El saldo del fatal tiroteo en un recital de música country en Las Vegas, EEUU, se amplió a 58 muertos y más de 500 heridos, según el último reporte oficial. Mientras tanto, el FBI informó que, «por el momento», «no ha encontrado ningún vínculo del asesino con ninguna organización terrorista, contradiciendo la información de una agencia cercana a Estado Islámico, quien pocos minutos antes había atribuido el atentado a ese grupo.
«No hemos determinado por el momento ninguna conexión con un grupo terrorista internacional», explicó el agente Aaron Rouse. Poco antes, el órgano de propaganda del grupo yihadista Estado Islámico había reivindicado el ataque.
Los hechos se generaron cuando un hombre abrió fuego, pasada la hora 22 local, contra una multitud que asistía a un festival de música en Las Vegas, en lo que fue el tiroteo masivo más sangriento en la historia en Estados Unidos, según informan medios locales.
El autor del ataque, un hombre de 64 años identificado como Stephen Paddock, disparó desde el piso 32 del hotel Mandalay Bay, ubicado en la avenida central Strip, donde se celebraba la tercera y última noche de un festival de música country. Según la Policía, efectivos de SWAT irrumpieron en la habitación y encontraron muerto al sospechoso. Luego se confirmó que se suicidó.
«Estábamos viendo el concierto, pasándola bien, cuando escuchamos algo que sonaba como fuegos artificiales», dijo al diario Las Vegas Sin, Joe Pitz.
«Imagino que era un arma automática porque de verdad que parecían fuegos artificiales hasta que comenzó la conmoción del lado de la tarima por el Mandalay Bay, llamaban a médicos y Aldean dejaba la tarima», contó.