El 90 por ciento de los ciudadanos de Juchitán de Zaragoza que han sido atendidos por los cuerpos de rescate tras el terremoto del jueves pasado, presentan trastornos emocionales, reportaron el Heroico Cuerpo de Bomberos y Topos Tlatelolco Azteca, que ayer montaron un operativo para contabilizar el número de viviendas afectadas por el movimiento telúrico de 8.2 grados de intensidad.
Los pobladores sufren crisis nerviosa derivado de dos factores fundamentales: haber perdido todo su patrimonio y pánico porque vuelva a suscitarse un nuevo sismo que colapse las estructuras que aún logran mantenerse en pie.
Los pobladores cumplieron el domingo cuatro días durmiendo en la intemperie ante el temor de que en cualquier momento ocurra otro temblor.
También temen que se desatan actos de rapiña, pues afirmaron que durante las horas posteriores al siniestro, delincuentes se infiltraron con los pobladores que ingresaron a las casas a proporcionar ayuda y aprovecharon para robar.
Estos actos se registraron según denuncias, en la colonia Centro y la Octava Sección, las dos zonas más afectadas por el terremoto.
Ni la Policía Estatal ni el Ejército ni la Marina había implementado operativos que garantizan certeza de que los inmuebles no serán saqueadas.
