Para exigir justicia y reparación del daño de las violaciones a los derechos humanos ocurridos en 2006 durante el conflicto político social, una decena de hombres y mujeres expusieron sus testimonios, en la primera sesión extraordinaria de la Comisión de la Verdad, que se efectuó este domingo en el teatro Macedonio Alcalá.
Ante el presidente del órgano, Alejandro Solalinde Guerra, así como los integrantes del mismo, Marina Patricia Jiménez, Diego Enrique Osorno y la secretaria Ejecutiva, Eugenia Mata García, los afectados expusieron sus vivencias y coincidieron en la exigencia de pedir cárcel para los responsables de los crímenes que consideraron de Estado.
En el marco del noveno aniversario del fallido desalojo de profesores del centro de Oaxaca, ordenado por el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz, que derivó en un conflicto que dejó como saldo al menos 20 personas muertas y cientos de detenidos, el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia, afirmó que la audiencia pública es un primer paso hacia la justicia.
Y consideró que se debe ir más allá de las declaraciones políticas y continuar el trabajo del órgano autónomo, para la obtención de material que permita a los tribunales establecer mecanismos de justicia.
Ante ello, ofreció llevar los testimonios a la oficina que representa.
*Ulises Ruiz no cayó de milagro
Por su parte, la periodista Carmen Aristegui, quien también fungió como testigo de honor, calificó como un hecho inédito, el otorgar la voz a las víctimas e iniciar la búsqueda de la justicia y opinó que se debe restablecer el tejido social, tender los puentes de entendimiento que eviten la repetición de los hechos.
“La Comisión de la Verdad que nos ha llamado aquí se instauró en 2013 a partir del decreto 206, de la 61 Legislatura, para investigar los hechos que motivaron la violación a los derechos humanos del pueblo de Oaxaca durante los años 2006 y 2007. Este ejercicio que estamos viviendo en Oaxaca, además de importante es inédito porque las víctimas de este conflicto han tomado la palabra en público”, afirmó la periodista.
Y apuntó que se debe trascender al ejercicio del testimonio, porque la Comisión no ha surgido de la nada, ni está hecha para la nada. “Lo que deberá suceder en un futuro no muy lejano tiene que ir sí de la mano de la verdad, de la memoria, pero sobre todo de la justicia, que la sociedad oaxaqueña exige desde hace casi una década”, recalcó.
Al hacer un recuento de las violaciones a los derechos humanos cometidos contra la población, indicó que “Oaxaca se convirtió en foco nacional e internacional, gente instalada en barricadas, incendios, tomas de medios de comunicación, desalojos, enfrentamientos, encarcelamientos y represión pusieron en el límite al gobierno estatal de Ulises Ruiz Ortiz y al federal de Vicente Fox. El gobernador Ruiz no cayó de milagro”.
Por su parte, el presidente de la Comisión, Alejandro Solalinde Guerra, en su oportunidad, afirmó que con la audiencia pública se rompió el silencio y se perdió el miedo, pero es insuficiente, incluso la justicia y la reparación del daño, se requiere fe para transformar el país.
FLOR HERNÁNDEZ
