José HANNAN ROBLES
La convivencia fraterna que se hacía antes o después de la misa de la Candelaria, que se celebra desde el siglo primero, se distorsionó ya que actualmente se celebra con baile y licor, sostuvo el sacerdote Víctor Hernández.
Expuso que la imagen del Niño Jesús, debe vestirse como Niño de Atocha, no de futbolista, doctor, presidente o Cantinflas.
El presbítero afirmó que no se está perdiendo la tradición de llevar la imagen del Niños Jesús a la eucaristía, para agradecer a Dios Padre por enviarnos a su hijo para salvarnos, no para condenarnos o juzgarnos.
“Jesús es la luz verdadera, luz que ilumina a todos los hombres, luz que ha llegado a este mundo, luz que se hizo carne y habita entre nosotros”, explicó.
La Virgen María, es la virgen de la Candelaria, porque ella hizo posible que Cristo se encarnara.
María como madre de Jesús nos da la luz, por ello es la Virgen de la Candelaria, precisó.
El día 2 de febrero, en que se celebra la Candelaria, la imagen del Niño Dios, debe vestirse de Niño de Atocha, debiendo asistir a misa, llevando una vela para su bendición.
Marca el final del periodo navideño
El Día de la Candelaria, se celebra 40 días después de la Navidad, marcando el final del periodo navideño, conmemorándose el día en que el niño Jesús fue presentado en el templo por sus padres, según la costumbre judía.
En este día se hace la paradita del Niño Jesús, consistente en llevar las imágenes y figuras del Niño Jesús a bendecir al templo.
La fiesta de la Candelaria o de la Luz, tuvo su origen en el Oriente, con el nombre de Encuentro.
Se celebra en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto.