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Santa Lucía del Camino, la descomposición social

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Flagelan al municipio disputas políticas, corrupción, pobreza, abandono, atraso social, analfabetismo, desempleo, inseguridad, violencia, crimen organizado, vicio y prostitución. Hay hartazgo social entre la población por el desgobierno y la anarquía en que han vivido durante los últimos años. Proyectan construir zona de tolerancia en inmediaciones de El Rosario

 Luis RAMÍREZ

Fotos: Sergio CRUZ 

Santa Lucía del Camino.- Clanes familiares y partidos políticos, sin importar colores o el signo que sean, han cultivado la descomposición social que vive este municipio.

El saqueo iniciado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la administración anterior lo continúa el PRI, que actualmente gobierna, gracias a que en las pasadas elecciones ganó por un voto, producto de las componendas políticas.

La realidad de Santa Lucía del Camino se llama corrupción, pobreza, abandono, atraso social, analfabetismo, desempleo, inseguridad, violencia, crimen organizado, vicio y prostitución.

Es un municipio enfermo de todos los males. Su estado de salud esgrave. Hay un hartazgo social propiciado por los conflictos políticos, el desgobierno y la corrupción.

Uno de los cánceres que lo atacan es la proliferación de centros nocturnos, bares, cantinas y todo tipo de lupanares, que lo convierte en la joya de la corona de la descomposición.

Es un santuario del vicio, que codician las autoridades en turno por los ingresos que representan los giros negros.

El tamaño de la corrupción es tal que los propios dueños de centros nocturnos, bares y cantinas se han organizado para sacudirse de tanta extorsión.

Santa Lucía se ha convertido en un auténtico cinturón del vicio que supera con creces a la ciudad de Oaxaca.

Aquí, las ejecuciones desde políticas, como la de Brad Will, durante la revuelta popular de 2006, las de Ignacio García Maldonado y Emanuel López Martínez, colaboradores de Flavio Sosa, ocurridas el pasado mes de marzo, hasta las de parroquianos, son una constante.

Otro cáncer que ha corroído el tejido social de este pueblo son las disputas políticas. La lucha por el poder ha sido brutal, encarnizada. El municipio está sumido en la en la ingobernabilidad, el caos y el desorden.

La situación llega al grado que el Palacio Municipal y la explanada, así como los inmuebles que alojan a la Unidad Básica de Rehabilitación y las oficinas municipales del DIF, al igual que el campo de futbol, ubicado a un costado del CBTIS 123, son propiedad de la Asociación Civil “Santa Lucía”, agrupación conformada por unos 100 pobladores del casco municipal.

Ello obligó a la anterior administración a pagar una renta mensual por el uso del Palacio Municipal. La autoridad actual negocia para evitar ese pago, sin embargo tiene oficinas alternas para que en caso de que no exista ningún acuerdo tenga un espacio donde despachar.

 

De familia en familia

 

Aquí cada 13 de diciembre los pobladores celebran a Santa Lucía Mártir, la patrona de los ciegos y las modistas.

Hasta hace algunos años en Santa Lucía no podía gobernar ningún otro ciudadano que no fuera del casco municipal. Los habitantes de las colonias o fraccionamientos estaban impedidos de llegar a ocupar la presidencia municipal.

Así, durante décadas, el poder lo detentaron las familias Jiménez y Velasco. También los León, aunque en menor escala. La estafeta se la pasaban unos a otros.

En 1935, José Jiménez inició un mandato que luego, en 1936, heredó a Luciano Cruz Jiménez. En 1941 correspondió gobernar a Margarito Jiménez Cruz. De ahí siguieron Miguel Francisco Cruz Jiménez (1950), Alberto Jiménez Parada (1969-1970), Leobardo Jiménez Alquisiris (1972-1974).

A partir de 1980 entraron al relevo los Velasco. Ángel Santiago Velasco gobernó de 1978 a 1980, Eloy Velasco Jiménez (1981-1983), Ausberto Valdez Velasco (1984-1986), Antonio Velasco López (1987-1989), Ricardo Velasco Jiménez (1993-1995).

Hoy las cosas han cambiado. El municipio ha sido gobernado por extraños. El primer extranjero en ocupar la presidencia municipal de Santa Lucía del Camino fue Pedro Cabañas Santamaría, originario del estado de Guerrero y el segundo, el actual edil, Galdino Huerta, quien tiene sus raíces en el Istmo de Tehuantepec.

 

La mano negra del PRD

 

En 2011, la alianza Unidos por la paz y el progreso, conformada por el PRD-PAN-Convergencia-PT ganó las elecciones con Pedro Cabañas Santamaría a la cabeza, luego de un desastroso trienio del priista Alejandro Antonio Díaz Hernández, en el que afloró la corrupción y el saqueo a su máxima expresión.

Alejandro Díaz Hernández estaba ligado a Jorge Franco Vargas, entonces considerado el hombre fuerte del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.

En el proceso electoral de 2004, Pedro Cabañas formó parte del círculo del entonces candidato a gobernador Gabino Cué Monteagudo.

Los problemas para Cabañas empezaron tres meses después de iniciado su gestión, cuando se negó a pagarle 500 mil pesos mensuales al entonces dirigente estatal del PRD, Amador Jara Cruz, hermano del exsenador Salomón Jara Cruz, por haberlo encumbrado a la presidencia municipal.

En respuesta, el perredista emprendió una serie de acciones de desestabilización en el municipio. Para ello utilizó al síndico procurador Omar Blas Pacheco.

Jara recurrió al ahora senador perredista Benjamín Robles Montoya, que en ese momento manejaba los hilos de la administración estatal. La Secretaría de Finanzas desconoció a Cabañas y entregó el presupuesto municipal a Omar Blas Pacheco.

Lo anterior provocó una grave ruptura al interior del gobierno municipal aliancista. A término de tres años nadie supo en dónde quedó el millonario presupuesto otorgado al municipio.

Santa Lucía cayó en el desgobierno, el saqueo fue brutal. Los grupos de Pedro Cabañas y Omar Blas Pacheco hicieron lo que quisieron, se llevaron lo que pudieron y convirtieron al municipio en un pueblo sin ley.

 

El retorno del PRI

 

En las pasadas elecciones municipales, Galdino Huerta, del PRI, “apadrinado”, dicen, por el exgobernador José Murat, ganó por un voto (obtuvo 4 mil 243 votos) a su principal adversario el ex priista José Rogelio García Martínez, quien abanderó las causas del Partido Social Demócrata (PSD).

José García recibió la constancia de mayoría que lo acreditaba como presidente municipal electo de Santa Lucía, sin embargo, un fallo del Tribunal Electoral, días antes de la toma de posesión, revocó el triunfo y se lo dio a Galdino Huerta.

A su llegada, el priista encontró un Ayuntamiento en ruinas, saqueado, con deudas, con una infraestructura desmantelada producto de tres años de desgobierno.

Colaboradores cercanos al edil comentan que este gobierno pretende restaurar la gobernabilidad y poner orden en las diversas áreas, mejorar los servicios públicos, pero el presupuesto de 12 millones de pesos asignado a Santa Lucía para el ejercicio 2014, es insuficiente para hacer frente a las graves carencias y necesidades que existen.

A cuatro meses de haber asumido el poder, Galdino Huerta enfrenta denuncias por abusos de autoridad, acoso sexual a una regidora, cobros arbitrarios de impuestos, problemas con la policía municipal, corrupción de colaboradores, un cuerpo de regidores dividido y un sinnúmero de problemas heredados por administraciones anteriores.

 

Sodoma y Gomorra

 

De acuerdo con cifras oficiales del propio Ayuntamiento, en el municipio hay al menos 380 giros negros entre casas de cita, centros nocturnos, cantinas, bares, centros botaneros y depósitos de cerveza.

Muchos de esos establecimientos se han convertido en centros donde se ejerce la prostitución sin ningún control sanitario y en tiraderos de droga.

“Si nos dedicáramos a recorrer diario  los antros de vicio que hay en Santa Lucía, un año no nos alcanzaría”, dice a manera de obra el síndico procurador José Rogelio García Martínez.

En Santa Lucía del Camino hay un total de 24 centros educativos: nueve jardines de niños, siete escuelas primarias, cuatro secundarias, tres escuelas de educación especial y el Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS) 123, según datos proporcionados por la regidora de Desarrollo Social, Guillermina Virginia Cruz Velasco.

El número de giros negros supera en mucho a las instituciones educativas. Durante un recorrido se observó que muchos antros están ubicados a menos de 500 metros de las escuelas, algunos incluso están al frente o a un costado de los centros educativos.

 

En la Calera, la

zona de tolerancia

 

El exceso de giros negros preocupa a la autoridad municipal, admite el síndico procurador, quien presentó en sesión de Cabildo una propuesta para la construcción de una zona de tolerancia, donde se reubicarán todos los giros negros que operan en Santa Lucía del Camino.

José García adelanta que su propuesta fue bien recibida y es estudiada por el Cabildo; se analiza establecer la zona de tolerancia en terrenos de lo que fue la Calera y que son parte de Santa Lucía del Camino, en colindancia con el fraccionamiento El Rosario y San Antonio de la Cal.

Considera esta medida vendría a frenar el problema y a poner orden en este rubro porque todos los antros de vicio estarían ubicados en un solo lugar.

A su vez, el director de Regulación y Fomento Sanitario del municipio, Geovani Palma desconoce el tema de la zona de tolerancia, pero advierte que no existe ningún control sanitario sobre las mujeres y hombres que ejercen la prostitución en esa demarcación.

Comenta que en una noche visitó diversos centros de vicio y observó a más de 200 mujeres que ejercen la prostitución, de las cuales ninguna está registrada en la dirección a su cargo.

La Dirección de Regulación y Fomento Sanitario se creó apenas el mes pasado y a la fecha sólo ha atendido a 12 pacientes, seis son de una casa de citas. Todas salieron enfermas durante los exámenes ginecológicos que se les aplicaron.

El doctor Geovani Palma estima que en el municipio de Santa Lucía hay al menos 300 mujeres que ejercen la prostitución, sin embargo otras fuentes indican que la cifra supera las mil meretrices.

“Hay un descontrol total, Santa Lucía se ha convertido en Sodoma y Gomorra”, afirma el funcionario municipal, quien alerta que circulan libretos de sanidad falsos.

Apenas el pasado mes de abril fue cesada la regidora de Salud y Asistencia Social, Paulina Flores Hernández, a quien señalaron de traficar con libretos sanitarios.

 

Ola de extorsiones

 

También fue destituida la regidora de Espectáculos y Licores, Maribel Catalina Díaz Olmedo acusada de extorsionar bares y giros blancos para pedir dinero a cambio de protección.

Díaz Olmedo asegura que fue destituida como regidora porque se negó a prestarse a los negocios del presidente municipal,Galdino Huerta, quien pretendía obligarla a realizar cobros excesivos que van de los 100 mil a los 200 mil pesos a los dueños de giros negros.

Sin embargo, quien no ha sido cesado del cargo, es el coordinador de Administración, Fiscalización y Obligaciones Municipales, Óscar Segura, quien es señalado por los propietarios de los giros negros de extorsionarlos a través del cobro de cuotas exageradas para autorizarles la continuación de operaciones.

Constituidos legalmente en la Asociación Civil “Alianza de Comerciantes y Prestadores de Servicio de Santa Lucía del Camino”, los dueños de restaurantes, bares y clubes nocturnos interpusieron una denuncia penal en contra de presidente municipal,Galdino Huerta Escudero, y otros funcionarios, entre ellos Óscar Segura, por el delito de extorsión y abuso de autoridad.

Un grupo de 17 empresarios se constituyeron en una asociación civil para defender sus derechos y protegerse de los abusos de la autoridad municipal de Santa Lucía e interpusieron un amparo en contra de las acciones de clausura que ha ejercido el director de Comercio, Industria y Prestadores de Servicio, Fernando Raúl Díaz Manceera, por órdenes directas de Óscar Segura.

Los propietarios de giros negros se negaron a pagar entre 200 mil y 130 mil pesos que les exigen por la renovación de licencia para la continuidad de operaciones correspondiente al 2014.

Los inconformes aseguran

Luego de constituirse en una asociación civil para defender sus derechos y protegerse de los abusos de las autoridades del municipio de santa lucia del camino, 17 empresarios interpusieron también un amparo en contra de las acciones de clausura que ha venido ejerciendo este ayuntamiento a través del director de Comercio, Industria y Prestadores de Servicio Fernando Raúl Díaz Mancera, esto luego de haberse negado a pagar entre 200 mil y 130 mil pesos por renovación de licencia de continuidad de operaciones correspondiente al 2014.

Los inconformes denuncian que la autoridad municipal ha violado de manera flagrante la Ley de Ingresos 2014, la cual estipula un pago máximo de 40 mil pesos, cuota que han cubierto en años anteriores.

El reportero tiene en su poder grabaciones en las que funcionarios municipales enviados por Óscar Segura exigen fuertes cantidades de dinero a los propietarios de antros, a quienes amenazan con clausurar los negocios si no realizan el pago solicitado.

El director de Comercio, Fernando Raúl Díaz Mancera asegura que el Ayuntamiento está cobrando lo que marca la ley a los giros negros por la continuación de operaciones, “ni un peso más”.

Responsabiliza a Pedro Cabañas de haber extendido licencias de operación a bares a diestra y siniestra y de haber dejado un desorden total en este rubro.

Dice que hasta el momento están censados el 80 por ciento de los giros negros e indica que en el municipio hay 75 negocios de este tipo, lo que contrasta con la cifra proporcionada por el síndico procurador, José García y por funcionarios cercanos al presidente municipal, quienes afirman que hay 380 negocios entre casas de cita, centros nocturnos, bares y cantinas.

Díaz Mancera indica que el cien por ciento de los giros blancos ya fueron censados y que en este rubro hay dos mil 200 negocios. “A todos se les está obligando a pagar sus impuestos, después de más de tres años que no lo hicieron, pero sólo ha acudido un 30 o 40 por ciento”.

 

Servicios deficientes

 

A las denuncias de los dueños de giros negros se suman las de habitantes de colonias y agencias del municipio, quienes acusan corrupción en la designación de agentes municipales, además de cobros excesivos en los servicios de recolección de basura.

La basura es otro problema que agobia a los habitantes de Santa Lucía del Camino. Sólo están en operación dos de los seis camiones que prestan el servicio de recolección.

Las dos unidades no se dan abasto para brindar el servicio a todo el municipio. Los otros cuatro camiones se encuentran en distintos talleres particulares donde fueron abandonados por la anterior administración y con los que hay adeudos.

Además, el 70 por ciento del alumbrado público del municipio no sirve. De las 2 mil 900 lámparas instaladas en calles, avenidas y fraccionamientos, sólo unas cuantas funcionan. Una amplia zona de Santa Lucía por las noches está en penumbras.

En materia de seguridad, aunque las autoridades municipales aseguran que se han reducido los hechos delictivos en la nueva administración, este territorio se mantiene como uno de los más peligrosos de la entidad. Es tierra fértil para el crimen organizado y las bandas delictivas.

“Aquí hay mafias”, dice convencido el síndico procurador, José García.

En días pasados fueron destituidos de sus cargos el coordinador de Seguridad Pública y Tránsito, Omar Rojas Jiménez y el director de Seguridad Pública, Nelson Ricardo Sánchez Jiménez, debido a una serie de irregularidades denunciadas por elementos de la policía municipal.

Ambos exfuncionarios incurrieron en falsificación de firmas de documentos y abuso de autoridad, entre otros ilícitos.

Ante esta situación, el presidente municipal, Galdino Huerta asumió el mando de la policía municipal.

Actualmente Santa Lucía cuenta con 80 policías municipales, el 50 por ciento de los cuales está certificado, sin embargo no son suficientes para atender las tareas de seguridad. Se requieren al menos 250 efectivos para hacer frente a la delincuencia.

 

Dengue hemorrágico y pobreza

 

Santa Lucía del Camino tiene dos agencias municipales: Santa María Ixcotel y San Francisco Tutla, la agencia de policía Rancho Nuevo. Agrupa a 28 colonias donde se concentra una población aproximada de 60 mil habitantes.

Las condiciones de pobreza y marginación se agudizan en algunas colonias como Llano Verde, donde los pobladores están expuestos a las inclemencias del tiempo. Cada año esa zona se inunda durante la época de lluvias.

El director de la Clínica de Salud Municipal, Miguel Andrés Díaz refiere que debido a las condiciones de pobreza la población en general sufre gastrointestinales y en la época de lluvias los males respiratorios.

Revela que hasta el jueves 29 de octubre se habían registrado en el municipio 10 casos de dengue clásico y 12 casos de dengue hemorrágico, este último provocó la muerte de una menor de edad.

En el municipio operan 20 hornos ladrilleros que provocan una grave contaminación, pero es para muchas familias su única forma de subsistencia.

La regidora de Desarrollo Social, Guillermina Virginia Cruz Velasco manifiesta que en el municipio hay un elevado índice de desempleo ante la falta de industrias. La mayoría de los habitantes se trasladan a la capital para trabajar.

La funcionaria afirma que el 90 por ciento de las 28 colonias tienen acceso a los servicios de pavimentación, drenaje y agua potable. Basta recorrer algunas de las colonias más marginadas para darse cuenta que es otra la realidad.

La pobreza y marginación se han profundizado en Santa Lucía del Camino como consecuencia de los conflictos políticos en los que ha vivido inmerso el municipio durante los últimos años.

 

El cielo y el infierno

 

Santa Lucía del Camino es un mar de contrastes. En esta demarcación tiene su sede la parroquia de las Santas Felicitas y Perpetuas, que está a cargo del vocero de la arquidiócesis de Oaxaca, José Guadalupe Barragán Oliva.

También aquí tiene su sede la Penitenciaría Central de Ixcotel, las instalaciones de la Vigésima Octava Zona Militar y la Secretaría de Cultura del gobierno estatal.

El analfabetismo es otro problema que sufre Santa Lucía. El coordinador regional del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA), Hugo Eloy García y García, dio a conocer que de los 35 mil 79 habitantes mayores de 15 años, con los que cuenta el municipio conurbado, mil 344 son analfabetas.

Además, 10 mil 137 personas no han concluido sus estudios de nivel básico, de las cuales dos mil 808 no cuentan con primaria y cinco mil 985, no cursaron el nivel de secundaria.

Y es aquí en este municipio de contrastes donde se construirá el Archivo Histórico del Estado de Oaxaca, la obra comprenderá la remodelación del parque de Las Canteras. El proyecto tendrá un costo total de 614 millones de pesos. Para ello será derrumbado el estadio de futbol Benito Juárez.

La obra está proyectada para que se realice en los próximos tres años.

La regidora de Desarrollo Social, Guillermina Virginia Cruz Velasco, admite que en el municipio hay un hartazgo social, mientras que el síndico procurador, José García advierte que Santa Lucía ya no “aguanta más otro trienio de atraso y corrupción.

 

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