos: su campaña a favor de la pena de muerte (algo que no procedió, pero que sí le trajo —en su momento— muchos sufragios al PVEM de la gente que estaba hasta el gorro de la inseguridad y del secuestro). Se le ubica por eso, pero también por la maleta con efectivo que llevaba al llegar al aeropuerto de Chiapas. Primero dijo que no era cierto, pero al final aceptó que sí, pero que era de una casa que había vendido. Y, claro, también por ser de los defensores de las mochilas, cuadernos, lápices, boletos para el cine, etcétera, que su partido repartió antes de la elección del 7 de junio. Y los tuits de El Piojo, claro (y claro, luego la banda tuvo ganas de cobrarle al Verde hasta el pleitazo de El Piojo con Martinoli).
Será que todos tenemos una segunda oportunidad en la vida, pero al recordar la fama (o mala suerte) de estos dos nuevos funcionarios resulta difícil entender la lógica de sus nombramientos, sobre todo cuando el actual gobierno atraviesa desde hace meses una crisis de confianza. ¿Cuál, exactamente, es la señal? Porque es como echarle leña al fuego. Ayer, Osorio Chong salió a defender los nombramientos, dijo que serán los resultados los que hablen por ellos… A ver, pues, esperemos. El beneficio de la duda. Pero si no los dan, que no les extrañe que seamos nosotros quienes les dediquemos alguna otra #RoqueSeñal…